En 2020, en una mañanera, a un año del asesinato del activista por los derechos al territorio y al agua Samir Flores de Morelos, se cuestionó a López por qué no se investigaba si podía ser causa de su asesinato su lucha contra la termoeléctrica de Huexca, y el hoy expresidente contestó que la fiscalía estatal tenía el caso, y después de lamentar el crimen, dijo que su asesinato “le sirvió a los oportunistas, a los que están buscando cómo culparnos para afectarnos”.
Un año antes, a unos días de que ultimaran a Samir, en su visita a esta comunidad López fue recibido con una manifestación y ahí acusó a los pobladores de ser “radicales de derecha”. Este crimen sigue impune.
Su desdén hacia las y los periodistas nunca lo pudo ocultar. “Estamos viviendo uno los peores momentos del periodismo, todos los días nos atacan, es una prensa tendenciosa, alquilada, al servicio de corruptos” decía.
Respecto a los crímenes contra la libertad de expresión la respuesta del gobierno fue recortar los presupuestos del Mecanismo de Protección a Periodistas, descuidar la profesionalización de quienes deben realizar los análisis de riesgo y de las causas del contexto criminal; esto ha derivado en la frustración de las y los peticionarios.
Esta grave situación es un cáncer difícil de extirpar porque las amenazas lo mismo provienen de la delincuencia, que de agentes del estado. Por desgracia el sexenio terminó con 47 periodistas asesinados, igual cifra que Peña y dos menos que con Calderón. Periodistas Sin Fronteras ha señalado a México como “el país sin conflicto armado más peligroso para la prensa en todo el mundo”.
Este es el guión del documental de Netflix intitulado “Estado de Silencio” donde se relata el via crucis de un grupo de periodistas que investigan las transas de la tala de bosques, el horror de las y los migrantes en Tapachula y el norte del país, del fenómeno delincuencial de Sinaloa. Evidencian el fracaso del Mecanismo de Protección y las dificultades del desplazamiento forzoso al que se ven obligados y obligadas, igual los riesgos de perder la vida al seguir viviendo en el lugar donde siempre han desarrollado su profesión. Su realidad es compleja y de enorme peligro. En este documental volvemos a recordar muchos de los casos que nos impactaron por su crueldad e impunidad.
Apenas unas horas para el estreno de este documental, el periódico El Debate de Culiacán fue baleado. Igual El Sol de México nos informa que la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, al realizar su asamblea, advirtió que “los ataques del crimen organizado y gubernamentales crean zonas de silencio”. En su informe la SIP mencionó que la libertad de prensa en México siempre recibió continuas agresiones por parte del expresidente López Obrador, no cesó de calificar a los periodistas de corruptos. Estas amenazas han contribuido a una situación de impunidad y a un clima de hostilidad. Hoy matan a periodistas en México y no pasa nada, dice su comunicado.
164 periodistas han sido asesinados desde el 2000, 98% siguen impunes; decenas siguen desaparecidos.
Les invito a ver el documental “Estado de Silencio”; la dirección corrió a cuenta de Santiago Maza y la producción por Diego Luna.
Esta es la realidad que debe corregir la Presidenta Sheinbaum; un país donde la aplicación de la ley ha sido una simulación. ¿Habrá un Estado de Derecho? O lo que prevalecerá es un estado de silencio.