Dependiendo de la coyuntura mediática y la conversación en las redes sociodigitales, muchos de sus usuarios de carne y hueso; así como los bots se convierten en expertos de todos los temas de relevancia nacional e internacional. Los hay en parar penaltis e incluso analizan el lenguaje no verbal, de espaldas, del tirador y hacen suponer que lanzarán el libro: “Cómo parar penaltis sin haber estado debajo de los tres palos” (el prólogo lo escribiría Faitelson). Con todo esto, el talento e intuición del Dibu Martínez se vuelve cotidiano, no sirve, todo es muy fácil.
Algunos autores de las Ciencias de la Comunicación consideran que para los usuarios de las redes, esta es una manera de participar en democracia, y no lo dudo; lo que no solo dudo sino crítico, son las opiniones de los críticos de temas judiciales, que se presentan con cuentas como @ladamadelascaguamas y opinan como si hubieran cursado la carrera de Derecho en el CIDE o la UNAM, o trabajaran en un cubículo del Instituto de Investigaciones Jurídicas en CU.
El calor de las redes hace que el deporte de descalificar sin argumentos, sea el favorito de muchos internautas. Un tema ríspido que merece un análisis de especialistas con muchas cucharadas de doxa, es la reforma al Poder Judicial; donde después de una avalancha de señalamientos en contra del funcionamiento de jueces, muchos de ellos muy bien merecido; encontramos la iniciativa #100Sentencias donde acertivamente se humaniza con historias de éxito de la justicia mexicana.
La SCJN lanzó esta campaña y de acuerdo con su comunicación “hacen justicia a las personas mexicanas, cuyo objetivo es difundir de manera sencilla y completa las sentencias que han impactado en la vida de las personas excluidas, marginadas y en situación de vulnerabilidad de nuestro país en los rubros de: Derecho a la igualdad y no discriminación, propiedad intelectual, libertad religiosa, salud, libre desarrollo a la personalidad en derechos económicos, sociales y culturales; a favor de niñas, niños y adolescentes, personas con discapacidad, migrantes, adultos mayores, pueblos originarios, comunidades afromexicanas y afrodescendientes, comunidad LGBTI+, entre otros”.
Por ejemplo en esas 100 sentencias hay dos casos interesantes: El Ministro José Fernando Franco González Salas encabezó una acción de inconstitucionalidad para proteger a las niñas, niños y adolescentes contra el matrimonio infantil en Aguascalientes; donde se estableció los “18 años como edad mínima para contraer matrimonio”. El segundo fue encabezado por el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, donde a través de un Amparo en revisión en 2022, la Corte protegió el derecho a la salud de un ciudadano que dejó de recibir quimioterapia en el IMSS debido a la falta de medicamento. La SCJN determinó que el Seguro Social debía reembolsar el monto de lo que gastó al comprar las medicinas de su bolsillo.
“La campaña difunde los principales argumentos que fundamentaron cada una de las decisiones, el derecho protegido, su relación con las tesis aisladas y de jurisprudencia, así como un enlace para consultar el expediente”. Estás historias de éxito de la justicia mexicana sirven como argumentos de que si bien es cierto, hay territorios de nuestro país donde hay ingobernabilidad y falta de Estado de Derecho, también hay resultados a favor de la justicia y es trabajo de los expertos su análisis; y no de un grupo de cuentas que un día son jueces y otro encarnan a Emiliano Martínez; o como explican “los memes” los que la próxima semana se cansarán de ser expertos en futbol y se convertirán en sabios de la temporada de huracanes.
Comunicólogo político, académico de la FCPyS UNAM y Maestro en Periodismo Político @gersonmecalco
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