/ miércoles 28 de agosto de 2024

Invasión ucraniana en Kursk, ¿maniobra estratégica de cara al fin negociado de la guerra?

Por Mónica Laborda Sánchez

@molaborda

Por primera vez desde el inicio del la guerra en Ucrania, el pasado 6 de agosto el ejército ucraniano logró penentrar territorio ruso, con una exitosa invasión en la región de Kursk, lo que plantea una nueva estrategia en esta prolongada guerra.

Es importante destacar que desde la Segunda Guerra Mundial es la primera invasión en territorio ruso. A esto se añade la importancia histórica de la región de Kursk ya que fue el sitio de un punto de inflexión en la lucha soviético-alemana durante la Segunda Guerra Mundial y el sitio de la batalla de carros de combate más grande de la historia.

La ciudad de Kursk, importante punto de tránsito para el suministro de gas de Rusia a Europa a través de Ucrania además es sede una importante instalación estratégica, la central nuclear. El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha afirmado el grave riesgo que supone la actividad militar en sus inmediaciones.

La reciente invasión de Ucrania en Kursk es sin duda un gran cambio de la guerra. Lo interesante es comprender ¿Qué quiere demostrar Ucrania?.

En primer lugar, la invasión de Kursk plantea un cambio en la dinámica de conflicto y el punto que considero más importante a futuro: las consecuencias que tiene este hecho para posicionar a Ucrania en una posible negociación que diera fin a la guerra. Esta afirmación es muy importante ya que ya no será negociar territorio por paz, sino territorio por territorio. La guerra ya no se circunscribe a su territorio, sino que también abarca ahora al ruso.

La primera visita en la historia moderna de Ucrania de un primer ministro de la India, importante actor global, se presenta en medio de un momento volátil en tiempos de guerra de ahí su relevancia. Narendra Modi se reunió el 23 de agosto con el presidente Volodímir Zelenski, a quien instó a sentarse a conversar con Rusia para poner fin a la guerra en curso. Incluso, se ofreció a actuar como mediador para ayudar a lograr una tregua.

En los próximos meses todas las miradas volverán hacia las elecciones en Estados Unidos. El papel político en el desenlace de la guerra que puede desempeñar Ucrania fortalecida por la invasión en Kursk, en caso de que sus aliados occidentales presionaran para entablar negociaciones, le daria un as en la manga para negociar, presionando a Rusia a entrar en un proceso de negociación “más justo”.

En segundo lugar, pone al descubiero la vulnerabilidad de Rusia y sus posibles puntos débiles. Sin duda la invasión ucraniana en territorio ruso ha logrado su objetivo, al desestabilizar la situación. Ha puesto de manifiesto los continuos fallos de la inteligencia rusa, así como la escasez de reservas experimentadas para la batalla de Moscú en una guerra librada a lo largo de un frente enorme de 1207 kilómetros.

Los rápidos avances ucranianos también han trastocado la percepción global de una lenta pero indetenible marcha rusa hacia la victoria en una guerra de desgaste. Este punto es muy importante ya que expone un cambio en la narrativa de la guerra y una victoria política para Ucrania ya que revitaliza la confianza occidental, revirtiendo el tono pesimista de los últimos meses.

En tercer lugar, la invasión en Kursk es un claro triunfo para Ucrania en el ámbito informativo, sumado al gran estímulo moral para los ucranianos. Demuestra que Rusia no es tan fuerte como afirma. Según diversos analistas militares, la clave del éxito de Ucrania, se explica al lograr penetrar territorio ruso con bastante facilidad y con poca o ninguna resistencia, siendo un ataque completamente sorpresivo demostrando que los servicios de inteligencia rusos realmente no pudieron prever ningún tipo de incursión ucraniana en la región.

Cabe destacar que el 26 de agosto Ucrania enfrenta uno de los mayores ataques rusos desde que inició la guerra. Rusia ha lanzando drones, misiles de crucero y misiles hipersónicos, atacando 15 de las 24 regiones del país con el objetivo de inmovilizar las infraestructuras energéticas. Este ataque, sin duda, ha sucedido como respuesta a la maniobra estratégica de Ucrania en Kursk e impone un gran desafío en el que el campo diplomático para poner fin al conflicto se obscurece aún más y habría que considerar otros escenarios futuros para imaginar un sorpresivo fin de una guerra enquistada por más de dos años.


Por Mónica Laborda Sánchez

@molaborda

Por primera vez desde el inicio del la guerra en Ucrania, el pasado 6 de agosto el ejército ucraniano logró penentrar territorio ruso, con una exitosa invasión en la región de Kursk, lo que plantea una nueva estrategia en esta prolongada guerra.

Es importante destacar que desde la Segunda Guerra Mundial es la primera invasión en territorio ruso. A esto se añade la importancia histórica de la región de Kursk ya que fue el sitio de un punto de inflexión en la lucha soviético-alemana durante la Segunda Guerra Mundial y el sitio de la batalla de carros de combate más grande de la historia.

La ciudad de Kursk, importante punto de tránsito para el suministro de gas de Rusia a Europa a través de Ucrania además es sede una importante instalación estratégica, la central nuclear. El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha afirmado el grave riesgo que supone la actividad militar en sus inmediaciones.

La reciente invasión de Ucrania en Kursk es sin duda un gran cambio de la guerra. Lo interesante es comprender ¿Qué quiere demostrar Ucrania?.

En primer lugar, la invasión de Kursk plantea un cambio en la dinámica de conflicto y el punto que considero más importante a futuro: las consecuencias que tiene este hecho para posicionar a Ucrania en una posible negociación que diera fin a la guerra. Esta afirmación es muy importante ya que ya no será negociar territorio por paz, sino territorio por territorio. La guerra ya no se circunscribe a su territorio, sino que también abarca ahora al ruso.

La primera visita en la historia moderna de Ucrania de un primer ministro de la India, importante actor global, se presenta en medio de un momento volátil en tiempos de guerra de ahí su relevancia. Narendra Modi se reunió el 23 de agosto con el presidente Volodímir Zelenski, a quien instó a sentarse a conversar con Rusia para poner fin a la guerra en curso. Incluso, se ofreció a actuar como mediador para ayudar a lograr una tregua.

En los próximos meses todas las miradas volverán hacia las elecciones en Estados Unidos. El papel político en el desenlace de la guerra que puede desempeñar Ucrania fortalecida por la invasión en Kursk, en caso de que sus aliados occidentales presionaran para entablar negociaciones, le daria un as en la manga para negociar, presionando a Rusia a entrar en un proceso de negociación “más justo”.

En segundo lugar, pone al descubiero la vulnerabilidad de Rusia y sus posibles puntos débiles. Sin duda la invasión ucraniana en territorio ruso ha logrado su objetivo, al desestabilizar la situación. Ha puesto de manifiesto los continuos fallos de la inteligencia rusa, así como la escasez de reservas experimentadas para la batalla de Moscú en una guerra librada a lo largo de un frente enorme de 1207 kilómetros.

Los rápidos avances ucranianos también han trastocado la percepción global de una lenta pero indetenible marcha rusa hacia la victoria en una guerra de desgaste. Este punto es muy importante ya que expone un cambio en la narrativa de la guerra y una victoria política para Ucrania ya que revitaliza la confianza occidental, revirtiendo el tono pesimista de los últimos meses.

En tercer lugar, la invasión en Kursk es un claro triunfo para Ucrania en el ámbito informativo, sumado al gran estímulo moral para los ucranianos. Demuestra que Rusia no es tan fuerte como afirma. Según diversos analistas militares, la clave del éxito de Ucrania, se explica al lograr penetrar territorio ruso con bastante facilidad y con poca o ninguna resistencia, siendo un ataque completamente sorpresivo demostrando que los servicios de inteligencia rusos realmente no pudieron prever ningún tipo de incursión ucraniana en la región.

Cabe destacar que el 26 de agosto Ucrania enfrenta uno de los mayores ataques rusos desde que inició la guerra. Rusia ha lanzando drones, misiles de crucero y misiles hipersónicos, atacando 15 de las 24 regiones del país con el objetivo de inmovilizar las infraestructuras energéticas. Este ataque, sin duda, ha sucedido como respuesta a la maniobra estratégica de Ucrania en Kursk e impone un gran desafío en el que el campo diplomático para poner fin al conflicto se obscurece aún más y habría que considerar otros escenarios futuros para imaginar un sorpresivo fin de una guerra enquistada por más de dos años.