/ sábado 17 de agosto de 2024

Disco duro / Sistemática violencia de Estado 

Fue presentado uno de los documentos más serios de análisis de lo que fue la guerra sucia del Estado mexicano contra grupos subversivos, que fue mutando a agresiones contra defensores de derechos humanos, activistas ambientales, periodistas, tribus urbanas de jóvenes, entre otros.

El Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico presentó el informe: “Fue el Estado (1965-1990)” a partir del cual se da cuenta de las atrocidades ocurridas en lo que hoy se conoce como guerra sucia.

Fue presentado en el Centro Cultural Tlatelolco por los investigadores Abel Barrera Hernández, David Fernández Dávalos y Carlos Pérez Ricart, quienes documentaron a lo largo de casi seis años las prácticas autoritarias y represivas del Estado mexicano.

Dice el reporte que “amparado en una lógica de combate a un fantasmal “enemigo interno” y de una doctrina contrainsurgente el Estado mexicano es responsable de cometer en forma sostenida violaciones graves de derechos humanos que constituyen un catálogo de la infamia: torturas, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, masacres, violencia sexual y desplazamientos forzados.”

La información muestra a colectivos, víctimas directas y familiares de esas épocas, que el Estado mexicano reprimió, torturó, desplazó forzadamente, asesinó y desapareció a miles de personas durante el periodo de 1965 a 1990.

Entre sus hallazgos este mecanismo logró identificar 8 mil 593 víctimas de violaciones graves a derechos humanos como detención arbitraria, la prisión por motivos políticos, la tortura, la ejecución extrajudicial, la desaparición forzada, la masacre, tortura y violencia sexual y reproductiva y exilio.

Durante el periodo 1965-1990 se logró dar cuenta de 46 eventos de masacres dentro de las cuales se pudo identificar al menos a 385 víctimas mortales. Las personas de desplazamiento forzado ascienden a 123 mil 034, ocurridas en 113 diferentes eventos. El estudio también reveló que a causa de ocupaciones militares/policiales a territorios hubo 167 mil 391 personas afectadas.

El informe menciona que durante aquellos años no sólo se perseguía a los disidentes públicos, sino también a quienes los aparatos de inteligencia consideraban potenciales discrepantes y a las poblaciones que veían como semilleros de rebeldes. Agredió a once tipos diferentes de “enemigos”

Cabe recordar que fue este mismo Mecanismo de Esclarecimiento Histórico (MEH), el que el año pasado documentó durante su investigación, la ausencia de los documentos en el Archivo General de la Nación sobre periodistas asesinados en aquella época.

En 2018 el Centro Nacional de Inteligencia (ex Cisen) recibió varias solicitudes en las que se requirieron las investigaciones que la entonces Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DISEN) —institución que sustituyó a la DFS en 1985 y precedió al CISEN— había iniciado sobre las agresiones a los periodistas Héctor Félix Miranda, Ernesto Flores Torrijos, Norma Moreno Figueroa, Francisco Javier Juárez Vázquez y Demetrio Ruiz Malerva. Otros de los expedientes están relacionados con los casos de Linda Bejarano, Elvira Marcelo Esquivel, Alberto Rodríguez Torres, Ronay González Reyes y Odilón López Urías, todos, periodistas mexicanos asesinados, y la respuesta fue que los documentos requeridos (casi mil, estiman los investigadores) son inexistentes.

Vale la pena revisar con detenimiento este trabajo, porque aclara mucho de lo que pasó en aquellos infaustos años de guerra sucia y guerra política, muchas de cuyas secuelas siguen afectando a la sociedad.


ajimenez@oem.com.mx

Fue presentado uno de los documentos más serios de análisis de lo que fue la guerra sucia del Estado mexicano contra grupos subversivos, que fue mutando a agresiones contra defensores de derechos humanos, activistas ambientales, periodistas, tribus urbanas de jóvenes, entre otros.

El Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico presentó el informe: “Fue el Estado (1965-1990)” a partir del cual se da cuenta de las atrocidades ocurridas en lo que hoy se conoce como guerra sucia.

Fue presentado en el Centro Cultural Tlatelolco por los investigadores Abel Barrera Hernández, David Fernández Dávalos y Carlos Pérez Ricart, quienes documentaron a lo largo de casi seis años las prácticas autoritarias y represivas del Estado mexicano.

Dice el reporte que “amparado en una lógica de combate a un fantasmal “enemigo interno” y de una doctrina contrainsurgente el Estado mexicano es responsable de cometer en forma sostenida violaciones graves de derechos humanos que constituyen un catálogo de la infamia: torturas, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, masacres, violencia sexual y desplazamientos forzados.”

La información muestra a colectivos, víctimas directas y familiares de esas épocas, que el Estado mexicano reprimió, torturó, desplazó forzadamente, asesinó y desapareció a miles de personas durante el periodo de 1965 a 1990.

Entre sus hallazgos este mecanismo logró identificar 8 mil 593 víctimas de violaciones graves a derechos humanos como detención arbitraria, la prisión por motivos políticos, la tortura, la ejecución extrajudicial, la desaparición forzada, la masacre, tortura y violencia sexual y reproductiva y exilio.

Durante el periodo 1965-1990 se logró dar cuenta de 46 eventos de masacres dentro de las cuales se pudo identificar al menos a 385 víctimas mortales. Las personas de desplazamiento forzado ascienden a 123 mil 034, ocurridas en 113 diferentes eventos. El estudio también reveló que a causa de ocupaciones militares/policiales a territorios hubo 167 mil 391 personas afectadas.

El informe menciona que durante aquellos años no sólo se perseguía a los disidentes públicos, sino también a quienes los aparatos de inteligencia consideraban potenciales discrepantes y a las poblaciones que veían como semilleros de rebeldes. Agredió a once tipos diferentes de “enemigos”

Cabe recordar que fue este mismo Mecanismo de Esclarecimiento Histórico (MEH), el que el año pasado documentó durante su investigación, la ausencia de los documentos en el Archivo General de la Nación sobre periodistas asesinados en aquella época.

En 2018 el Centro Nacional de Inteligencia (ex Cisen) recibió varias solicitudes en las que se requirieron las investigaciones que la entonces Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DISEN) —institución que sustituyó a la DFS en 1985 y precedió al CISEN— había iniciado sobre las agresiones a los periodistas Héctor Félix Miranda, Ernesto Flores Torrijos, Norma Moreno Figueroa, Francisco Javier Juárez Vázquez y Demetrio Ruiz Malerva. Otros de los expedientes están relacionados con los casos de Linda Bejarano, Elvira Marcelo Esquivel, Alberto Rodríguez Torres, Ronay González Reyes y Odilón López Urías, todos, periodistas mexicanos asesinados, y la respuesta fue que los documentos requeridos (casi mil, estiman los investigadores) son inexistentes.

Vale la pena revisar con detenimiento este trabajo, porque aclara mucho de lo que pasó en aquellos infaustos años de guerra sucia y guerra política, muchas de cuyas secuelas siguen afectando a la sociedad.


ajimenez@oem.com.mx