/ viernes 18 de noviembre de 2022

El mundial y la corrupción

El próximo 20 de noviembre iniciará el mundial en Qatar, un lugar con prácticamente ninguna tradición futbolística, sin clasificar a ningún mundial, con una liga de futbol muy pequeña y sin tener jugadores en otras ligas. En el lugar, es imposible jugar físicamente, ya que las temperaturas en verano, como siempre se han hecho los mundiales, en Qatar oscilan entre los 40° y 50° grados, por lo que la FIFA decidió moverlo a los meses de noviembre y diciembre por primera vez en la historia del futbol.

Al momento de la asignación como sede, hace doce años, no tenía ni un estadio, ni infraestructura capaz de albergar un evento tan grande como el mundial. Sin embargo, los fondos cataríes se encuentran en el deporte, por ejemplo el Paris Saint Germain, el segundo equipo más caro del mundo, es propiedad de ellos y patrocinan muchos eventos, como festivales internacionales de arte, cine, gastronomía y hasta carreras de camellos.

El futbol ha sido secuestrado por una mafia ajena a todo interés deportivo, sus dirigentes Joseph Blatter y João Havelange nunca tocaron un balón de futbol en su vida, y los equipos en todo el mundo están controlados por los intereses de agentes y patrocinadores; por ejemplo, en su libro “Leer el futbol”, Ruud Gullit describe las presiones por los agentes, e incluso señala que se le presionó para comprar al jugador Chris Sutton; él se negó y a los pocos días de su salida el jugador fue contratado. Por otro lado, el expresidente de la FIFA Joseph Blatter, y el de la UEFA Michel Platini, fueron recientemente absueltos de un caso de corrupción por 2 millones de dólares por un tribunal en Suiza, debido a supuestos malos manejos de las principales organizaciones futbolísticas del mundo; y fueron ellos mismos quienes votaron a favor de que la sede del mundial en 2022 fuera para Qatar. Esto muestra que la sede se definió por dinero y por el reparto de millones de dólares a varios integrantes del comité ejecutivo de la FIFA.

En México no estamos ajenos y habrá que estudiar el caso de la selección con una mirada crítica. Tenemos al entrenador más apático y abúlico de la historia de nuestro país, y él tendrá que explicar si recibió alguna presión para tener una alineación que de primera instancia se antoja extraña. El futbol es el deporte más jugado del mundo; y el mundial es el evento deportivo más grande a nivel global. Llena de pasión y esperanza a millones de aficionados, en especial a millones de niños, por lo que es fundamental el rescate ético y moral del futbol. Por eso, cuando veamos los partidos y a lo mejor gritemos “¡no fue penal!”, probablemente estamos asistiendo al acto de corrupción más grande del mundo. XXX Twitter: @LuisH_Fernandez

El próximo 20 de noviembre iniciará el mundial en Qatar, un lugar con prácticamente ninguna tradición futbolística, sin clasificar a ningún mundial, con una liga de futbol muy pequeña y sin tener jugadores en otras ligas. En el lugar, es imposible jugar físicamente, ya que las temperaturas en verano, como siempre se han hecho los mundiales, en Qatar oscilan entre los 40° y 50° grados, por lo que la FIFA decidió moverlo a los meses de noviembre y diciembre por primera vez en la historia del futbol.

Al momento de la asignación como sede, hace doce años, no tenía ni un estadio, ni infraestructura capaz de albergar un evento tan grande como el mundial. Sin embargo, los fondos cataríes se encuentran en el deporte, por ejemplo el Paris Saint Germain, el segundo equipo más caro del mundo, es propiedad de ellos y patrocinan muchos eventos, como festivales internacionales de arte, cine, gastronomía y hasta carreras de camellos.

El futbol ha sido secuestrado por una mafia ajena a todo interés deportivo, sus dirigentes Joseph Blatter y João Havelange nunca tocaron un balón de futbol en su vida, y los equipos en todo el mundo están controlados por los intereses de agentes y patrocinadores; por ejemplo, en su libro “Leer el futbol”, Ruud Gullit describe las presiones por los agentes, e incluso señala que se le presionó para comprar al jugador Chris Sutton; él se negó y a los pocos días de su salida el jugador fue contratado. Por otro lado, el expresidente de la FIFA Joseph Blatter, y el de la UEFA Michel Platini, fueron recientemente absueltos de un caso de corrupción por 2 millones de dólares por un tribunal en Suiza, debido a supuestos malos manejos de las principales organizaciones futbolísticas del mundo; y fueron ellos mismos quienes votaron a favor de que la sede del mundial en 2022 fuera para Qatar. Esto muestra que la sede se definió por dinero y por el reparto de millones de dólares a varios integrantes del comité ejecutivo de la FIFA.

En México no estamos ajenos y habrá que estudiar el caso de la selección con una mirada crítica. Tenemos al entrenador más apático y abúlico de la historia de nuestro país, y él tendrá que explicar si recibió alguna presión para tener una alineación que de primera instancia se antoja extraña. El futbol es el deporte más jugado del mundo; y el mundial es el evento deportivo más grande a nivel global. Llena de pasión y esperanza a millones de aficionados, en especial a millones de niños, por lo que es fundamental el rescate ético y moral del futbol. Por eso, cuando veamos los partidos y a lo mejor gritemos “¡no fue penal!”, probablemente estamos asistiendo al acto de corrupción más grande del mundo. XXX Twitter: @LuisH_Fernandez

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