Con los datos que proporciona el INE al cierre de la semana pasada, poco más de 520 mil mexicanos en el extranjero tramitaron su credencial de elector, mientras que más de 242 mil manifestaron su intención de votar. Ante un panorama cada vez más cerrado en las próximas elecciones, y una participación ciudadana que preocupa a más de uno, se ha dicho que el voto en el extranjero será clave en la definición del próximo Presidente de la República.
La cifra para este 2018, es exponencialmente mayor que en ocasiones anteriores. En 2006 votaron 36,261 personas, y en 2012 fueron 40,714 los que emitieron su voto fuera de nuestras fronteras. En esta ocasión, se pronostica la cifra sea altamente superior, esto ante la implementación de nuevos mecanismos y tecnologías que acercarán a las y los ciudadanos al ejercicio de sus derechos, sin embargo, el voto se seguirá emitiendo de manera postal, a través servicios de mensajería que garantizarán el registro del sufragio.
En este proceso electoral los connacionales fuera de México podrán votar por candidatos a la Presidencia, el Senado y las gubernaturas de Ciudad de México, Morelos, Jalisco, Yucatán, Chiapas y Puebla.
Reconocer los derechos políticos de las y los paisanos, cruza indiscutiblemente con la valoración de su aporte al país. Después de India, China y Filipinas, México ha sido durante los últimos 10 años, la cuarta economía receptora de remesas en el mundo. El voto de los mexicanos en el extranjero es relevante, porque se trata de derechos políticos de alrededor de 12 millones de mexicanos que residen en otros países, es decir, cerca de 10% de la población total del país. Esta comunidad es un sector poblacional estratégico, pues sus aportes económicos son fundamentales para la economía del país.
La generación de divisas por este concepto para México, es una de las fuentes más importantes para el país, sólo seguida de las exportaciones de la industria automotriz y del sector agroalimentario, pero llegando incluso a ser la primera generadora de estos recursos en algunos años. Al cierre de 2017, las remesas recibidas ascendieron a los 28 mil millones de pesos.
Datos de Naciones Unidas, señalan que 119 Estados y territorios cuentan actualmente con disposiciones expresas que permiten el voto desde el extranjero. Sin embargo, las regulaciones expresas –leyes o decretos- sobre el voto en el extranjero han sido históricamente más comunes en Europa y África.
Para este proceso electoral, la estrategia del INE ha apostado por la tecnología para poder catapultar los números en la promoción del voto. Reflejo de esto, la semana pasada, previo al cierre del plazo que fue el 31 de marzo, Consulados en todo el mundo, ampliaron sus horarios y servicios. En Texas, Arizona y Chicago por ejemplo, se registraron hasta más de 450 citas para el último día, en las que se atendió a paisanos que deseaban cumplir el proceso para poder votar.
Esta transformación democrática que ha venido gestándose desde hace décadas, está apostando fuertemente por reconocernos como un país de migrantes, uno en el que la ciudadanía y sus inherentes derechos, no pueden ser cancelados por vivir más allá de las fronteras.
La democracia mexicana debe reflejar que nuestro país ha venido transformándose en una sociedad de migrantes, una con fuertes raíces que se extienden más allá de las fronteras y de cualquier muro. Hoy más que nunca, es importante que con el voto –principalmente el que provendrá de los migrantes en EUA- mandemos un mensaje fuerte de que nuestros paisanos y paisanas tienen derechos, y de que en México se reconocen sus derechos.
Diputada por Movimiento Ciudadano