Hace unos días la ciudadanía fue testigo del feminicidio de Reyna, que desde el pasado 14 de mayo fue reportada como desaparecida en el municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
El hallazgo de los restos de Reyna fueron mediante una orden de cateo en la casa de un hombre de 72 años donde la Fiscalía encontró más restos óseos y pertenecías de otras probables víctimas.
La violencia contra las mujeres es la forma más recurrente de violar sus derechos humanos, el gobierno actual se pronuncia a favor de las mujeres, sin embargo, su actuar es completamente distinto.
En 2020 se registraron 969 feminicidios, más de dos por día en promedio, la cifra más alta desde 2015, cuando se comenzó a clasificar este delito. Se ha agravado en el país derivado a la pandemia y la suspensión de medidas de protección como el retiro de los fondos para los centros de justicia para las mujeres, refugios para mujeres y programas de atención a la violencia de género.
Estos feminicidios no solo reflejan el estado de salud de la sociedad, también la incompetencia de las autoridades para resolver estos crímenes, para castigar a quienes lo hacen y evitar que sigan desapareciendo más mujeres.
Se deben implementar más acciones para lograr erradicar esta conducta, como homologar el delito de feminicidio en todo el país, crear en todas las procuradurías fiscalías especializadas para investigar y erradicar el feminicidio; pero también es un tema integral que requiere que las mujeres tengan alternativas para salir del circulo de la violencia con programas que brinden empoderamiento económico.
Tal como lo he sostenido siempre, México necesita invertir en prevención social de la violencia y la delincuencia, especialmente en la primera infancia, para prevenir la descomposición social que genera delitos como el feminicidio.
secretaria general del CEN del PRI
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