No somos muchos los países federales en el Mundo, en AL somos cuatro, a saber, Argentina, Venezuela, Brasil y México, tenemos tres órdenes de gobierno y existen arreglos institucionales basados en la distribución de facultades, funciones, atribuciones y competencias. Hay materias en los que la Federación, los estados y municipios son concurrentes, (como el caso de la seguridad pública, la salud o el equilibrio ecológico) en la que se definen esquemas y mecanismos de coordinación para la consecución de objetivos comunes. Es muy relevante la concurrencia hacendaria. Es decir, el orden tributario y la definición del gasto público que los gobiernos tienen a su cargo.
Desde los años ochenta contamos en México con un Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que en el tiempo tiene un balance positivo y ha avanzado en la distribución más equitativa de la recaudación nacional, el mismo descansa fundamentalmente en el esfuerzo recaudatorio del gobierno federal y son pocos los estados que recaudan parte importante de sus ingresos totales.
Sobre esto, dada la relevancia de las intervenciones gubernamentales a nivel local, por ejemplo, por el ejercicio del gasto en cuestiones relacionadas con servicios básicos (definidos en el artículo 115 constitucional) en los municipios, México tiene un modelo de federalismo hacendario que pretende facilitar una distribución de los recursos ágil y óptima, sin dejar de lado la fiscalización, y potestades tributarias entre los tres órdenes de gobierno. Este esquema ha permitido a los estados y municipios contar con mayores recursos y cierta libertad en la asignación del gasto en sus presupuestos respectivos sin detrimento de la coordinación con los órdenes estatal y federal.
Es importante destacar que la operación efectiva de los tres órdenes de gobierno, destacadamente en el orden fiscal, es de gran relevancia, la importancia, surge del supuesto de que la integración de lo local tiene una valía incalculable para la integración de los tres órdenes de gobierno. En consecuencia, es indispensable integrar a los gobiernos subnacionales y locales, a los procesos de planeación, coordinación para el gasto y la evaluación. De ahí que los avances —desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días— en la materia hacendaria, permiten dilucidar algunos de los retos más importantes para seguir —en línea ascendente— con la mejora y modernización del federalismo fiscal.
Nuestro modelo tributario esta centralizado en el esfuerzo recaudatorio por parte del gobierno federal, sin embargo, con la Colaboracion Administrativa en el marco del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal se han resultados importantes, por supuesto diferenciados por las condiciones de desarrollo o de pobreza de los entes subnacionales y l0cales.
Repensar el reparto hacendario ha permitido, desde finales de los años 80, crear instituciones, mejoras legislativas y mecanismos de coordinación entre Federación, estados y municipios. Es el caso de la creación del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal. Para el éxito de estos proyectos e iniciativas se requiere de profesionales con un enfoque compartido basado en conocimientos técnicos hacendarios, y la visión de que el desarrollo local, importantísimo, está condicionado por el funcionamiento adecuado de las relaciones intergubernamentales y el federalismo hacendario. Solamente con un reparto adecuado y el fortalecimiento de las haciendas públicas en estados y municipios podrá lograrse el desarrollo local sostenible con cierto grado de autonomía local.
Por ello, destaco el actual proceso de modernización y mejora del Instituto para el Desarrollo Técnico de las Haciendas Públicas (INDETEC). Esta organización, creada en el contexto de la III Reunión Nacional de Funcionarios Fiscales de las Entidades Federativas y del Gobierno Federal en 1973 como un organismo de todas las partes integrantes de la Coordinación Fiscal Intergubernamental, ha aportado en la promoción e incremento de capacidades técnicas de los organismos encargados de la administración de las haciendas públicas en las entidades federativas y municipios. Su proceso de mejora continua tiene incidencia positiva en el mejor funcionamiento del federalismo hacendario a partir de la eficiencia en la administración subnacional. A propósito, destaco la cercanía institucional del INDETEC con la Auditoría Superior de la Federación que, dicho sea, también incide en el fortalecimiento de un federalismo hacendario corresponsable y real.
En el mundo se ha revalorizado el nivel local de gobierno. Incluso en la planeación de objetivos, compromisos y actividades de la Agenda para el Desarrollo Sostenible se cuenta con un grupo de trabajo de gobiernos locales y regionales.
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