/ sábado 3 de diciembre de 2022

Hackear la brecha de género es un trabajo en equipo

Por: Tatiana Canon, Líder de Alianzas Estratégicas de Deportes en Google


Aún sin ser hombre o experta en futbol, estoy encargada de liderar los proyectos deportivos para el buscador de Google. Existen una serie de aptitudes que he trabajado a lo largo de mi carrera, que van, desde aprender a dominar lenguajes de programación hasta crear estrategias de negocio. Estas habilidades, debido al contexto de la industria tecnológica y la empresa en la que trabajo, han estado por encima de cualquier estereotipo de género.

Siento que no ser una experta en el mundo deportivo se ha convertido para mí en una ventaja: puedo ver las cosas sin prejuicios, sin dar nada por hecho, y eso es muy importante a la hora de trabajar en un producto como el conocido Buscador de Google que es usado por millones de personas, de países y realidades diferentes.

La curiosidad de entender cómo pasábamos de un modelo de teléfono celular a otro, de una red social a otra y cómo todo se convertía en parte esencial de nuestra cotidianidad, me dio un primer impulso para lanzarme y creer que yo, una mujer, podía entrar a esta industria y solucionar problemas tecnológicos. Comencé a interactuar con ingenieros, directores, CEOs, en su mayoría hombres. Sin embargo, la cuota de mujeres en cargos de coordinación iba aumentando con el tiempo. De esta forma entendí la importancia de la representación en este tipo de industrias, pues al verme reflejada en otras mujeres, vi un camino que podía seguir.

El cambio en la brecha de género se da, desde mi punto de vista, con la combinación de un impulso interno y un apoyo externo. Necesitamos un contexto que nos apoye, que abra espacios y se convierta en un terreno fértil para que nuestras aptitudes prosperen. De acuerdo con Global Gender Gap, el sector tecnológico tiene un gran déficit de de mujeres todavía, con una representación solo del 14% en Cloud Computing, 20% en ingeniería y 32% en Datos e Inteligencia Artificial. Entre más mujeres aprendan hoy de tecnología más posibilidades tendremos de hackear contextos de género estigmatizados.

Actualmente llevo más de 15 años trabajando en tecnología y casi seis en verticales deportivas. Si bien, en la actualidad no existe una carrera universitaria que reúna toda la mezcla de saberes que se necesitan para estos cargos, es muy urgente que, en un mundo digital como el que habitamos, en donde además siete de cada diez vacantes abiertas son en tecnología, las niñas y niños sean educados y motivados por igual en el aprendizaje de lenguajes de programación, que en nuestras casas seamos curiosos y abiertos a entender la tecnología no solo desde su utilidad y que en los programas educativos del gobierno se incluya fortalecer y crear nuevas carreras que tengan como eje central la tecnología.

En este mundo, quienes saben de tecnología tienen más herramientas para derrumbar los estereotipos. Sigamos ese impulso y preparémonos, para que juntas continuemos abriendo esos caminos que alguna vez otras abrieron para mí.

Por: Tatiana Canon, Líder de Alianzas Estratégicas de Deportes en Google


Aún sin ser hombre o experta en futbol, estoy encargada de liderar los proyectos deportivos para el buscador de Google. Existen una serie de aptitudes que he trabajado a lo largo de mi carrera, que van, desde aprender a dominar lenguajes de programación hasta crear estrategias de negocio. Estas habilidades, debido al contexto de la industria tecnológica y la empresa en la que trabajo, han estado por encima de cualquier estereotipo de género.

Siento que no ser una experta en el mundo deportivo se ha convertido para mí en una ventaja: puedo ver las cosas sin prejuicios, sin dar nada por hecho, y eso es muy importante a la hora de trabajar en un producto como el conocido Buscador de Google que es usado por millones de personas, de países y realidades diferentes.

La curiosidad de entender cómo pasábamos de un modelo de teléfono celular a otro, de una red social a otra y cómo todo se convertía en parte esencial de nuestra cotidianidad, me dio un primer impulso para lanzarme y creer que yo, una mujer, podía entrar a esta industria y solucionar problemas tecnológicos. Comencé a interactuar con ingenieros, directores, CEOs, en su mayoría hombres. Sin embargo, la cuota de mujeres en cargos de coordinación iba aumentando con el tiempo. De esta forma entendí la importancia de la representación en este tipo de industrias, pues al verme reflejada en otras mujeres, vi un camino que podía seguir.

El cambio en la brecha de género se da, desde mi punto de vista, con la combinación de un impulso interno y un apoyo externo. Necesitamos un contexto que nos apoye, que abra espacios y se convierta en un terreno fértil para que nuestras aptitudes prosperen. De acuerdo con Global Gender Gap, el sector tecnológico tiene un gran déficit de de mujeres todavía, con una representación solo del 14% en Cloud Computing, 20% en ingeniería y 32% en Datos e Inteligencia Artificial. Entre más mujeres aprendan hoy de tecnología más posibilidades tendremos de hackear contextos de género estigmatizados.

Actualmente llevo más de 15 años trabajando en tecnología y casi seis en verticales deportivas. Si bien, en la actualidad no existe una carrera universitaria que reúna toda la mezcla de saberes que se necesitan para estos cargos, es muy urgente que, en un mundo digital como el que habitamos, en donde además siete de cada diez vacantes abiertas son en tecnología, las niñas y niños sean educados y motivados por igual en el aprendizaje de lenguajes de programación, que en nuestras casas seamos curiosos y abiertos a entender la tecnología no solo desde su utilidad y que en los programas educativos del gobierno se incluya fortalecer y crear nuevas carreras que tengan como eje central la tecnología.

En este mundo, quienes saben de tecnología tienen más herramientas para derrumbar los estereotipos. Sigamos ese impulso y preparémonos, para que juntas continuemos abriendo esos caminos que alguna vez otras abrieron para mí.