/ domingo 3 de marzo de 2024

Entre piernas y telones / “Lamentos al viento” y “Les desertores”

Hace poco más de 31 años, en enero de 1993, en Ciudad Juárez, Chihuahua, aparecieron los cuerpos de Angélica Luna Villalobos y Alma Chavira Farel. Tenían 16 y 13 años, respectivamente. Ambas fueron asesinadas y abandonadas en predios. El cuerpo de Alma fue encontrado el día 23 y el de Angélica, 48 horas después.

Ambos crímenes marcaron el inicio de uno de los capítulos más negros de la historia de nuestro país, conocido como “Las muertas de Juárez”, que significó el asesinato de cientos de víctimas, todas mujeres de entre 10 y 35 años, generalmente trabajadoras o estudiantes, de clase baja.

Lejos de resolverse, esta terrible situación se ha extendido a gran parte del país, y hoy se calcula que cada día 11 mujeres son asesinadas por el simple hecho de ser mujeres. A ellas hay que sumar los transfeminicidios. Crimen en el que México ocupa el segundo deshonroso lugar en nuestro continente.

Ahora, ambos temas son la espina dorsal de sendas y estupendas puestas en escena, que coincidentemente parten de casos reales y son resultado de laboratorios y talleres de investigación teatral con adolescentes y jóvenes.

La primera de ellas es “Lamentos al viento”. Una de las entidades en los que la violencia hacia mujeres, niñas y mujeres trans ha aumentado escandalosamente es el Estado de México. Y es precisamente ahí donde se ubican las historias, terribles, indignantes, lamentables, que se escenifican en “Lamentos al viento”.

Se trata, como se explica en su promoción, “de una pieza escénica documental trabajada en el taller para jóvenes sobre el miedo como discapacidad social. Y es una meditación activa sobre la comunidad y lo común de las sociedades”.

La puesta en escena surge en dicho taller encabezado por el maestro Guillermo Navarro Fernández, en el que no se limitaron a montar un texto ya escrito, sino que a partir de las propias vivencias de sus jóvenes integrantes se planteó el tema de los feminicidios como la espina dorsal de la puesta en escena.

Un montaje lleno de detalles, de hallazgos, de aciertos que cautivan por su sencillez e impresionan por su efectividad.

Los intérpretes, bravo a cada uno de ellos pues en general todos están muy bien, son: Hiromi Palacios, Mía Luna, Danya Leal, Alexia Ramos, Daniela Escalante, Ricardo Durán, Santiago Manzano, Cristopher Ávila y Gabriel Buenavista.

“Lamentos al viento” se presenta los lunes hasta el 11 de marzo en la sala Julián Carrillo, de Radio UNAM, ubicada en la calle Adolfo Prieto 133, en la colonia del Valle.

El segundo montaje es “Les desertores (documental escénico con infancias y juventudes trans)”, que cuenta la vida de Samantha Channel Cantú, Dan Escárraga, Dan Nicolás Fonseca y Andrea Vázquez, los cuatro en proceso de transformación para ser la persona que ellos quieren ser.

Escrita y dirigida por Laura Uribe, “Les desertores” –como se explica en su programa de mano—“deviene de un proceso de investigación-creación de largo aliento llamado Cuerpo, género y disidencia. La dramaturgia como arquitectura de sentido. Tetralogía documental para dispositivos diversos e inclusivos”.

Este proyecto nació como parte del programa de residencias artísticas del Centro Cultural Helénico, y ahora hace temporada los sábados y domingos de marzo, a las 13:00 horas en la Sala Xavier Villaurrutia, del Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional.

Se trata de una experiencia fuerte, con un contenido que impacta y una verdad que se agradece. Cuatro jóvenes que escenifican sus propias historias, en un montaje lúdico, atractivo, que divierte, alecciona, llama a la reflexión sobre un tema que hasta hace poco era absolutamente invisible, y del que ahora cada vez se oye y atiende más.

Sin ser actores profesionales, los jóvenes logran una empatía absoluta con el público, pues en cada una de sus palabras, gestos, emociones, y hasta pequeños trastabilleos hay honestidad y realidad.

Felicidades a ellos cuatro y a todo el equipo que hace posible este montaje.