Durante el segundo trimestre del año, la actividad económica de la región sur presentó el mayor crecimiento económico, con 6.0% anual. Lo anterior, según estimaciones del Banco de México, publicadas en su Reporte sobre las Economías Regionales. Sin duda alguna, la inversión pública provocada por proyectos tales como el Tren Maya, el Tren Transítsmico y la refinería de Dos Bocas, ha sido fundamental para alcanzar dichos niveles. Cabe resaltar que las obras insignia de la actual administración, ha marcado el ritmo en la actividad industrial del país. En julio, el Indicador Mensual de la Actividad Industrial creció 0.5% en comparación con junio, siendo notorio el protagonismo del subsector de la construcción, que creció 2 por ciento.
Diversos analistas advierten que el crecimiento económico del país en general, superará nuevamente al de Estados Unidos, tanto durante el presente año, como el siguiente, debido principalmente a la pérdida de dinamismo, provocada por la restricción monetaria de nuestro vecino del norte. El mayor dinamismo de la economía mexicana es atribuido al avance que ha registrado el consumo, así como el efecto provocado por el “nearshoring”.
Respecto a este último, la relocalización de cadenas ha significado que el 9.3 por ciento de las empresas mexicanas haya experimentado aumentos en su producción, ventas o inversión debido a este fenómeno. Según datos también del Banxico, por este rubro, la región con más beneficios directos para las empresas en los últimos 12 meses ha sido el Norte del país, con 11.9 por ciento; seguida de la región Centro, con 9.8 por ciento. La que ha tenido la menor participación en este proceso Al último quedó el Sur, con 5.7 por ciento.
Según datos del área de Business &Strategy de “Invest in Latam”, uno de los sectores que muestra un importante impulso a lo largo del primer semestre del año, es industria automotriz, la cual ha recibido inversiones por más de 12 mil 200 mdd, beneficiada por las estrategias de electrificación de productos automotrices de armadoras en el país, así como en la industria de infraestructura de carga.
Pese a estos buenos resultados, habrá que estar atentos a ver el impacto que podría tener la huelga de trabajadores de General Motors, Ford y Stellantis en Estados Unidos, que comenzó el 15 de septiembre de 2023. La huelga que incluye las plantas de las tres empresas en Estados Unidos, no solo afecta al mercado estadounidense. En el caso de México, la afectación no solo tiene que ver con que no exista abasto de unidades, sino también en la proveduría de componentes para las plantas nacionales, lo que podría llevar a la reducción o suspensión de la producción en México.
Uno de los ámbitos en los que también se han experimentado cifras positivas es en el de exportaciones agroalimentarias. De enero a julio el superávit comercial en este rubro, creció 13.1% a 5,793 millones de dólares. Los productos mexicanos con mayores divisas generadas son la cerveza, con 3,531 millones de dólares; el tequila y el mezcal, con 2,765 mdd. y el tomate, con 1,880 mdd. En este contexto, el embajador de Estados Unidos en México espera que la posición de México como el principal proveedor de mercancías a Estados Unidos, en lugar de China, sea una tendencia permanente. El diplomático expresó su confianza en que las controversias comerciales -entre las que destaca el tema energético y el del maíz transgénico- se resolverán de una manera apropiada bajo los estatutos del T-MEC.
El escenario internacional permite ser optimistas en el corto plazo, no obstante habrá que dar especial atención a las forma en que evolucionen las variables macroeconómicas. Diversos analistas han mostrado su preocupación por la propuesta hecha en el Paquete Económico 2024. El déficit fiscal del 4.9 por ciento del PIB planteado para 2024, ha cambiado la dinámica que prevaleció a lo largo de los últimos cinco años. Gran parte de la confianza que tuvo el gobierno de López Obrador en los mercados internacionales, se debió a su ortodoxia en el manejo de superávit. Desafortunadamente, podría llegar a su fin.
Habrá que estar atentos. ¿Viene una baja en la nota soberana de México en los siguientes meses? ¿Afectaría esta situación, el escenario positivo en materia de comercio bilateral e Inversión Extranjera Directa? Aunque el “nearshoring” ha abierto un horizonte prometedor, debemos impedir que malas decisiones afecten el sano desempeño de nuestra economía.