por Alina Gamboa Combs
La 28ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP 28) se celebró en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, del 30 de noviembre al 12 de diciembre del 2023. El propósito de esta conferencia es buscar e implementar acciones para limitar el calentamiento global que resulta de la actividad humana, sobre todo el causado por la quema de hidrocarburos.
Por una parte, parece que los políticos se dan cuenta de la importancia de cambiar la trayectoria actual y buscar cuidar el planeta, del cual todas las naciones y todo ser viviente depende. Sin embargo, algunos argumentan que el cambio climático existe desde los inicios de la tierra y que no se puede detener. Otros argumentan que es cíclico y sólo hay que dejarlo fluir. Pero muchos notan cómo la actividad humana tiene un efecto directo sobre la salud del planeta.
Líderes debaten sobre los efectos que tendría mitigar el cambio climático sobre su economía y desarrollo. Los países más contaminantes no quieren perder competitividad y los menos contaminantes (y menos desarrollados) no quieren limitar sus posibilidades de crecimiento y de alcanzar a los países más desarrollados. No creen justo que los países desarrollados que contaminaron sin límites al momento de industrializarse ahora les pidan que busquen alternativas menos contaminantes – parece que sólo no quieren que los alcancen.
Tal vez hay que verlo de otra manera, circunvalando los debates del calentamiento global y enfocándonos en el valor que tiene un medio ambiente limpio y sano. Es difícil ponerle un valor a lo que la naturaleza nos ha dado sin que esto implique un esfuerzo de nuestra parte. ¿Cuánto cuesta el aire limpio, el agua limpia, y la tierra fértil con nutrientes y sin desechos químicos? ¿Cuánto cuesta dormir a oscuras sin contaminación de luz o de ruido? Tal vez hay que ponerle un valor para que lo valoremos.
En 2018 Greenpeace y el Centre for Research on Energy and Clean Air calcularon que la contaminación del aire causada por la quema de energía fósil en el mundo cuesta $9,259.26 dólares cada segundo. También calcularon que es culpable de 4.5 millones de muertes cada año, restando un promedio de diecinueve años de vida a cada víctima. Asimismo, el libro “The Global Health Cost of PM2.5 Air Pollution: A Case for Action Beyond 2021” del Banco Mundial calcula numerosas pérdidas ($8.1 mil millones de dólares al año) por gastos excesivos en el tratamiento de enfermedades causadas por la contaminación del aire. En general, los países más afectados son los de ingresos medios y bajos, y el impacto se concentra especialmente en las ciudades.
La COP 28 finalmente llegó a un acuerdo para empezar una transición y señala el “principio del fin de la era de los combustibles fósiles”. Es un inicio, pero ¿qué tal si dejemos de ver el despertar hacia un mundo más limpio y una tierra sustentable como un debate o una negociación a futuro y lo vemos cómo algo que tiene un valor inmediato que hay que preservar?
Profesora-investigadora de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México