/ viernes 8 de noviembre de 2024

El capitalismo a la deriva 

El inversionista indio, Ruchir Sharma, ha escrito un polémico libro llamado What Went Wrong with Capitalism. En él, - el también dirigente de la firma de servicios financieros, Rockefeller Capital Management - niega que la explicación ortodoxa según la cual, con Ronald Reagan y Margaret Thatcher, comenzó una nueva etapa económica caracterizada por el Estado ligero y pequeño, en comparación con la época anterior, donde el Estado de Bienestar de corte nórdico era el paradigma.

Sharma ofrece datos pertinentes que sustentan su proposición de que, en realidad, ni en Estados Unidos ni en Gran Bretaña, hubo un Estado pequeño. Antes al contrario, si bien los gobiernos en Washington y Londres no incrementaron impuestos, sí compensaron la falta de ingresos fiscales mediante el endeudamiento público. Fue así que en la época de Reagan se hablaba de los enormes déficit gemelos - el fiscal y el comercial - que vulneraron la economía estadounidense en esos años.

De acuerdo con Sharma, se ha establecido un círculo vicioso en el que el Estado compra deuda, tanto pública como privada, que utiliza para salvar al sistema financiero cuando este entra en crisis. Esto se conoce como "monetary easing", una situación en la que los pasivos de los Bancos Centrales están compuestos por enormes deudas en el mercado de capitales.

La frase "too big to fail" se ha hecho famosa entre los críticos de las grandes corporaciones que, aunque cometen graves errores, son financiadas por los gobiernos, sin tener que preocuparse por ser gestionadas adecuadamente. Esto ocurrió famosamente en 2008, cuando el gobierno de Obama ayudó con recursos billonarios a que grandes bancos y otras empresas pudieran retomar la salud financiera tras la gran crisis.

Sharma llama a algunas de estas empresas "zombies", que sobreviven aún sin producir, ayudadas por los gobiernos, en un modelo que recuerda al Japón de los 80s.

De acuerdo con Sharma este modelo fundado en el "monetary easing" está entrando en crisis y no podrá sobrevivir en el futuro, pues lleva directamente a la recesión económica y a la falta de productividad de las empresas.

Se podría decir que su propuesta para resolver este problema es doble. Por un lado, se necesita dejar de proteger a grandes empresas improductivas, mediante el fomento de la competencia entre empresas que pueda quebrar a los monopolios y oligopolios que son cada vez más reacios a la innovación y la competencia.

Por otro lado, lo que él propone es establecer, ahora sí, un Estado pequeño y ligero, como el que en su momento propusieron sólo teóricamente Reagan y Thatcher.

Su propuesta debiera ser discutida con asiduidad por empresarios, sociedad civil y gobiernos del mundo. Al parecer, mucho ha salido mal en el desarrollo del capitalismo reciente y esto, en parte, podría explicar el arribo de los populismos del siglo XXI.

Algunos aspectos de nuestra época necesitan revisarse y esto sólo puede hacerse mediante debates razonables en el que participen grandes mentes, como la de Sharma.

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