En 2014, el panorama internacional se vio favorecido con el lanzamiento de la campaña Hefor She, que ONU Mujeres dio a conocer en favor de la igualdad de género, mediante el involucramiento de los hombres y niños como agentes de cambio en el mundo.
Pronto este movimiento cobró fuerza y se fueron adhiriendo al mismo: jefes de Estado, instituciones académicas y públicas, organismos empresariales y personalidades artísticas, políticas y sociales de diversos países, entre ellos México.
Dos años después de su lanzamiento, el INE se sumó a esta campaña, y en continuidad de esta línea cronológica, el pasado 20 de octubre, los partidos políticos con registro nacional decidieron, asimismo, hacer suyo este proyecto.
En suma, los cinco compromisos que asumieron, estarán dirigidos a fortalecer, en su vida interna y desde el ámbito de sus competencias, el empoderamiento de las mujeres en el país, al garantizar que sus respectivas plataformas promuevan los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales de los que México es parte, al capacitar a todas las candidatas y candidatos en materia de género, igualdad sustantiva y no discriminación, al garantizar la paridad de género en la integración de sus órganos directivos partidistas, al implementar protocolos de prevención, atención, sanción y reparación del daño en caso de violencia contra las mujeres al interior de los partidos, y al garantizar y verificar que en la propaganda política y electoral, por una parte, las candidatas tengan acceso a los recursos en igualdad de condiciones que los candidatos, y por otra, que las campañas electorales de las y los candidatos no reproduzcan estereotipos de género.
En este contexto, y a tres años de haberse constitucionalizado el principio de la paridad de género en el país, se han registrado avances significativos para garantizar el acceso de las mujeres en la vida política. A raíz de la puesta en práctica de este principio, la conformación de los congresos federal y locales ha alcanzado umbrales que no se habían visto antes, en cuanto a la integración de mujeres en dichos órganos legislativos (destaca, en el ámbito federal, la Cámara de diputadas y diputados con una integración de 42.4%).
Aunado a ello, el Índice de la Paridad Política, construido mediante la implementación del Proyecto Atenea en México, reconoce que, a pesar de los logros normativos en la materia, existen grandes desafíos derivado de la persistencia de conductas discriminatorias, en detrimento de la participación de las mujeres en el quehacer público, lo cual se atestigua con la ausencia marcada de mujeres en los espacios deliberativos y de toma de decisiones, incluidos el Poder Ejecutivo Federal y local, el Poder Judicial, el Poder Judicial Electoral, y en cargos titulares de la Administración Pública Federal.
En el marco del Proceso Electoral Federal 2017-2018, es de destacar que los partidos políticos nacionales se sumen a esta iniciativa, pues actualmente no basta la evolución normativa con la cual, ciertamente, se prepara el terreno para la construcción de sociedades más justas, inclusivas e igualitarias. Si bien esto es de gran ayuda, el conflicto más grande se centra en los cambios socio-culturales y en la des-masculinización de los espacios públicos. Para ello, hace falta, sobre todo, voluntad política.
Consejera electoral del INE