/ jueves 1 de marzo de 2018

El observador parlamentario

El proceso electoral entró en suspenso en la fase de inter campaña, es cierto que se inmovilizó a los presidenciables pero el desgate que impone la “guerra sucia”, los desgasta con rapidez , se empeñan más en contraatacar al adversario

En ese escenario, es importante la legalidad de los elegibles, donde se ha iniciado una investigación a Ricardo Anaya, candidato de la coalición “Por México al Frente”, pero hay incertidumbre sobre otros posibles candidatos, ¿Quién es el guardián de la legalidad de las candidaturas?

El Presidente del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, planteò la necesidad de reemplazar a Ricardo Anaya Cortés, ante las” investigaciones por presunto lavado de dinero” que pesan sobre él, sugirió que de acuerdo al avance que tengan las investigaciones contra Ricardo Anaya, se deberá tomar la decisión de reemplazarlo

El momento de la contienda electoral sube de tono por las intención de depurar las propuestas de los candidatos, es en principio una lucha por la legalidad de las candidaturas, el INE se ha negado a cuestionarlas e investigarlas, porque carece de recursos y de facultades para emprenderla, en respuesta escueta y directa afirma que no es ministerio público..

Las candidaturas se procesan tanto de ellas es a través del tamiz de la discusión pública en los medios , además existen también prohibiciones expresas, donde se establecen los términos en que no es posible acceder al registro a un puesto de elección.

No existe un debate de ideas sino un combate entre enemigos que se descalifican mutuamente a partir de mostrar la corrupción que cada quien ve en el adversario, a Meade se le acusa de opacidad y desvío de 500 millones de pesos en su desempeño en Sedesol, por su parte argumenta tratarse transferencias.

En cuanto Anaya es sujeto de penalización de supuesto lavado de dinero a través de una empresa fantasma que vendió un predio millonario, su enriquecimiento acelerado le permitió acumular una fortuna de alrededor de 59 millones de pesos en un tiempo corto, tres años., un enriquecimiento inexplicable.

La respuesta de la coalición “Por México al Frente”, ha sido victimizar a su candidato decir que se trata de una acusación de Estado cuya finalidad es eliminarlo de la contienda electoral, Desde el ángulo político se cuestiona a la vez, la legalidad del Procurador de la República , Elias Beltràn, a quien se le señala de usurpación de funciones, por la vía de demandar juicio político, el cual es difícil que proceda en este último tramo de la LXIII Legislatura por encontrarse exhausta y agonizante además de que la Comisión jurisdiccional la preside el PRI, donde se archivará .

Los escarceos de las impugnaciones de los candidatos presidenciales es remoto se logre avanzar, en otros se ha visto la dificultad para que asi ocurra como con el Presidente Temer de Brasil.

Al candidato de Morena no se le incluye en los escándalos de corrupción ni de lavado de dinero, es otra la campaña de rechazo, se le impugna desde la teoría del miedo sembrando amenazas a la propiedad, la libertad empresarial y el fracaso económico al vincular su campaña con el proyecto de Venezuela, los excesos de la extrapolación apoyado en la guerra económica del apoderamiento del petróleo por los consorcio imperiales.

El recién embate contra el populismo corrió a cargo del escritor peruano con nacionalización europea, quien voluntariamente se ha convertido en “albacea” de la democracia en México. El escritor distinguido con el Nobel, declaró el riesgo de que la democracia mexicana tome el camino del populismo por la vía electoral.

Vargas Llosa vuelve a erigirse en observador supremo de la democracia mexicana, a la que advierte el peligro de convertirse en populista, la disquisición no tiene otro fin que preservar la apertura a los consorcios monopólicos.