Uno de los aspectos que llamó la atención durante el anuncio de la conformación del nuevo Fondo de Pensiones para el Bienestar es que los recursos transferidos fueron menores a lo que se estimó en un inicio.
En abril se hablaba de que este fondo semilla comenzaría con recursos de entre 40 y 42 mil millones de pesos, pero al final las Administradoras de fondos para el retiro (Afores) transfirieron 24 mil 238 millones de pesos al cierre del 1 de julio.
Lo que nos cuentan es que esto se debió en primera instancia a que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) puso lineamientos sobre las cuentas y recursos que se debían transferir a dicho Fondo.
Uno de estos criterios es que las pensiones que estaban en trámite no se trasladarían al fondo. Es decir, si la cuenta de una persona que tenía 70 años, no estaba recibiendo aportaciones porque empezó el trámite de retiro, su dinero permanecerá en la Afore.
Otro criterio que también se estableció es que las pensiones que están en juicio porque los beneficiarios están buscando obtener el dinero de un familiar, tampoco se trasladarán al Fondo de pensiones. Esta situación suele suceder cuando una persona fallece y los beneficiarios buscan retirar el dinero de la cuenta Afore. Ese dinero permanecerá ahí.
Por estos dos criterios, se estiman que se dejaron de enviar alrededor de 4 mil millones de pesos al nuevo Fondo de Pensiones. También el pánico que se generó alrededor de este Fondo abonó a que varias personas se pusieran al corriente con su cuenta y decidieran tramitar el retiro.
Ahora, es importante recordar que las personas que apenas se están enterando de que es posible que tengan un ahorro en la Afore, aún pueden reclamar ese dinero, pues se creó una reserva para pagar a quienes pidan retirar ese ahorro.
Si bien las Afores entregaron menos recursos de lo que se esperaba, aportaron 59% de todo el capital que tiene el Fondo, el Infonavit contribuyó con 14% y el Indep junto con la desaparición de Financiera rural abonaron 27%.
Esta entrega de recursos no afectó ni un pelillo al sistema de Afores, ya que los recursos transferidos no representan ni 0.5% de todos los recursos que administran por un total de 6.1 billones de pesos.
Uno de los pendientes que ojalá pronto solucionen entre las Afores y la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar) es que se den de baja aquellas cuentas de personas que ya fallecieron, pero que siguen dentro del sistema. De las 74.8 millones de cuentas que administran entre las 10 Afores, no sabemos cuántas son de personas que ya fallecieron.
De hecho, la Consar presentó un anteproyecto a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) para que las Afores logren convenios o mecanismos de consulta con registros civiles para identificar y dar de baja cuentas de personas fallecidas. Esto sin duda abonará a una mayor transparencia a los ahorradores y a los beneficiarios.
Poco a poco el sistema de pensiones de cuentas individuales va tomando forma y se evitó una crisis social por las bajas pensiones que daba este sistema. Sin embargo, aún falta revisar los más de 1000 sistemas distintos de pensiones que hay en el país, según ha constatado la Auditoría Superior de la Federación.
Cada estado y cada municipio se rigen con un sistema de pensiones diferente, el problema es cómo se han manejado los recursos de esos ahorros, y no hay que olvidar las pensiones de las empresas estatales como Pemex, CFE, Ejército y las que se vayan acumulando con la Guardia Nacional. En fin, el tema de pensiones será un cuento de nunca acabar.
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