Por Manuel Guadarrama
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dio a conocer las estimaciones de pobreza multidimensional en México. En lo que va del gobierno de López Obrador 3 millones 800 mil mexicanos pasaron a ser pobres. La pobreza crece 7.3% y los pobres en extremo llegan a 10 millones, un 24% más. Se puede decir que es simplista o fácil concluir el fracaso de la política social del presidente, pero los datos no mienten. Por muy compleja y sistémica que sea la realidad pandémica, ahí está la consecuencia de tomar decisiones con “los otros datos”.
Antes de ver algunos datos, conviene recordar qué es el Coneval. Por aquello de las descalificaciones, hay que recordar que éste es un organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal. Su mandato es generar información objetiva sobre la situación de la política social y la medición de la pobreza en México, que permita mejorar la toma de decisiones. A la llegada de López Obrador, todos los entes públicos especializados, técnicos o autónomos han sufrido en menor o mayor medida descalificaciones desde Palacio Nacional. El Coneval no se salvó.
El presidente destituyó a su entonces Secretario Ejecutivo el Dr. Gonzalo Hernández Licona y nombró al Dr. José Nabor Cruz en un intento por alinear el perfil del Coneval a su proyecto político. Además, sigue pendiente que se expida la ley que le otorgue una mayor autonomía del Ejecutivo a este organismo. No obstante, el Coneval cumplió su función. Ante pregunta expresa de un periodista en conferencia de prensa: ¿A usted y a su Gobierno sí le da para aceptar que hay casi 6 millones de personas más en pobreza y pobreza extrema? Contestó el presidente: No acepto el resultado de esa encuesta, tengo otros datos … la gente no ha perdido la fe … estamos saliendo adelante...
La política social del presidente Obrador generó que pasáramos del 16.2% de población con carencia de acceso a los servicios de salud en México a 28.2%. Los números son fríos, pero estamos hablando de que en 2018 ya 20.1 millones de mexicanos no tenían acceso a servicios de salud, ahora son más de 35.7 millones de mexicanos. En materia educativa también hay retroceso, casi un millón de personas cayeron en rezago educativo, y por lo tanto, menores oportunidades de salir de la pobreza (24.4 millones en 2020).
De acuerdo con el mismo reporte del Coneval, entre 2018 y 2020, el ingreso total per cápita disminuyó 6.9%, debido a la caída de todas las fuentes de ingreso, salvo las transferencias monetarias totales. Esto podría significar que las ayudas del gobierno sí llegaron, pero no fue así. A pesar de que las transferencias aumentaron 16.2%, al pasar de $639.67 a $743.51 fue debido a las remeses que desvergonzadamente presume el gobierno actual.
Además del monumento a los paisanos que envían dinero a México, el gobierno debería dejar de presumir como logro la mayor dependencia de las remesas. Esto lejos de ser un logro, habla de la falta de oportunidad en el país. Para conocer Las Distintas Caras de la Pobreza no es suficiente con medir el ingreso, también considerar derechos sociales como elementos que permiten el desarrollo de las personas.
En 19 entidades federativas se presentó un aumento en el porcentaje de la población en situación de pobreza. Las tres entidades que presentaron el mayor incremento son Quintana Roo de 30.2% a 47.5%, Baja California Sur de 18.6% a 27.6% y Tlaxcala de 51% a 59.3%.
No faltarán los apoyos a la política social del presidente. Inclusive argumentarán que nos fue bien considerando la pandemia. Lo cierto es que los datos no mienten. Los programas sociales no están llegando a la población, hay 3.8 millones de nuevos pobres y no hay esperanza de corregir el rumbo: pasamos de primero los pobres a primero más pobres…
Coordinador de Gobierno y finanzas del IMCO. Las opiniones expresadas en esta columna son personales y no reflejan la postura institucional.
@ManuGuadarrama