Por Mariana Vargas
NUEVO DOCUMENTAL SOBRE ENRIQUE DE DINAMARCA, EL PRÍNCIPE QUE NO PUDO SER REY
Muy feliz 2021 para todos ustedes, queridos lectores, y un cordial agradecimiento a mis seguidores. Este año, en mayo, cumpliré 17 años de estar informándoles sobre la realeza. Y, para empezar este mes de enero, quiero escribirles sobre un gran hombre, de origen francés, pero danés de corazón y por adopción: el príncipe Enrique.
Desde que lo conocí en persona, en el museo de Antropología en la ciudad de México, me sentí fascinada por este personaje, que falleció hace 4 años. Fue el esposo de la reina Margarita II, quien este próximo 14 de enero, celebrará 49 aniversario de su ascensión al trono.
En estos días, Stephanie Surrugue, periodista danesa, dio a conocer, un documental, titulado “El marido de la reina”, trasmitido en televisión danesa. La periodista, quien escribió la biografía del príncipe que nunca pudo ser rey, en 2010, con el nombre “Solo” y que fue un gran éxito, nos sigue demostrando que, gracias a sus investigaciones, logro que, en 2008, y 2009, Enrique Laborde de Monpezat, de origen francés, dejara grabada importantes declaraciones en muchos audios sobre su vida.
El padre del futuro rey de Dinamarca, Federico, siempre ha sido popular, y como príncipe consorte, ayudo, a su país, y a su esposa, mediante la diplomacia, a consolidar las importantes relaciones internacionales entre Dinamarca y muchos país.
El yerno de Federico IX y de la reina Ingrid, fue discriminado por ser un consorte varón ya que, nunca pudo ser nombrado rey consorte ya que los cortesanos, y el gobierno, no lo permitieron. Siempre él pidió el derecho al uso de ese título, y creo, que lo mereció. No fue el único príncipe consorte discriminado, ahí tenemos a Felipe de Edimburgo, de 99 años, esposo de Isabel II, y de los fallecidos consortes holandeses príncipes Claus, Bernardo y Enrique, quienes fallecieron hace tiempo. Aunque, obviamente, Bernardo, no mereció el título de rey consorte, pues tuvo muchas amantes y tuvo dos hijas ilegitimas.
Además, estuvo involucrado en negocios turbios y fue el principal creador del club Bilderberg. Una excepción a los consortes varones, fue el caso de la ex princesa consorte Salma de Marruecos, ex esposa del actual rey, con quien tuvo dos hijos. Fue nombrada, el día de su boda, princesa consorte, y fue un hecho histórico, ya que el rey, su ex marido, no quiso tener un harén, como sus antepasados, y, a Salma, no solo le dio el título de princesa, le dio permiso a mostrar el rostro.
Regresando a Enrique, todos sabemos que tuvo una gran pasión por la literatura, la poesía- escribió libros, y el arte. Durante sus últimos años, discutió en público con la reina, a quien dejaba y viajaba a sus queridos viñedos en Francia, donde se reconciliaba con su esposa.
La corte danesa, fastidiada de las quejas del príncipe consorte, hizo una declaración donde afirmó que el príncipe padecía demencia senil. Me pregunto, si al momento de que la corte declaró esto, ¿porqué el hombre que debió se rey estaba de vacaciones en el yate real en Egipto?
Tanto la periodista danesa, colega mía, como, yo, admiramos y respetamos a este príncipe que ejerció como “un verdadero monarca sin el título oficial”. Por mi parte, este artículo es homenaje al gran Enrique y una queja contra los cortesanos y el gobierno que estaba en el momento de su muerte. Respecto a la reina, ha demostrado, su amor hacia su esposo, y, siendo ya viuda, sigue reinando. Como comentario, este 3 de enero, la monarca danesa, fue vacunada contra el covid, el mismo que padece su joven nieto y heredero, Christian, del que esperamos se recupere. Antes de morir, el príncipe consorte declaró, estando ya realizadas las tumbas para él y su esposa, que no deseaba estar sepultado al lado de la reina. Deseo que se le cumplió. QEPD este gran príncipe.