La violencia que azota a México se ha vuelto una realidad que nos exige acción inmediata.
Las métricas reconocidas a nivel internacional como indicadores para medir la inseguridad y violencia en un país son el número y la tasa de homicidios.
En 2022, de acuerdo con información del Censo Nacional de Procuración y Justicia Estatal publicado por el INEGI, en nuestro país se denunciaron y abrieron carpetas de investigación para 37.7 víctimas de homicidio por cada 100 mil habitantes (47,462). La tasa en México es siete veces más alta que la tasa mundial de 5.8 por cada 100 mil habitantes calculada en el Estudio mundial sobre el homicidio 2023 publicada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en México, definitivamente tenemos un problema de violencia.
Esta disparidad manifiesta una realidad lacerante que ha alcanzado a las niñas, niños y adolescentes que da como resultado 6 homicidios diarios contra esta población.
Según el Censo Nacional de Procuración y Justicia Estatal (CNPJE), en 2022 se registraron un total de 2,307 delitos de homicidio de niñas, niños y adolescentes en México. De los 2,037 homicidios infantiles y adolescentes, 377 fueron contra niñas y niños de entre 0 a 4 años, 246 tenían entre 5 a 9 años, 430 tenían entre 10 a 14 y 1,254 adolescentes de entre 15 a 17 años. Las cifras son desgarradoras y no podemos ignorarlas.
El problema requiere de esfuerzos focalizados, de acuerdo con la misma fuente, los estados con más de 100 homicidios infantiles y adolescentes tan solo en un año fueron Guanajuato con 255 homicidios, Michoacán con 236, Estado de México con 201, Jalisco con 183, Zacatecas con 181, Chihuahua con 122, y Chiapas con 106. Cada número, cada estadística, representa una vida perdida, una muerte violenta. No podemos permitir que esta violencia contra la infancia continúe.
Gráfica: Número de delitos de homicidio cometidos a víctimas niñas, niños y adolescentes de entre 0 y 17 años en carpetas de investigación abiertas y averiguaciones previas en 2022 (CNPJE).
Ante el escenario de violencia, no se puede dejar de mencionar la alarmante cifra de feminicidios en México que alcanzó en el último registro del CNPJE 2022: 203 feminicidios de niñas y adolescentes en México, lo cual implica que cada 2 días asesinan a una niña o adolescente por razón de género.
Todos estos datos resultan aún más impactantes cuando sabemos que en México existe una enorme cifra oculta en materia de violencia, de acuerdo con la Encuesta de Victimización y Percepción de Seguridad Pública ENVIPE 2023, el 92.4% de los delitos no se denuncian o no se abre una carpeta de investigación.
Desde Early Institute, expresamos nuestra preocupación por la alarmante situación que enfrenta la niñez en México, marcada por la falta de seguridad y protección. Los desafíos que enfrentamos son múltiples y requieren una acción urgente y coordinada por parte de las autoridades.
No se puede seguir con la ausencia de un estado de derecho efectivo. Las autoridades encargadas de la seguridad pública y la impartición de justicia han demostrado estar rebasadas por la realidad social, lo que ha llevado a una creciente sensación de impunidad y a la búsqueda de justicia por mano propia por parte de la ciudadanía, como lo observamos en el caso de feminicidio de Camila en Taxco.
Además, la legislación y los procesos judiciales actuales no están a la altura de las necesidades de la población, especialmente de la niñez. La falta de una perspectiva especializada en los casos que involucran a niñas, niños y adolescentes ha resultado en una respuesta deficiente por parte de las autoridades y en una revictimización.
Ante esta situación, desde Early Institute recomendamos: 1) Fortalecimiento del sistema judicial: Es fundamental mejorar la capacidad de respuesta de las autoridades y contar con procesos más eficientes para proteger los derechos de la niñez. 2) Especialización de servidores públicos: Se deben implementar programas de formación y sensibilización para garantizar una atención adecuada a los casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes. 3) Apoyo y protección a las víctimas: El estado debe garantizar una protección integral a las víctimas y sus familias, brindando todas las medidas necesarias para su seguridad y bienestar. 4) Congruencia entre normas jurídicas y realidad social: Es necesario revisar y reformar la legislación para asegurar que se adapte a las necesidades reales de la sociedad y se aborden los retos específicos de cada región.
Es hora de que las autoridades tomen medidas concretas para proteger a la niñez mexicana. No podemos permitirnos seguir perdiendo vidas inocentes debido a la inacción y la falta de políticas efectivas, necesitamos construir un futuro más seguro y justo para nuestras niñas y niños de México.