/ sábado 9 de noviembre de 2024

Disco duro / Derechos de autor, a debate 

Periodista con más de tres décadas de experiencia, ocupando siempre puestos editoriales desde columnista de negocios turísticos, redactor de temas de seguridad nacional, Subdirector de Opinión. Cotitular de programas informativos en Radio ABC y Radio Ibero. Coautor del libro "México Armado, Crónica de la Guerrilla en México 1943-1981". Analista de temas de seguridad de la cadena NTN24. Tengo maestría en Administración por la Universidad Iberoamericana. Actualmente soy el Coordinador nacional de Opinión de la Organización Editorial Mexicana. Voy Pumas y disfruto el tenis.

Esta semana tuvo lugar en la Ciudad de México la Asamblea Anual de la Federación de Sociedades Autorales Audiovisuales Latinoamericanas (FESAAL) y el Congreso Anual de los Autores Audiovisuales de la Confederación Internacional (AVACI). En México el anfitrión fue la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM), presidida por Manuel Rodríguez Ajenjo.

Representantes de 19 países de Latinoamérica, Europa, Asia y África se juntaron para dialogar sobre la defensa y el cobro de los derechos patrimoniales de los autores, así como la puesta al día de los avances tecnológicos como la Inteligencia Artificial.

En el caso de México, para la SOGEM sus principales retos son la defensa, estímulo y cobro del Derecho Patrimonial de los autores, mediante el combate al pago único de obra por encargo que nuestra Ley del Derecho de Autor, permite, desde 1997 a partir del Tratado de Libre Comercio, lo que significa un perjuicio para los autores de cine y televisión.

El pago único por obra bajo encargo, es lo que se conoce en Estados Unidos como Copyright y que cuantitativamente no tiene punto de comparación con el pago que reciben los autores mexicanos que por necesidad, ignorancia o, simplemente, para ver realizada la obra que con tanto entusiasmo escribieron, aceptan, a lo cual la Sociedad de Escritores de México se opone para beneficio de sus agremiados.

Rodríguez Ajenjo aseguró que no le tiene miedo a la Inteligencia Artificial, sino que la ve como una herramienta que se puede aprovechar para impulsar la creatividad. “Es una herramienta más para la creatividad, conforme se vaya retroalimentando será más cómoda, pero no va a suplir al autor. Porque la IA no tiene corazón, es pura frialdad técnica. Para la creación se necesita manejar sentimientos, pasiones y emociones humanas. Eso no puede salir de una máquina”.

Con respecto a la relación laboral de los autores con las plataformas de streaming, Manuel Rodríguez explicó que si bien estos servicios funcionan en México, sus sedes son extranjeras, lo que vuelve imposible regularlas a través de una legislación nacional.

Otro de los retos principales de la gestión de Rodríguez Ajenjo es garantizar la seguridad social para los integrantes de la SOGEM, un derecho que considera básico para los seres humanos. “No tenemos protección social ni derecho a jubilación, no tenemos a quien acudir en caso de una enfermedad, aunque ahora el seguro sea universal, no lo han hecho patente. Entre mis planes está hacer que las autoridades reparen un poco en esas necesidades, somos ciudadanos igual que cualquiera”.

Vale agregar que, además de lo mencionado por Rodríguez Ajenjo, la problemática de los derechos de autor en México se centra en varios desafíos, entre ellos:

1. Piratería y distribución ilegal: México tiene un alto índice de piratería, tanto física (copias de música, películas y libros en mercados informales) como digital (descargas y streaming ilegales). Esto afecta gravemente a los creadores, artistas y empresas, que pierden ingresos al ver sus obras distribuidas sin compensación. Las medidas de control son difíciles de implementar debido a la magnitud del problema y la falta de recursos para monitorear y sancionar todas las infracciones.

2. Dificultad para la protección de contenidos en Internet: con el crecimiento del consumo de contenidos digitales y el acceso masivo a Internet, se vuelve más complicado proteger los derechos de autor. Plataformas digitales y redes sociales facilitan la difusión de obras sin el permiso de los creadores, y las leyes vigentes no siempre se adaptan a los retos de la era digital.

3. Baja conciencia sobre los derechos de autor: En México, la educación en derechos de autor es limitada. Muchos consumidores desconocen las leyes y las implicaciones de compartir o descargar contenido sin autorización. Esta falta de conocimiento también afecta a los mismos creadores, quienes no siempre entienden sus derechos y las protecciones que la ley les ofrece, lo cual los hace vulnerables a abusos y malentendidos legales.

4. Conflictos de interés entre plataformas y creadores: plataformas de streaming y redes sociales como YouTube, Spotify y Facebook a veces se enfrentan con los creadores por las compensaciones que otorgan por el uso de sus obras. Los creadores argumentan que reciben una fracción mínima de los ingresos generados, mientras que las plataformas se benefician de su trabajo, lo que lleva a disputas por una remuneración justa.

5. Limitaciones en las reformas legales: aunque se han realizado reformas a la Ley Federal del Derecho de Autor, muchos expertos y creadores consideran que no son suficientes para enfrentar los problemas actuales. Las leyes aún no regulan adecuadamente ciertos aspectos del contenido digital y su monetización, lo cual limita la capacidad de los creadores de proteger sus obras y recibir compensaciones adecuadas en un entorno cada vez más digital.

6. Deficiencias en la aplicación de la ley: aunque la ley reconoce los derechos de autor, la aplicación efectiva es un reto. El Instituto Nacional de Derecho de Autor (INDAUTOR) y otras entidades enfrentan limitaciones de recursos y personal, lo que dificulta el combate a la infracción de derechos de autor, especialmente en línea.

En suma que la problemática de los derechos de autor en México abarca la falta de actualización de las leyes frente a los cambios tecnológicos, el alto índice de piratería y la escasa educación sobre estos derechos en la población, lo cual complica proteger a los creadores y fomentar una cultura de respeto a la propiedad intelectual.


ajimenez@oem.com.mx