La Constitución de la CDMX reconoce a las y los capitalinos, el derecho a una Ciudad Habitable y al Espacio Público, entre otros más.
El espacio público es el lugar donde ejercemos otros derechos, como la movilidad o la manifestación de ideas, sin embargo se había menospreciado pensándolo como sitios residuales o sobrantes del desarrollo urbano en el entonces Distrito Federal.
Oportunamente, el Congreso capitalino tiene desde su creación una comisión de espacio público, y al frente en ambas legislaturas, he seguido las acciones que en la materia implementó el Gobierno de Claudia Sheinbaum, y ahora el de Martí Batres.
Estoy convencida que es importante involucrar a la ciudadanía en las decisiones de obras e intervenciones en el espacio público, y la autoridad debe al menos difundir previamente la información y los alcances, para evitar afectaciones.
Al parecer, la prisa del Gobierno Central y la abrupta forma de resguardar distintos espacios públicos para iniciar trabajos antes de terminar esta gestión, hizo que se olvidaran de informar antes a la ciudadanía.
Mientras el lunes pasado se cerró completamente la Alameda Central, para el fin de semana se sumó el resguardo de espacios en la Glorieta de los Insurgentes
Sin más datos, los capitalinos quedaron boquiabiertos e hicieron conjeturas:
Al tomar ambos lugares, fueron retirados los llamados vendedores ambulantes, ¿cuál es la prisa del actual gobierno? ¿se pretende limitar al gobierno entrante? ¿evitan el desgaste de la próxima Jefa de Gobierno Clara Brugada?
Todas las respuestas tienen una constante: no se involucró a la ciudadanía, ni particularmente se difundió información, pues a la fecha hay quienes desconocen porqué están resguardados los espacios.
Quienes escucharon o pusieron atención el mensaje que diera Martí Batres el pasado 27 de junio, por cumplir un año al frente del Gobierno Capitalino, saben que uno de sus tres compromisos es impulsar acciones a favor del espacio público.
Los temas de agenda para los trabajos de la comisión en el Congreso, son inquietudes ciudadanas que buscan ser resueltas, algunas de ellas se expusieron y se enriquecieron desde hace 6 años, como:
Parquímetros, cableado, mantenimiento y recuperación de espacios, uso adecuado de áreas verdes, publicidad, o la Ley de Espacio Público.
Las actividades cotidianas en las colonias, pueblos, barrios y comunidades, hicieron comunes los conflictos a causa de esos temas, y al no contar con Ley, la solución queda en la buena voluntad de uno o más servidores públicos.
De llegar ese impulso hasta el Congreso, es posible que transite la propuesta en comisiones para un periodo extraordinario, y tener Ley que regule al espacio público, sería una realidad, quitando uno de los muchos pendientes que esta a punto de heredar la tercera Legislatura.
