El Fondo Nacional de Fomento al Turismo está en quiebra, pero tiene en sus manos el proyecto más ambicioso del sexenio de Andrés Manuel López Obrador.
“Hoy en día la empresa está quebrada”, lamenta Rogelio Jiménez Pons, el director de Fonatur. “No debía estar quebrada, maneja patrimonios muy valiosos”.
Dice que para construir el Tren Maya están pensando en dos tipos de inversión.
Nos explica que por una parte están los 120 mil a 150 mil millones de pesos que invertirá el gobierno en el material rodante, el tren, y es necesaria una inversión mayor para las estaciones. Por ello, Fonatur está creando un Fideicomiso de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibra). “Eso nos obliga a transparentar la gobernanza de Fonatur, han habido muchos problemas en la gobernanza, no se puede seguir comprando, mal comprando, y mal vendiendo las cosas. Hace poco se recuperó un terreno… bueno, hay cosas que son increíbles”.
Al crear la Fibra, están obligados a ser transparentes, reitera Jiménez Pons. Van a cambiar el esquema. Deben llevar a cabo proyectos rentables, saben que las calificadoras los observarán y pueden financiarse a través de la Bolsa. “Tenemos un potencial de financiamiento muy grande”.
Buscarán dinero para estaciones y desarrollo urbano a través de Fibras. Para los tramos de vía, el tren, plantean otro modelo de concesión. “El gobierno se compromete con los inversionistas a darles una subvención del 10 por ciento de tramo terminado. O sea, si te costó dos mil, te doy 200”.
Han platicado con varias instancias financieras para acercarle a los inversionistas el capital. Hay al menos siete grupos interesados a escala nacional, y varios a escala local. Los están invitando a invertir. “Es un proyecto complejo y literalmente hay que echarle montón”.
El proyecto será concesionado a ocho consorcios, uno para cada uno de los siete tramos de la obra y uno más para los trenes. El arquitecto mexicano calcula que en 2020 ya sabrán el resultado de las licitaciones del material rodante del Tren Maya, es decir, los vagones y las máquinas que se comprarán. Las vías estarán terminadas en 2022.
En el primer trimestre de este año lanzarán los dos primeros concursos para construir los tramos donde ya existen las vías y al final del año se espera la licitación de estaciones. Algunas terminales, como le adelantó El Sol de México, serán entregadas por adjudicación directa, como la de Cancún, que ya está en manos de Asur, que encabeza Fernando Chico Pardo. Y en estos días muy probablemente se hará publico el contrato del magnate hotelero mexicano Daniel Chávez. “En 2024 tenemos que estar ya en la fiesta plena”, asegura.
Fonatur está en quiebra y están encontrando muchos absurdos, muchas irregularidades, cosas increíbles… Jiménez Pons promete mantenernos informados.