El próximo 9 de agosto se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, una fecha en la que recordamos nuestros orígenes, así como a las culturas de nuestros pueblos y comunidades indígenas que le siguen dando identidad a nuestro presente.
Como chihuahuenses, nos sentimos profundamente orgullosos de la riqueza cultural que guarda nuestra tierra, así como de la diversidad de pueblos y lenguas que nos representan a todos como un solo Estado.
Pero también, esta fecha nos llama a reflexionar y hacer un acto de conciencia; nos llama a pensar en la histórica deuda que tenemos con los pueblos originarios, en el olvido que todos ellos han sufrido y en la indolencia de las instituciones en el pasado para responder a sus necesidades y atender su dolor.
Cuando tomé protesta como Gobernadora, hice el compromiso de cuidar y responder por todos los chihuahuenses, y de llegar hasta los rincones más alejados de nuestro Estado en búsqueda de quien necesita apoyo. Por supuesto, esto incluye de manera muy sentida a las personas que viven en nuestra zona serrana.
Fue con ese compromiso presente, y con un espíritu de mucha solidaridad, que en el 2023 comenzamos un proyecto sin precedentes en Chihuahua. La estrategia “Juntos por la Sierra Tarahumara” es una iniciativa que coordina todas las acciones del gobierno del Estado en favor de nuestra zona serrana, para así, desde todas las secretarías y con todas las voluntades puestas en un mismo objetivo, atender de fondo las necesidades de las comunidades serranas.
Al adentrarnos al corazón de la sierra, nos enfrentamos con realidades muy complejas. Conocimos adultos mayores que nunca en su vida habían recibido algún tipo de atención médica, a niños con distintos grados de desnutrición, a mujeres embarazadas con alto riesgo, y muchos otros casos muy delicados.
Nos encontramos con todos ellos, conocimos sus pesares, su dolor, pero también, fuimos testigos de cómo resurgió la esperanza de cientos de personas al llevarles atenciones que nunca habían recibido en su vida.
Las acciones han sido muy diversas, pero absolutamente todas tienen un mismo objetivo: dignificar sus vidas y ante todo, evitar ese dolor que sí puede ser evitado. Por supuesto, los retos han sido muchos, pues estamos hablando de una de las zonas geográficas más extensas y a la vez inaccesibles de nuestro Chihuahua.
Sin embargo, nuestra voluntad para llegar al hermano que necesita de nosotros ha logrado imponerse, y hoy en día son miles de familias las que de una u otra forma han sentido el respaldo del Gobierno del Estado.
Estamos hablando de llevar atenciones de salud de primer nivel a las comunidades más alejadas, cuidar de los niños que más nos necesitan, construir nuevos caminos para reducir prácticamente a la mitad los tiempos de traslado, llevar por primera vez agua potable y drenaje, capacitar y apoyar a los negocios familiares para que se puedan desarrollar, entre muchas otras acciones.
Este mes, cumplimos ya un año de haber emprendido este ambicioso proyecto, y estaremos reunidos una servidora, el gabinete estatal, alcaldes de la zona serrana, empresariado chihuahuense, sector educativo, sociedad civil organizada, miembros de agrupaciones religiosas, y por supuesto personas y autoridades de nuestros pueblos originarios; todos juntos en el Palacio de Gobierno, para recordar y celebrar lo que la voluntad chihuahuense conquista cuando se une en favor de los más desfavorecidos.
Hemos caminado firmemente durante este primer año, y hoy el rostro de tantas hermanas y hermanos es muy diferente. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Por eso, además de una celebración, es un recordatorio para nunca ser indiferentes al dolor de los otros, y tener la conciencia de que siempre podemos llegar a más personas.
La Sierra Tarahumara y su gente nunca más estarán solos. Aquí está su gobernadora y el pueblo chihuahuense para responder a sus necesidades.
Gobernadora de Chihuahua