La corrupción de servidores públicos en los tres niveles de gobierno – regular, malo y pésimo – le cuesta a México 600 mil millones de pesos al año, cifra ésta que equivale al nueve por ciento del Producto Interno Burro.
Son datos del Banco Mundial, dicen, aunque dudo que una institución seria como esa se aventure a dar cifras así de rotundas sobre algo tan inconmensurable como la inmoralidad humana. Hay que examinar más de cerca este asunto, porque lo envuelve un misterio que dura ya más de medio siglo.
Contador de mordidos y mojados
Vamos a aceptar, sin conceder, que México pierde 600 mil millones al año porque, igual que a Chuchita, lo bolsean sus públic@s servidor@s. ¿ Cómo lo sabe el BMl, o cualquiera que se atreva a dar este tipo de estadística ? Por definición, la corrupción es cosa misteriosa que no deja huella y sólo en escasos casos, como en los ligues de René Bejarano
( quien, tal como están las cosas, no nos extrañaría fuera propuesto como Fiscal Anticorrupción ) se graba. Y cuando alguien dice que cada familia mexicana gastó en mordidas 500 pesos durante 2017 ¿ cómo llegó a esa cifra ? Las únicas posibilidades son ir casa por casa preguntando, o calcular a ojo de buen cubero cuántas multas dejó de poner un policía de tránsito, multiplicarlas por los miembros de la corporación, y por 365, y dividirlo entre el Censo.
Eso, o que exista un Consejo Nacional de la Corrupción secreto, donde la clase deshonesta mexicana reporte lo que recibe por dar licencias a construcciones como Artz Polanco; por las comisiones que recibieron los que firmaron los contratos, jamás revelados, de los segundos pisos de López Obrador ; por las miles de transas que se hacen esta istmoisla que habitamos ; salvo que exista un Consejo Nacional de la Corrupción secreto, decía, y que ese Consejo difunda las confidencias de sus agremiados, no veo como se puedan conocer los ingresos de la kleptocracia mexicana.
Un mojadómetro en el centro del río Bravo
Es como lo de los paisanos sin papeles en el otro lado. Alguna vez se dijo que del otro lado viven 20 millones de extranjeros ilegales, de los cuales 12 millones son mexicanos, y sin pruebas, porque están indocumentados, se ha vuelto verdad buena y aceptada oficialmente.
Ni aun teniendo instalado un mojadómetro en el centro del Bravo podría la Migra hacerse una idea de cuántos mexicanos cruzan sin papeles. Está bien que se la jalen, pero que no se columpien.
Buenos días. Buena suerte.
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