Quedan menos de treinta días antes de que nuestro país tenga, al menos virtualmente, a la primera mujer presidenta. La agenda pública estará enfocada a la transición y los ajustes en cargos públicos de estados y municipios. Siempre que se cierran ciclos conviene hacer un balance de lo aprendido, bueno, malo o feo. En estos casi 6 años, parece que hubo una gran transformación de la actividad gubernamental ¿en verdad es así?
Potencialmente, para este análisis se podrían considerar infinidad de factores, perspectivas, temas, etcétera. Simplificando este ejercicio y considerando únicamente datos oficiales, las preocupaciones de los mexicanos de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Cultura Cívica (INEGI, 2020), los 10 temas de interés son: 1) corrupción, 2) pobreza, 3) inseguridad, 4) desempleo, 5) mal desempeño del gobierno, 6) mala aplicación de la ley, 7) mala atención hospitalaria, 8) baja calidad de la educación pública, 9) falta de coordinación gubernamental y 10) contaminación ambiental. Veamos que dicen los datos.
En corrupción
La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG 2023) señaló que 83.1% consideró frecuente la corrupción y 14% la experimentó al realizar trámites, pagos, solicitudes de servicios, o al tener contacto con alguna persona servidora pública. El costo de la corrupción para 2023 se estimó en 11 mil 910 millones de pesos. Sin embargo, la tasa de prevalencia de corrupción al realizar un trámite personal está entre los niveles registrados en 2015 y 2017. En los estados que se registró una disminución de actos de corrupción respecto a 2021 fueron: Puebla, Estado de México, Guanajuato y Baja California. En el otro extremo se registraron aumentos en Chihuahua, Baja California Sur, Tlaxcala, Colima, Querétaro, Hidalgo, Tamaulipas y Guerrero.
En pobreza
Según la última medición del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval 2022), el porcentaje de población en situación de pobreza en México bajó del 439% al 36.3%. Sin embargo, la pobreza extrema se ubicó en 7.1%, mayor a la reportada en 2018. Es decir, la población en pobreza disminuyó en general, pero la pobreza más severa aumentó. A pesar de la gran apuesta por los programas sociales y el gasto en desarrollo social más alto registrado (3.7 billones de pesos), actualmente se estima que hay 9.1 millones de personas en pobreza extrema.
En seguridad
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2023, de cada 10 hogares mexicanos, 3 tuvieron al menos a uno de sus integrantes como víctima de un delito. Sin embargo, la tasa de víctimas de delito por cada 100 mil habitantes es la menor registrada desde 2012 (22 mil 587). Comparado con 2021, la tasa de prevalencia disminuyó en siete entidades federativas, pero aumentó también en siete, el resto no tuvo cambios. En 2022, las tasas más altas se registraron en Ciudad de México, Estado de México y Tlaxcala. Mientras que las tasas más bajas se presentaron en Chiapas, Veracruz y Oaxaca. Baja California Sur, Yucatán y Coahuila son los estados que una mejor percepción de seguridad del país.
En desempleo
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI es la principal fuente de información sobre el mercado laboral mexicano. La tasa de desocupación, es decir, la población que se encuentra sin trabajar, está buscando trabajo y disponible para trabajar en el tercer trimestre de 2023 fue de 3%, presentando un ligero cambio respecto al mismo trimestre de 2018 (3.4%). En materia de informalidad laboral la situación es similar, en 2018 era de 57.2% y en 2023 de 55.1%.
En el desempeño de las instituciones
Medir el desempeño de las instituciones públicas es casi imposible debido a la diversidad de funciones que desempeñan, así como de factores internos (falta de información) o externos (contextos sociales). Para efectos de este ejercicio, sirve de ilustración la satisfacción de las personas con los servicios públicos. En la ENCIG 2023 el grado de satisfacción general de la ciudadanía con los servicios públicos básicos y bajo demanda aumentó, al pasar de 48.2 % en 2021 a 50.0 % en 2023.
En la siguiente entrega los datos sobre el resto de los temas de interés para la ciudadanía. A botepronto, los datos por sí mismos dan argumentos para calificar de positivo o negativo este sexenio. Lo que sí podemos concluir es que no existen cambios radicales. La “transformación” más bien parece evolución, con avances en algunos aspectos y desafíos en otros.
*Manuel Guadarrama es maestro en políticas públicas y profesor universitario.
