/ miércoles 9 de octubre de 2024

El Espectador / Los de Pepsi ven caída de ventas en México

Ramon Laguarta, Chief Executive Officer de PepsiCo, Inc., dice que están viendo algo de desaceleración en México.

“Creemos que esto está relacionado con las elecciones y algo del ruido en torno a los flujos de dinero social en la economía. Esperamos que eso se estabilice ahora. Además, estamos viendo que algunas partes de Europa Occidental también enfrentan desafíos por el clima y otras dinámicas”, explicó en una reunión con analistas esta semana.

PepsiCo presume que los consumidores disfrutan sus productos más de mil millones de veces al día en más de 200 países y territorios de todo el mundo, y que generó 91 mil millones de dólares en ingresos netos en 2023, con marcas como Sabritas, Gamesa, Mafer, Lay’s, Doritos, Cheetos, Pepsi-Cola, Mountain Dew, Quaker y Soda Stream. Laguarta dice que, a diferencia de México en este momento, hay áreas de fortaleza en otras naciones.

“Hay mercados como el sudeste asiático y la India. Son mercados que están creciendo de manera notable. Vemos que algunas partes de Europa del Este también están creciendo bien. Brasil está creciendo a un buen ritmo. Así que hay focos de crecimiento. Sin embargo, hay otros mercados donde estamos viendo un poco de desaceleración. China es un mercado donde los consumidores se sienten un poco más restringidos, y estamos viendo eso en nuestro negocio de alimentos; aunque estamos ganando participación, estamos viendo una desaceleración del crecimiento de dos dígitos a uno”.

Durante la conferencia de resultados trimestrales, el CEO fue optimista, incluso cuando abordó el consumo de snacks de la Generación Z. Laguarta destacó el enfoque de la empresa en evolucionar su portafolio hacia opciones más saludables y de bienestar. Con todo y que sus productos, o sus grandes marcas, son consideradas en algunas naciones como México como alimentos chatarra.

Entretanto, en Estados Unidos crece el tema de la shrinkflation, que consiste en reducir el tamaño de los productos, mientras los precios permanecen igual o incluso aumentan. Es cuando compra la misma bolsa de papas fritas y al abrirla se da cuenta de que la ración que se come es menos de lo que antes recibía. Cuando le salta que la bolsa es del mismo tamaño, pero la cantidad de cacahuates no.

Este fin de semana, dos demócratas del Congreso acusaron a tres de las compañías de alimentos más grandes de participar en shrinkflation. Le dirigieron cartas a los directores de PepsiCo, Coca-Cola y General Mills. La senadora Elizabeth Warren de Massachusetts, y la representante Madeleine Dean, de Pennsylvania, acusan a las empresas de participar en un patrón de enriquecimiento a través de la shrinkflation.

En el caso de PepsiCo, Warren y Dean señalaron por ejemplo que la botella de Gatorade de 32 oz. fue reemplazada por una botella de 28 oz. en Estados Unidos, con el mismo precio, lo que representa un aumento del 14 por ciento. Pero bueno, ese es un asunto que en México todavía no se aborda con lupa, y del que sus políticos no se preocupan en estos días de cambio de gobierno y violencia por todas partes.

Por lo pronto, el CEO de PepsiCo recalcó que Medio Oriente vive otra realidad. “El hecho de que tengamos un gran negocio en el Medio Oriente y, sin embargo, esté siendo impactado por la situación geopolítica, no creo que eso cambie en los próximos meses. Pero nuestros equipos locales están haciendo un gran trabajo navegando la situación y tratando de seguir siendo relevantes para los consumidores y avanzar en el negocio”.

Navegando la situación…


Ramon Laguarta, Chief Executive Officer de PepsiCo, Inc., dice que están viendo algo de desaceleración en México.

“Creemos que esto está relacionado con las elecciones y algo del ruido en torno a los flujos de dinero social en la economía. Esperamos que eso se estabilice ahora. Además, estamos viendo que algunas partes de Europa Occidental también enfrentan desafíos por el clima y otras dinámicas”, explicó en una reunión con analistas esta semana.

PepsiCo presume que los consumidores disfrutan sus productos más de mil millones de veces al día en más de 200 países y territorios de todo el mundo, y que generó 91 mil millones de dólares en ingresos netos en 2023, con marcas como Sabritas, Gamesa, Mafer, Lay’s, Doritos, Cheetos, Pepsi-Cola, Mountain Dew, Quaker y Soda Stream. Laguarta dice que, a diferencia de México en este momento, hay áreas de fortaleza en otras naciones.

“Hay mercados como el sudeste asiático y la India. Son mercados que están creciendo de manera notable. Vemos que algunas partes de Europa del Este también están creciendo bien. Brasil está creciendo a un buen ritmo. Así que hay focos de crecimiento. Sin embargo, hay otros mercados donde estamos viendo un poco de desaceleración. China es un mercado donde los consumidores se sienten un poco más restringidos, y estamos viendo eso en nuestro negocio de alimentos; aunque estamos ganando participación, estamos viendo una desaceleración del crecimiento de dos dígitos a uno”.

Durante la conferencia de resultados trimestrales, el CEO fue optimista, incluso cuando abordó el consumo de snacks de la Generación Z. Laguarta destacó el enfoque de la empresa en evolucionar su portafolio hacia opciones más saludables y de bienestar. Con todo y que sus productos, o sus grandes marcas, son consideradas en algunas naciones como México como alimentos chatarra.

Entretanto, en Estados Unidos crece el tema de la shrinkflation, que consiste en reducir el tamaño de los productos, mientras los precios permanecen igual o incluso aumentan. Es cuando compra la misma bolsa de papas fritas y al abrirla se da cuenta de que la ración que se come es menos de lo que antes recibía. Cuando le salta que la bolsa es del mismo tamaño, pero la cantidad de cacahuates no.

Este fin de semana, dos demócratas del Congreso acusaron a tres de las compañías de alimentos más grandes de participar en shrinkflation. Le dirigieron cartas a los directores de PepsiCo, Coca-Cola y General Mills. La senadora Elizabeth Warren de Massachusetts, y la representante Madeleine Dean, de Pennsylvania, acusan a las empresas de participar en un patrón de enriquecimiento a través de la shrinkflation.

En el caso de PepsiCo, Warren y Dean señalaron por ejemplo que la botella de Gatorade de 32 oz. fue reemplazada por una botella de 28 oz. en Estados Unidos, con el mismo precio, lo que representa un aumento del 14 por ciento. Pero bueno, ese es un asunto que en México todavía no se aborda con lupa, y del que sus políticos no se preocupan en estos días de cambio de gobierno y violencia por todas partes.

Por lo pronto, el CEO de PepsiCo recalcó que Medio Oriente vive otra realidad. “El hecho de que tengamos un gran negocio en el Medio Oriente y, sin embargo, esté siendo impactado por la situación geopolítica, no creo que eso cambie en los próximos meses. Pero nuestros equipos locales están haciendo un gran trabajo navegando la situación y tratando de seguir siendo relevantes para los consumidores y avanzar en el negocio”.

Navegando la situación…