/ miércoles 18 de septiembre de 2024

Edmundo González en Madrid

por Carlos Rodrigo Peña Vega

El candidato opositor y aparente ganador de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio en Venezuela se encuentra en suelo europeo, luego de salir de la Embajada española en Caracas con destino a Madrid, con apoyo de un avión de la Fuerza Aérea Española. Edmundo González, quien ganó con alrededor del 67% de los votos de acuerdo con las actas recogidas y publicadas por la oposición, cuenta con una orden de captura en su contra dictada por la fiscalía venezolana, en la última de las estrategias que el régimen de Nicolás Maduro ha utilizado para impedir la llegada de un nuevo gobierno, sin importar la voluntad del pueblo venezolano demostrada en las urnas.

El exilio de González, criticado por el derrotismo que podría incentivar tanto entre la sociedad venezolana como en la comunidad internacional, está relacionado con el riesgo que corría al permanecer en el país, pero también con el hecho de que, dadas las circunstancias, su figura como representante legítimo del pueblo venezolano le permitirá trabajar en el exterior para incrementar su apoyo internacional. María Corina Machado, la líder de la oposición, mencionó en X que, si bien González había salido de Venezuela por cuestiones de seguridad, ambos continuarían trabajando para lograr su investidura el 10 de enero de 2025.

Por otro lado, la colaboración del gobierno español para lograr la salida de González no ha sido un simple gesto de apoyo. De acuerdo con Pedro Sánchez, responde al “compromiso humanitario” de su gobierno con el pueblo de Venezuela, lo que es totalmente coherente con el papel tan activo que ha desempeñado España desde que la actual crisis se profundizó en 2018. Basta con recordar que, en 2019, la Embajada española fue anfitriona del opositor Leopoldo López y gestionó su salida del país hacia Madrid en 2020.

Asimismo, la cooperación iberoamericana ha representado, históricamente, un puente entre América Latina y la Unión Europea (UE), y este caso parece no ser la excepción. Así, España ha tomado el liderazgo sobre cuál será el camino a seguir para la UE. Hasta el momento, la posición oficial de Bruselas ha sido prudente y cautelosa y se ha limitado, al igual que países como Brasil, Colombia y México, los principales mediadores del conflicto, a solicitar la publicación de todas las actas para transparentar el proceso y legitimar al ganador, quien quiera que este sea.

Esta decisión se debe principalmente al antecedente de 2019, cuando Juan Guaidó fue nombrado presidente interino por la IV Legislatura de la Asamblea Nacional. En aquel momento, la mayoría de los miembros de la Unión Europea decidieron reconocer oficialmente a Guaidó como el legítimo representante de Venezuela, a la par de países como Estados Unidos y organizaciones como la OEA.

Hoy en día este reconocimiento se recuerda por haber contribuido a la profundización de la crisis en Venezuela, ya que creó un dilema de representación política que dificultó el funcionamiento de diversos mecanismos internacionales, incluida la propia OEA, y por eso hoy se recuerda como un desastre de la gestión del secretario general actual, Luis Almagro.

¿Qué sigue? Mientras se acerca la investidura del nuevo gobierno venezolano, es de esperarse un firme activismo político por parte de González alrededor del mundo, con el fin de lograr su reconocimiento e incrementar la presión sobre Maduro. Cabe resaltar que, a diferencia de Guaidó, quien fue electo como presidente interino por la Asamblea Nacional, González fue electo por voto popular, lo que automáticamente le confiere una mayor legitimidad.

Por su parte, España podría convertirse en el primer país de la UE en reconocer oficialmente a Edmundo González como presidente y así continuar con su liderazgo en temas latinoamericanos en la UE. Así lo pidió el Partido Popular, el principal opositor, al presidente Sánchez el miércoles 11 de septiembre, después de que el Congreso de los Diputados aprobara un proyecto simbólico de reconocimiento.

Finalmente, se puede suponer que España adoptará el papel de facilitadora en las relaciones entre González y la Unión Europea, e incentivará al resto de los Estados miembros a profundizar el diálogo con la oposición venezolana en preparación para el fin del gobierno de Maduro. La Unión Europea, en su papel de mediadora, intentará mostrar un apoyo principalmente simbólico, aunque, a medida que se acerque la fecha de investidura, tendrá que tomar medidas más contundentes, empezando por el reconocimiento oficial.

Para el chavismo, el tiempo corre y la presión aumenta conforme se acerca el 10 de enero, y, aunque el exilio de González puede suponer un alivio temporal, es innegable que los venezolanos quieren un cambio de gobierno. Si no es el caso, ¿por qué no publicar las actas para zanjar dudas? Maduro debe irse y Machado y sus aliados deberán utilizar el arte de la diplomacia para tomar las medidas necesarias, proporcionales a la voluntad de su régimen para irse, cercanas a cero, y así lograr juramentar a Edmundo González como el 48vo. presidente de Venezuela.

Licenciado en Relaciones Internacionales especializado en Gobierno y Transformación Pública por el Tecnológico de Monterrey. Es profesor del Tecnológico de Monterrey, además de colaborar como experto emergente en el Forum on the Arms Trade y en la Unidad de Estudio y Reflexión Europa+ del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi). X/Twitter: @pvrodrigo_ Correo electrónico: pvrodrigo99@hotmail.com.

por Carlos Rodrigo Peña Vega

El candidato opositor y aparente ganador de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio en Venezuela se encuentra en suelo europeo, luego de salir de la Embajada española en Caracas con destino a Madrid, con apoyo de un avión de la Fuerza Aérea Española. Edmundo González, quien ganó con alrededor del 67% de los votos de acuerdo con las actas recogidas y publicadas por la oposición, cuenta con una orden de captura en su contra dictada por la fiscalía venezolana, en la última de las estrategias que el régimen de Nicolás Maduro ha utilizado para impedir la llegada de un nuevo gobierno, sin importar la voluntad del pueblo venezolano demostrada en las urnas.

El exilio de González, criticado por el derrotismo que podría incentivar tanto entre la sociedad venezolana como en la comunidad internacional, está relacionado con el riesgo que corría al permanecer en el país, pero también con el hecho de que, dadas las circunstancias, su figura como representante legítimo del pueblo venezolano le permitirá trabajar en el exterior para incrementar su apoyo internacional. María Corina Machado, la líder de la oposición, mencionó en X que, si bien González había salido de Venezuela por cuestiones de seguridad, ambos continuarían trabajando para lograr su investidura el 10 de enero de 2025.

Por otro lado, la colaboración del gobierno español para lograr la salida de González no ha sido un simple gesto de apoyo. De acuerdo con Pedro Sánchez, responde al “compromiso humanitario” de su gobierno con el pueblo de Venezuela, lo que es totalmente coherente con el papel tan activo que ha desempeñado España desde que la actual crisis se profundizó en 2018. Basta con recordar que, en 2019, la Embajada española fue anfitriona del opositor Leopoldo López y gestionó su salida del país hacia Madrid en 2020.

Asimismo, la cooperación iberoamericana ha representado, históricamente, un puente entre América Latina y la Unión Europea (UE), y este caso parece no ser la excepción. Así, España ha tomado el liderazgo sobre cuál será el camino a seguir para la UE. Hasta el momento, la posición oficial de Bruselas ha sido prudente y cautelosa y se ha limitado, al igual que países como Brasil, Colombia y México, los principales mediadores del conflicto, a solicitar la publicación de todas las actas para transparentar el proceso y legitimar al ganador, quien quiera que este sea.

Esta decisión se debe principalmente al antecedente de 2019, cuando Juan Guaidó fue nombrado presidente interino por la IV Legislatura de la Asamblea Nacional. En aquel momento, la mayoría de los miembros de la Unión Europea decidieron reconocer oficialmente a Guaidó como el legítimo representante de Venezuela, a la par de países como Estados Unidos y organizaciones como la OEA.

Hoy en día este reconocimiento se recuerda por haber contribuido a la profundización de la crisis en Venezuela, ya que creó un dilema de representación política que dificultó el funcionamiento de diversos mecanismos internacionales, incluida la propia OEA, y por eso hoy se recuerda como un desastre de la gestión del secretario general actual, Luis Almagro.

¿Qué sigue? Mientras se acerca la investidura del nuevo gobierno venezolano, es de esperarse un firme activismo político por parte de González alrededor del mundo, con el fin de lograr su reconocimiento e incrementar la presión sobre Maduro. Cabe resaltar que, a diferencia de Guaidó, quien fue electo como presidente interino por la Asamblea Nacional, González fue electo por voto popular, lo que automáticamente le confiere una mayor legitimidad.

Por su parte, España podría convertirse en el primer país de la UE en reconocer oficialmente a Edmundo González como presidente y así continuar con su liderazgo en temas latinoamericanos en la UE. Así lo pidió el Partido Popular, el principal opositor, al presidente Sánchez el miércoles 11 de septiembre, después de que el Congreso de los Diputados aprobara un proyecto simbólico de reconocimiento.

Finalmente, se puede suponer que España adoptará el papel de facilitadora en las relaciones entre González y la Unión Europea, e incentivará al resto de los Estados miembros a profundizar el diálogo con la oposición venezolana en preparación para el fin del gobierno de Maduro. La Unión Europea, en su papel de mediadora, intentará mostrar un apoyo principalmente simbólico, aunque, a medida que se acerque la fecha de investidura, tendrá que tomar medidas más contundentes, empezando por el reconocimiento oficial.

Para el chavismo, el tiempo corre y la presión aumenta conforme se acerca el 10 de enero, y, aunque el exilio de González puede suponer un alivio temporal, es innegable que los venezolanos quieren un cambio de gobierno. Si no es el caso, ¿por qué no publicar las actas para zanjar dudas? Maduro debe irse y Machado y sus aliados deberán utilizar el arte de la diplomacia para tomar las medidas necesarias, proporcionales a la voluntad de su régimen para irse, cercanas a cero, y así lograr juramentar a Edmundo González como el 48vo. presidente de Venezuela.

Licenciado en Relaciones Internacionales especializado en Gobierno y Transformación Pública por el Tecnológico de Monterrey. Es profesor del Tecnológico de Monterrey, además de colaborar como experto emergente en el Forum on the Arms Trade y en la Unidad de Estudio y Reflexión Europa+ del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi). X/Twitter: @pvrodrigo_ Correo electrónico: pvrodrigo99@hotmail.com.