Los sismos de baja intensidad que se han percibido en diversas partes de la Ciudad de México, estos días, han reavivado el temor y estado de alerta entre las y los capitalinos.
A pesar que los sismos son fenómenos naturales impredecibles, el hecho de estar en una zona de alta sismicidad, hace indispensable contar con acciones para prevención de desastres.
Miles de vidas cobró el terremoto de 1985, lo que a su vez, provocó cambios importantes en materia de construcciones y desarrollo urbano.
Sin embargo, el recordatorio de esa tragedia que vivimos en 2017, debe servir para sumar otros mecanismos de prevención.
Estoy convencida que las medidas de gestión integral de riesgos y protección civil, son una herramienta indispensable, al brindar información para prevenir alguna tragedia y saber cómo reaccionar.
De ahí la importancia de planear el desarrollo de la ciudad considerando la gestión de riesgos como un eje prioritario para definir las políticas de desarrollo urbano y la vocación del suelo en las colonias.
El objetivo a mediano plazo es elaborar los instrumentos de ordenamiento territorial considerando las causas de riesgo y vulnerabilidad, para definir las estrategias de las autoridades en materia de prevención, reacción y mitigación.
Pero no solo eso, en los documentos vigentes que regulan el desarrollo y crecimiento de la ciudad, es importante revisar y actualizar los mismos criterios, o en algunos casos, incorporarlos para evitar una tragedia.
Solo por dar un ejemplo, el incendio de una fábrica de bicicletas en vallejo, donde la respuesta de la autoridad fue inmediata, y la ayuda de otras alcaldías también, sin embargo, la ubicación del inmueble, la saturación de vialidades y otros factores de la zona, dificultaron y retrasaron las acciones.
Fue en la colonia Vallejo, una de las 9 que conforman el Programa Parcial de Desarrollo Urbano “Vallejo 2020-2050” que para ese enero del 2022, tenía apenas 10 meses de haberse publicado.
En menos de un año de los 30 que regirá el crecimiento de la Ciudad en esa zona, se hizo evidente la necesidad de replantearse algunos criterios.
Caso contrario en el diseño del Programa Parcial en Atlampa en junio de 2022, donde se planteó dividir y fragmentar algunas naves industriales para abrir más vialidades, no solo por la movilidad, sino para la reacción en caso de algún percance.
La revisión en esta materia debe ser permanente, y su actualización constante. Sin embargo, no solo es labor de la autoridad, es labor de todas y todos impulsarlo como elemento indispensable para definir el crecimiento y modernización de la ciudad.
En esa materia no solo está en juego la inversión en uno o más desarrollos, sino la vida de quienes habitamos la CDMX, y la sostenibilidad de la misma ciudad, a mediano y largo plazo.