Estamos inmersos en un proceso político en vísperas a la elección más importante en la historia de nuestro país, no solo está en juego la Presidencia de la República, está el Congreso de la Unión, toda la Cámara de Diputados, el Senado de la República, 8 Gubernaturas, una Jefatura de Gobierno y miles de cargos locales, pero siendo objetivos lo que realmente está en juego, es el futuro de nuestro País.
Esta elección definirá el rumbo, las acciones, las prioridades y los retos que como Gobierno deberán atenderse, algunos de ellos que ya se han señalado como la inseguridad, la salud, el tema energético, la escasez de agua, la pobreza, el tema educativo, migración entre otros temas, de igual manera y como un tema que debe estar en la agenda prioritaria de los Gobiernos, es la seguridad alimentaria, el tema de la producción de alimentos y el poder garantizar el abasto suficiente de estos, con calidad y asequibles para toda la población.
El sector agroalimentario mexicano ha demostrado ser resiliente, lo vivimos durante la pandemia del Covid-19 , en donde en el 2020 fue el único sector de la economia que creció, en al menos un 2% cuando la economia de nuestro país decaía en -8.5% , asimismo y a pesar de los impactos del cambio climático que ha generado una sequía prolongada en todo nuestro territorio, el sector ha seguido creciendo, llegando ya el 2023 a una producción de alimentos de un poco más de 300 millones de toneladas, si bien es cierto y hay que señalarlo, esto no ha sido resultado de una política pública definida por la actual administración, la realidad es que el crecimiento mayormente se ha generado en la producción de frutas, hortalizas, en la producción de carnicos y derivados del sector pecuario, de la pesca , la acuacultura y también por la producción comercial de granos como maiz, trigo, sorgo y forrajes, ninguno de estos dependientes de los programas de apoyo, ni del financiamiento otorgado por el Gobierno; los actuales programas de apoyo que hoy existen para el campo se han enfocado a transferencias de recursos a muy pequeños productores, como el programa de sembrado vida, producción para el bienestar, precios de garantía, el programa de fertilizantes, programas más asistenciales y clientelares y no enfocados a que estos puedan mejorar la productividad y la sustentabilidad del campo mexicano.
Es por ello que se plantea una nueva Visión para el sector agroalimentario mexicano, un nuevo modelo de política pública con una proyección de mediano y largo plazo, que atienda las diferentes necesidades que existen hoy en dia en nuestro sector y que podamos aprovechar las grandes oportunidades que en el existen a lo largo y ancho del país, es fundamental el modernizar nuestro campo, hacerlo más productivo, incluyente, competitivo y sustentable.
Como Consejo Nacional Agropecuario, en un trabajo realizado de poco más de 18 meses. Mediante la participación y en consenso de todos los integrantes de las cadenas y de todas las ramas productivas, de organizaciones de productores a lo largo y ancho del país, de instituciones internacionales y académicas, también de especialistas en los diferentes temas relacionados al sector se logró conformar una verdadera propuesta de política pública denominada “Visión de futuro para el sector agroalimentario y forestal” Con la finalidad de evaluar los retos y oportunidades que ha tenido el sector agroalimentario en los últimos años e identificar las problemáticas transversales o estructurales que se han agudizado, se diseñó un modelo metodológico de análisis multidimensional bajo 4 dimensiones: una económica y productiva; institucional; una dimensión social y una de sostenibilidad y desarrollo tecnológico, Desde cada una de estas dimensiones se analizaron subsectores estratégicos con los que se generó información relevante para cada uno: Agrícola, Agroindustrial, Hortofrutícola, Pesca y acuacultura, Forestal y Pecuario.
Algo muy importante de esta propuesta es que contiene una medición y una proyección de mediano y largo plazo de los impactos que el sector tendría si se logrará la intervención público-privada de las acciones contempladas.
Quien pretenda encabezar el destino y el futuro de nuestro país deberá de integrar a su agenda prioritaria de Gobierno lo que es la prioridad de la producción de alimentos y de quienes nos dan de comer, el sector agroalimentario debe ser considerado como un tema de seguridad nacional.
Ing. Luis Fernando Haro Encinas
Director General del Consejo Nacional Agropecuario.