Por: Manuel Guadarrama
La información salva vidas. Después de casi dos décadas de la reforma en materia de transparencia y de casi 10 años de la creación de la Alianza para el Gobierno Abierto, integrada por 78 países, tenemos mejores herramientas frente a la Covid-19 para una respuesta y recuperación abierta.
Un aspecto difícil de cuantificar, pero que sin duda marca la diferencia en esta pandemia, es el valor agregado del Gobierno Abierto: la certeza. Es decir, la evidencia sobre la situación en materia de salud y el conocimiento sobre las acciones y los resultados por parte del Gobierno, las empresas y la sociedad en general.
Valorar la inteligencia pública conlleva a usar el conocimiento que se ha construido a través del diálogo y la interacción de todos los sectores. Ejemplo de esta colaboración es la respuesta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) ante la preocupación de la ciudadanía sobre el acceso a la información. En sesión del 30 de abril pasado, el Inai levantó la suspensión de plazos y acordó dar trámite a los recursos de revisión que involucran a sujetos obligados con actividades esenciales.
De igual forma, el 6 de mayo se presentó el “Decálogo de Apertura y Anticorrupción en COVID19”, a cargo de la Dirección de Estado Abierto del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México, con el propósito de transparentar y brindar acceso a la información que permita conocer desde qué hacer, a dónde acudir y qué medidas tomar, hasta estadísticas, disponibilidad de materiales y destino de los recursos públicos.
Otro de los ejemplos y buenas prácticas en materia de transparencia y acceso a la información es el Portal de Datos Abiertos de la Ciudad de México. La Agencia Digital de Innovación Pública puso a disposición de la población distintas bases de datos referentes a la situación de la pandemia actual. Además de bases de datos e información de acciones y medidas gubernamentales, la agencia desarrolló un modelo epidemiológico para mejorar la planificación y articular la respuesta de la CDMX.
No solo las acciones de gobiernos u organismos autónomos en materia de transparencia han demostrado ser de utilidad y valía para la sociedad en un escenario de crisis sanitaria y económica. La participación y colaboración de los ciudadanos, organizaciones y fundaciones también ha ayudado a actuar y responder ante la emergencia de la Covid-19. Un ejemplo es México x México, que impulsa el apoyo a médicos, enfermeras, hospitales, familias y grupos vulnerables, además de ayudar a pequeños negocios.
Las acciones que tienen como eje la transparencia, el acceso a la información, la participación ciudadana, la innovación, la rendición de cuentas y el aprovechamiento social de la tecnología fortalecen no solo un Gobierno, sino un Estado Abierto.
El Estado Abierto ofrece un marco institucional para que la interacción de todos los actores sociales construyan políticas públicas consensuadas (tradicionalmente reservadas exclusivamente al Gobierno) y por tanto con posibilidad de éxito, además de mejorar la capacidad de respuesta de nuestras autoridades en todos los poderes, ámbitos e instituciones. Un Estado Abierto es aquel que se preocupa y ocupa del quehacer público con el Gobierno y la sociedad.
P.D. No desesperes, si puedes, #QuédateEnCasa.
Coordinador de Gobierno y Finanzas del @IMCOmx.