/ lunes 11 de noviembre de 2024

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos sobrevive en un pantano

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos sigue decreciendo el objeto de su creación. Un poco de historia es necesario para acentuar la importancia de su constitución.

En su Tratado sobre la Tolerancia, Voltaire en 1763, se esmera en ilustrar la importancia de una reforma a la justicia penal para que no se impongan los fanatismos religiosos y la intolerancia religiosa. Usa en este tratado por primera vez la categoría de derecho humano y concreta debe prevalecer sobre los prejuicios religiosos, sin que se impongan aspectos absurdos y bárbaros.

En esa época se usaba también la denominación de derechos naturales, y en Francia se definieron como derechos del hombre. Diderot reflexionaba respecto de ellos, como los derechos de la humanidad.

En la etapa en la ilustración del siglo XVIII estos filósofos y otros más, concibieron que un hombre por serlo, adquiere derechos. Los derechos sobrepasan la filosofía y su influencia se instaura en la política, el arte, la economía y el Estado.

La discusión comienza: derechos ciudadanos, naturales, positivos, humanos. De la Declaración de Independencia de los EU de 1776, siguió la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, también la Declaración de los Derechos de la Mujer y Ciudadana sin influencia para cambios sociales por estar inscrita en un ambiente político y social androcéntrico. En 1809 Suecia crea la figura del Ombudsman.

La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 se aprueba después de la segunda guerra mundial; su preámbulo dice que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables, sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o cualquier otra condición. Todos los países deben protegerlos.

Jorge Carpizo preguntaba al crear la CNDH por qué y para qué se necesita un Ombudsman. Entre varias razones, señalaba que esta figura es un complejo mecanismo que tiende a controlar el poder en beneficio de la libertad, igualdad y seguridad de las personas. Enfatizaba que el Ombudsman (u Ombudsperson) sólo puede existir en donde hay democracia. En los sistemas totalitarios o autoritarios se convierte en una figura sin ninguna importancia o sin resultados prácticos, concluía.

Hoy observamos una serie de artimañas ilegales y de presión política por parte de Morena en el Senado al integrar en la terna, de entre quienes se elegirá a la Presidenta de la CNDH, a la actual presidenta Rosario Piedra. Ella sólo ha sido un figurín que no ha defendido los derechos humanos. Recordemos que llegó tramposamente a esta responsabilidad hace cinco años. Como militante del partido en el gobierno violó uno de los requisitos para estar en ese cargo: no pertenecer a un partido político. Nunca se legitimó frente a las graves violaciones a los derechos humanos.

En este proceso se vuelve a las andadas: de 15 aspirantes fue la peor; quitan de la terna a Tania Ramírez la segunda mejor calificada; y entrega una carta de recomendación falsa del obispo Raúl Vera quien anunció denunciará el hecho.

Se dice que desde la Presidencia se impulsa esta reelección. De ser cierto podremos decirle adiós aquí en México, a un proceso que se ha venido construyendo desde dos siglos atrás, para proteger los derechos humanos frente a las injusticias.

Defensora de derechos humanos


La Comisión Nacional de los Derechos Humanos sigue decreciendo el objeto de su creación. Un poco de historia es necesario para acentuar la importancia de su constitución.

En su Tratado sobre la Tolerancia, Voltaire en 1763, se esmera en ilustrar la importancia de una reforma a la justicia penal para que no se impongan los fanatismos religiosos y la intolerancia religiosa. Usa en este tratado por primera vez la categoría de derecho humano y concreta debe prevalecer sobre los prejuicios religiosos, sin que se impongan aspectos absurdos y bárbaros.

En esa época se usaba también la denominación de derechos naturales, y en Francia se definieron como derechos del hombre. Diderot reflexionaba respecto de ellos, como los derechos de la humanidad.

En la etapa en la ilustración del siglo XVIII estos filósofos y otros más, concibieron que un hombre por serlo, adquiere derechos. Los derechos sobrepasan la filosofía y su influencia se instaura en la política, el arte, la economía y el Estado.

La discusión comienza: derechos ciudadanos, naturales, positivos, humanos. De la Declaración de Independencia de los EU de 1776, siguió la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, también la Declaración de los Derechos de la Mujer y Ciudadana sin influencia para cambios sociales por estar inscrita en un ambiente político y social androcéntrico. En 1809 Suecia crea la figura del Ombudsman.

La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 se aprueba después de la segunda guerra mundial; su preámbulo dice que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables, sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o cualquier otra condición. Todos los países deben protegerlos.

Jorge Carpizo preguntaba al crear la CNDH por qué y para qué se necesita un Ombudsman. Entre varias razones, señalaba que esta figura es un complejo mecanismo que tiende a controlar el poder en beneficio de la libertad, igualdad y seguridad de las personas. Enfatizaba que el Ombudsman (u Ombudsperson) sólo puede existir en donde hay democracia. En los sistemas totalitarios o autoritarios se convierte en una figura sin ninguna importancia o sin resultados prácticos, concluía.

Hoy observamos una serie de artimañas ilegales y de presión política por parte de Morena en el Senado al integrar en la terna, de entre quienes se elegirá a la Presidenta de la CNDH, a la actual presidenta Rosario Piedra. Ella sólo ha sido un figurín que no ha defendido los derechos humanos. Recordemos que llegó tramposamente a esta responsabilidad hace cinco años. Como militante del partido en el gobierno violó uno de los requisitos para estar en ese cargo: no pertenecer a un partido político. Nunca se legitimó frente a las graves violaciones a los derechos humanos.

En este proceso se vuelve a las andadas: de 15 aspirantes fue la peor; quitan de la terna a Tania Ramírez la segunda mejor calificada; y entrega una carta de recomendación falsa del obispo Raúl Vera quien anunció denunciará el hecho.

Se dice que desde la Presidencia se impulsa esta reelección. De ser cierto podremos decirle adiós aquí en México, a un proceso que se ha venido construyendo desde dos siglos atrás, para proteger los derechos humanos frente a las injusticias.

Defensora de derechos humanos