La importancia geoestratégica de la frontera de Tamaulipas con Texas no solo se circunscribe a la relevancia que tiene para la economía del crimen organizado el tráfico de drogas, armas, indocumentados, robo de combustible, secuestro y extorsión. También porque se ha convertido en una de las regiones más vigiladas por los servicios de inteligencia estadounidense a raíz del aumento del tráfico de inmigrantes, la confrontación de bandas criminales con conexiones con la delincuencia transnacional, y a los intereses de la clase política local que muta de colores y filiaciones partidistas pero mantiene lazos con el submundo criminal.
La frontera tamaulipeca es la única del país que está a cargo de regimientos de caballería donde han estado en servicio en otro tiempo el actual Oficial Mayor y el jefe de Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional. Esta región está dividida en cuatro sectores militares cada uno a cargo de un regimiento. En el primero que comprende Nuevo Laredo y Nueva Ciudad Guerrero, opera el 16 Regimiento de Caballería Motorizado (RCM), unidad que estuvo al mando del coronel José Isidro Grimaldo desaparecido en diciembre de 2022 en Jalisco cuando estaba de vacaciones, y de quien a la fecha se desconoce su paradero.
Nuevo Laredo tiene la aduana más importante en recaudación del país, es también la más grande de las aduanas de la frontera norte, sin embargo es la tercera en detección de divisas ilegales y segunda en decomiso de armas. Un documento de la Agencia Nacional de Aduanas fechado en el verano de 2022 con la evaluación de los militares a cargo de las aduanas, llamaba la atención de que a pesar de ser la aduana con mayor operación en la frontera las detecciones de delitos fiscales no reflejaban este fenómeno.
La aduana como centro neurálgico quedó reflejado la madrugada del 14 de marzo del 2022 cuando tropas del Ejército mexicano, Guardia Nacional y agentes de la Fiscalía General de la República capturaron en la colonia Hidalgo de Nuevo Laredo a Juan Gerardo Treviño Chávez, sobrino de Omar y Miguel Ángel Treviño Morales lideres de los Zetas detenidos el sexenio pasado. El jefe del autodenominado Cártel de Noreste (CDN) fue capturado junto a Jorge Ezequiel Gutiérrez Pimentel, líder del grupo armado que se hace llamar “tropa del infierno”. Su detención generó una ola de ataques coordinados por células criminales a instalaciones militares, al edificio del INE, en calles aledañas al Consulado estadounidense, mientras realizaban quemas de vehículos y bloqueos en los dos puentes fronterizos en las inmediaciones de la aduana.
Si algo quedó claro aquel día fue el potencial y nivel de organización del grupo criminal que controla Nuevo Laredo, quienes hoy día siguen generando desestabilización de cara al proceso electoral de este año.
Hace un par de años la inteligencia militar preveía que con estas dos capturas, en el corto plazo el CDN se vería imposibilitado para continuar con su intención de arrebatarle al Cartel del Golfo y su facción “Metros”, el control de los municipios de Nueva Ciudad Guerrero, Miguel Alemán, Camargo y Díaz Ordaz, la llamada “Frontera Chica”. La prospectiva se cumplió a medias, la beligerancia continúa y Nuevo Laredo es la hidra que alimenta a uno de los grupos criminales más violentos del país.
@velediaz424