El Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Entre las primeras iniciativas que deberá presentar al Congreso, se encuentra el Paquete Económico 2019, que incluye la Ley de Ingresos (LIF) y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
AMLO ha adelantado que en la LIF no habrá aumento de impuestos, y que se mantendrá un superávit primario para evitar un mayor endeudamiento del país.
Por su parte, el PEF contará con un total de recursos estimado en más de 5 billones 677 mil millones de pesos (mdp), según ha adelantado el Dip. Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública.
En este espacio hemos reconocido la nueva óptica del gobierno entrante, que se centrará en la atención de los grupos, regiones y estados más vulnerables -como el sur- sureste-, y muy en especial, el estado de Chiapas.
De sus 25 proyectos estratégicos, el Tren Maya y la siembra de más de 1 millón de hectáreas de árboles frutales y maderables, ayudarán a superar el atraso -que con respecto al centro y norte de Méxicoha acumulado esta zona durante más de tres décadas. Los costos de este rezago se han pagado en materia de crecimiento económico y productividad, pero sobre todo, con la precariedad de las condiciones de vida de la población.
La perspectiva de AMLO es adecuada: para catapultar el crecimiento de las regiones pobres, debe revertirse el ciclo recesivo en que se encuentran, agravado por la caída de la producción petrolera y de los precios del crudo.
Para ello, es indispensable que exista una clara separación entre el gasto social y el productivo, pero también, que se garantice su ejercicio de manera eficiente, honesta y transparente. Además, lo productivo debe ir de la mano de la sustentabilidad ambiental.
AMLO ha anticipado que el año entrante se invertirán en total 32 mil mdp en programas sociales tan sólo en Chiapas, y se sembrarán 200 mil hectáreas de árboles frutales y maderables en la Selva Lacandona, Cuenca del Grijalva, Frailesca y Soconusco, para generar más de 80 mil empleos.
Se prevé pues que el presupuesto dé un impulso sin precedentes a toda la región.
Sin embargo, grandes proyectos exigen también grandes compromisos. El cáncer de la corrupción y la impunidad debe ser extirpado por completo.
La nueva administración debe asimismo trabajar en una reingeniería administrativa y aprovechar el desarrollo de nuevas tecnologías para monitorear tanto la dispersión de los recursos, como su seguimiento y aplicación.
La merma que genera la corrupción debe ser erradicada, y la llegada de un nuevo gobierno, es una oportunidad histórica.
El Tren Maya -y otros proyectos todavía pendientes como la autopista Palenque- San Cristóbal-, atraerán turismo productivo de clase mundial, capaz de detonar la actividad económica como nunca.
Pero, para materializar y maximizar ese impacto, además de un presupuesto justo y ampliado, es fundamental la transparencia, que asegure que los recursos lleguen a quien deben. Ese es el primer paso.
El segundo, deberá ser la consolidación de un nuevo Pacto con la Federación, para que las entidades más pobres, hagan la planeación total de los recursos públicos con base en prioridades decididas localmente, por los propios ciudadanos, y no desde el centro. Sobre este tema, abundaremos en la próxima entrega.
Senador de la Republica
@LAMelgar