/ jueves 17 de junio de 2021

El futuro del turismo

Nadie puede predecir el futuro, sin embargo si se pueden hacer ciertas predicciones de lo que puede venir, y esto es mucho más posible si se logra tener información estadística del comportamiento de las diversas variables que a lo largo del tiempo han influido en los resultados o consecuencias que se derivan de ellas, quienes hemos tenido contacto estrecho con la estadística como forma de predicción sabemos que por el método de regresión simple existe solamente una variable que llamamos “independiente” y otra variable que llamamos “dependiente”.

Para el turismo, existen dos grandes actores, por un lado están los turistas y por el otro lado están todos aquellos proveedores de los servicios turísticos en sus muy diversas formas, donde podemos encontrar desde agencias de viajes, empresas de logística y transporte donde destacan las líneas aéreas y empresas de arrendamiento de todo tipo de vehículos, encontramos también de manera muy destacada a los grandes proveedores de la industria de la hospitalidad como los hoteles, los negocios asociados con Airbnb, las líneas de cruceros y hasta restaurantes.

Ahora bien, queda claro que la “variable independiente” al intentar predecir el futuro del turismo es justamente el turista en sí mismo, que siempre tendrá el deseo de salir a conocer nuevos destinos, a explorar nuevas culturas o simplemente a regresar a aquellos lugares que le ofrecen algún tipo de placer en su estancia, sin embargo no todo es tener el deseo, ya que este debe ir acompañado con la posibilidad económica para llevarlo a cabo, de tal suerte que la economía de cada hogar se vuelve relevante para decidir si gastamos o nos quedamos en casa. Alguna vez escuché esta frase “¿A qué lugar podré ir de vacaciones si apenas tengo para quedarme?”, en aquella ocasión quizás la percibí como una broma pero hoy pudiera ser algo para tomarse más en serio.

La “variable dependiente” es todo aquel prestador de servicios turísticos, estos deben saber que los turistas hacen un esfuerzo por salir y que son cada vez más cautelosos y exigentes con las empresas que contratan, el gran reto hoy día es cumplir con todas sus expectativas, incluso intentar excederlas, ya estamos viendo como se han desenvuelto las líneas aéreas en cuanto a su oferta y competencia entre ellas, cómo los hoteles están dando opciones a precios bajos intentando captar más turistas, cómo Airbnb está compitiendo de frente con las opciones tradicionales de alojamiento, y cómo los restaurantes están buscando opciones diferenciadas con espacios al aire libre que son muy buscados por turistas sobre todo en los países europeos.

Mención aparte merecen las líneas de cruceros, quienes de una manera muy profesional y cuidando al máximo los protocolos COVID, teniendo a todos sus pasajeros con comprobante de vacunación ya han iniciado sus salidas después de muchos meses, no exentos de casos de pasajeros con contagio tal como el mundo no lo está, seguramente tienen un futuro halagador, así que les deseamos “buena mar y mejores vientos” a ellos y a toda la industria del turismo.

Nadie puede predecir el futuro, sin embargo si se pueden hacer ciertas predicciones de lo que puede venir, y esto es mucho más posible si se logra tener información estadística del comportamiento de las diversas variables que a lo largo del tiempo han influido en los resultados o consecuencias que se derivan de ellas, quienes hemos tenido contacto estrecho con la estadística como forma de predicción sabemos que por el método de regresión simple existe solamente una variable que llamamos “independiente” y otra variable que llamamos “dependiente”.

Para el turismo, existen dos grandes actores, por un lado están los turistas y por el otro lado están todos aquellos proveedores de los servicios turísticos en sus muy diversas formas, donde podemos encontrar desde agencias de viajes, empresas de logística y transporte donde destacan las líneas aéreas y empresas de arrendamiento de todo tipo de vehículos, encontramos también de manera muy destacada a los grandes proveedores de la industria de la hospitalidad como los hoteles, los negocios asociados con Airbnb, las líneas de cruceros y hasta restaurantes.

Ahora bien, queda claro que la “variable independiente” al intentar predecir el futuro del turismo es justamente el turista en sí mismo, que siempre tendrá el deseo de salir a conocer nuevos destinos, a explorar nuevas culturas o simplemente a regresar a aquellos lugares que le ofrecen algún tipo de placer en su estancia, sin embargo no todo es tener el deseo, ya que este debe ir acompañado con la posibilidad económica para llevarlo a cabo, de tal suerte que la economía de cada hogar se vuelve relevante para decidir si gastamos o nos quedamos en casa. Alguna vez escuché esta frase “¿A qué lugar podré ir de vacaciones si apenas tengo para quedarme?”, en aquella ocasión quizás la percibí como una broma pero hoy pudiera ser algo para tomarse más en serio.

La “variable dependiente” es todo aquel prestador de servicios turísticos, estos deben saber que los turistas hacen un esfuerzo por salir y que son cada vez más cautelosos y exigentes con las empresas que contratan, el gran reto hoy día es cumplir con todas sus expectativas, incluso intentar excederlas, ya estamos viendo como se han desenvuelto las líneas aéreas en cuanto a su oferta y competencia entre ellas, cómo los hoteles están dando opciones a precios bajos intentando captar más turistas, cómo Airbnb está compitiendo de frente con las opciones tradicionales de alojamiento, y cómo los restaurantes están buscando opciones diferenciadas con espacios al aire libre que son muy buscados por turistas sobre todo en los países europeos.

Mención aparte merecen las líneas de cruceros, quienes de una manera muy profesional y cuidando al máximo los protocolos COVID, teniendo a todos sus pasajeros con comprobante de vacunación ya han iniciado sus salidas después de muchos meses, no exentos de casos de pasajeros con contagio tal como el mundo no lo está, seguramente tienen un futuro halagador, así que les deseamos “buena mar y mejores vientos” a ellos y a toda la industria del turismo.