/ domingo 8 de marzo de 2020

En alianza con las mujeres de México

“Un día sin nosotras”, así convocan las mexicanas a un paro nacional el próximo 9 de marzo. La causa del movimiento es la indignación por la violencia y el aumento de casos de feminicidios en el país. El objetivo de la protesta es visualizar un problema público que afecta al 51.2% de la población, así como remarcar la importancia de la participación de las mujeres para el desarrollo nacional. El descrédito al movimiento y a la problemática por parte del Presidente de la República contribuye a minimizar la demanda de justicia de miles de mujeres.

El paro nacional “un día sin nosotras” consiste en no asistir al trabajo o clases, no consumir bienes y servicios, no salir a la calle, no realizar ningún tipo de trabajo en el hogar por parte de las mujeres y niñas del país. La finalidad es demostrar la importancia que tienen las mujeres en la dinámica social, política y económica del país. De acuerdo con los datos del censo 2015 realizado por el INEGI la población mexicana es de aproximadamente 119 millones de personas, de las cuales 61 millones son mujeres, el 51.2% de la población.

El movimiento de mujeres para visualizar la violencia de género que sufren no es nuevo, pero los feminicidios recientes volvieron a sensibilizar a la opinión pública y a la sociedad mexicana. De acuerdo con la ONU, en México asesinan a una niña y diez mujeres cada día. Datos del INEGI demuestran que los feminicidios aumentaron 137% en los últimos cinco años; en la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares realizada por el instituto cerca de 200 mil mujeres enfrentan un intento de violación cada año y una de cada cuatro mujeres sufrieron un incidente relacionado con violencia sexual en el último año.

La violencia de género es una problemática que tiene sus causas en la cultura machista que se basa en estereotipos y roles que se asignan a las niñas y mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Esta cultura normaliza la violencia y provoca que las mujeres sean vistas como objetos, desvalorizando su valor como personas, lo que representa una violación a sus derechos humanos. Sus manifestaciones son el acoso sexual en la calles y redes sociales; distintos tipos de violencia como la psicológica, física, económica, sexual; hostigamiento en el trabajo o escuela, violación; tráfico de personas; hasta el feminicidio, que son los asesinatos que por sus características se considera que son causados por cuestiones de género.

El presidente no mostró empatía por los recientes casos de feminicidio, acusó al neoliberalismo de generar esta violencia y culpa a la oposición de manipular una demanda justa. Parece que el presidente no entiende la problemática y no tiene idea de cómo intervenir con políticas públicas para atenderla. Lo cual es frustrante, pues él representa a las mexicanas y debería trabajar por su seguridad. Por lo anterior, le toca a la ciudadanía levantar la voz y exigir que no se sigan violando los derechos de las mujeres. ¡Ni una más! ¡Ni una menos!


“Un día sin nosotras”, así convocan las mexicanas a un paro nacional el próximo 9 de marzo. La causa del movimiento es la indignación por la violencia y el aumento de casos de feminicidios en el país. El objetivo de la protesta es visualizar un problema público que afecta al 51.2% de la población, así como remarcar la importancia de la participación de las mujeres para el desarrollo nacional. El descrédito al movimiento y a la problemática por parte del Presidente de la República contribuye a minimizar la demanda de justicia de miles de mujeres.

El paro nacional “un día sin nosotras” consiste en no asistir al trabajo o clases, no consumir bienes y servicios, no salir a la calle, no realizar ningún tipo de trabajo en el hogar por parte de las mujeres y niñas del país. La finalidad es demostrar la importancia que tienen las mujeres en la dinámica social, política y económica del país. De acuerdo con los datos del censo 2015 realizado por el INEGI la población mexicana es de aproximadamente 119 millones de personas, de las cuales 61 millones son mujeres, el 51.2% de la población.

El movimiento de mujeres para visualizar la violencia de género que sufren no es nuevo, pero los feminicidios recientes volvieron a sensibilizar a la opinión pública y a la sociedad mexicana. De acuerdo con la ONU, en México asesinan a una niña y diez mujeres cada día. Datos del INEGI demuestran que los feminicidios aumentaron 137% en los últimos cinco años; en la Encuesta Nacional sobre Dinámica de las Relaciones en los Hogares realizada por el instituto cerca de 200 mil mujeres enfrentan un intento de violación cada año y una de cada cuatro mujeres sufrieron un incidente relacionado con violencia sexual en el último año.

La violencia de género es una problemática que tiene sus causas en la cultura machista que se basa en estereotipos y roles que se asignan a las niñas y mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Esta cultura normaliza la violencia y provoca que las mujeres sean vistas como objetos, desvalorizando su valor como personas, lo que representa una violación a sus derechos humanos. Sus manifestaciones son el acoso sexual en la calles y redes sociales; distintos tipos de violencia como la psicológica, física, económica, sexual; hostigamiento en el trabajo o escuela, violación; tráfico de personas; hasta el feminicidio, que son los asesinatos que por sus características se considera que son causados por cuestiones de género.

El presidente no mostró empatía por los recientes casos de feminicidio, acusó al neoliberalismo de generar esta violencia y culpa a la oposición de manipular una demanda justa. Parece que el presidente no entiende la problemática y no tiene idea de cómo intervenir con políticas públicas para atenderla. Lo cual es frustrante, pues él representa a las mexicanas y debería trabajar por su seguridad. Por lo anterior, le toca a la ciudadanía levantar la voz y exigir que no se sigan violando los derechos de las mujeres. ¡Ni una más! ¡Ni una menos!