/ lunes 10 de julio de 2023

El Espectador | La prisión de Adán

Recientemente, se ha observado que la presencia de Andrea Chávez en los recorridos y eventos públicos de Adán Augusto López ha generado cierta incomodidad en su entorno. En particular, se ha mencionado el comportamiento altivo y la cercanía inapropiada de la joven de Chihuahua con el experimentado político tabasqueño.

La situación ha llevado a que la esposa de Adán Augusto, Eda, haya intervenido en algunos eventos recientemente. Eda ha acompañado a su esposo en diferentes ocasiones, mostrando una presencia más prominente en contraste con la persistente presencia de Andrea. Esto ha dejado en claro que Chávez no goza de la simpatía ni del favor del entorno cercano de Adán Augusto.

Si bien Andrea Chávez continúa desempeñando un papel influyente en el equipo de estrategia y comunicación del ex secretario de Gobernación, algunos colaboradores han expresado su malestar por la forma en que ella y otros estrategas ejercen su autoridad. Además, se ha generado cierta inquietud debido a la percepción de que estos personajes imponen su criterio en la toma de decisiones, incluso en temas sensibles como la imagen y el discurso del ex gobernador de Tabasco.

Abraham Mendieta es un polemista de redes sociales que llegó discretamente desde España y logró colarse al Movimiento de Regeneración Nacional al lanzarse contra uno de los principales defensores de las causas de Andrés Manuel López Obrador cuando lideraba la oposición contra el PRI y el PAN: John Ackerman. Cuando atacaron a la entonces secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y a su hermano, Pablo Almicar, este personaje se quedó en el lado de los vencedores de Morena.

\u0009Poco después Mendieta se acercó a otra prometedora influencer de la política, la joven asesora en redes en la Cámara de Senadores y también en la Cámara de Diputados, Andrea Chávez. Surgió su relación estrecha y también una sociedad destinada a colarse en las grandes ligas de la política morenista.

Primero, la pareja hizo escala en el grupo de Claudia Sheinbaum, con el propósito de instalarse ahí y proponerse como la opción estratégica para construir imagen de la entonces jefa de Gobierno. El camino pavimentado por Julio Scherer y Alfonso Brito les fue bloqueado y ni Abraham ni Andrea tuvieron oportunidad de escalar por esa vía.

Hábiles como han resultado, apuntaron al entorno de Adán. Y aprovechándose de que el entonces secretario de Gobernación había alimentado una amistad, con un emprendedor especializado en montar blindajes de alta gama a vehículos automotores en Aguascalientes, de nombre Arturo Dávila, la pareja Abraham y Andrea se incrustó de golpe en el equipo. Los tres personajes, reconocidos entre los amigos y colaboradores cercanísimos de Adán, como los “triple A” se han instalado como los “estrategas y mentes maestras” del proyecto del ex secretario de Gobernación.

Al día de hoy, los escándalos rondan a Andrés Chávez, y la pobre y errática organización que pretende imponer Arturo Dávila, en abierto choque con Leonel Godoy, son tema que alimenta las mesas de los comederos políticos. No obstante, quien mueve los hilos de la “estrategia” de Adán, no es Adán Augusto, es Abraham Mendieta.

El equipo de Adán ya manifiesta malestar por el trato despótico que los tres estrategas (Abraham, Andrea y Arturo) les prodigan, e incluso se sabe que ya comienza a imperar el miedo porque las reacciones de Adán, son distintas de aquellas a las que estaban acostumbrados.

Se atribuye ese temor a la actitud de estrella de nuevo cine mexicano que adopta Andrea Chávez cuando se presenta en los recorridos de Adán. Como toda una diva, soberbia, no cuida el tono de voz. Por lo pronto, dicen que no escuchan a nadie, además, están muy contentos porque han comprometido a un personaje español, Juan Carlos Monedero, para enderezarle el discurso y la imagen a Adán. Monedero, cofundador del movimiento Podemos en su natal España, es el fichaje que presumen Andrea y Abraham.

Y así, está en marcha el llamado Plan B rumbo a la Presidencia, que es encabezado por una agencia de publicidad en manos de César Hernandez, conocido entre sus allegados como César Ache. El equipo de Abraham, Andrea y Arturo sueña en grande y se desborda en grandes ideas de comunicación. Tienen muy convencido a Adán, de que los sueños de hachís de ese trío son tan reales, como ellos mismos lo son.

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