/ viernes 5 de julio de 2024

La decisión está en manos de Joe Biden

El panorama político en los Estados se vuelve cada día más complejo tras el primer debate presidencial de la semana pasada que enfrentó a un dubitativo y desconectado Joe Biden frente a un Donald Trump sólido con sus dichos más cercanos a la mentira y amplificado por las luces del estudio de televisión que es su catapulta para hacerse de más adeptos o al menos restarle seguidores a su competidor.

Más allá de las verdades a medias, datos falsos o agresiones directas, Donald Trump se alzó con la victoria en este ejercicio de cara a la opinión pública nacional e internacional ya que mostró el peor escenario para el actual presidente Biden. Su desconcentración, la lentitud en las reacciones, las respuestas sin conexión mostraron a un posible candidato con problemas y se sumaron a la crítica de quienes han visto en el demócrata pocas habilidades para conducir la Casa Blanca un período más

La prensa y los medios electrónicos en los Estados Unidos, no dejaron de utilizar palabras como: pánico, pesadilla, knock out, desastre, momento crítico, incoherente, perdido, ansioso, miedo, para mostrar su sorpresa ante el desempeño de Biden que se refleja en la pérdida entre 3 y 6 puntos de la confianza de los posibles electorales, lo que llevó a diferentes miembros del Partido Demócrata a plantearse la posibilidad de un cambio de candidatura durante la Convención partidista a mediados del mes de agosto.

Si bien hay una línea de cerrar filas en distintos espacios en torno al presidente, quien ha dicho que estaba cansado de sus viajes al extranjero en los días previos al debate, de ahí su desempeño. La realidad es que algunos periódicos como The New York Times, articulistas, militantes y analistas consideran que si los demócratas quieren ganar las elecciones presidenciales es el momento que Biden de un paso al lado y se decidan por una persona que pudiera renovar no solo la imagen de eficiencia para una nueva administración, sino que aliente a votar por los demócratas o al menos no elegir a Trump.

Si bien los temas del debate eran importantes y controversiales, quedaron en un segundo plano para ser discutidos más adelante. Hoy solo se habla de quiénes podrían ser los posibles relevos del presidente en su campaña electoral. Desde la vicepresidenta Kamala Harris, hasta el gobernador de California, Gavin Newsom, parecen integrar esta lista.

Sin embargo, en el lado republicano parecen encontrar terreno fértil para su virtual candidato que no solo salió bien librado del debate televisivo sino que en el terreno de la justicia, la resolución de inmunidad frente a actos oficiales del presidente, parecen revertir las acusaciones por su accionar en la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021, lo que era un obstáculo más para consolidar su candidatura junto con el retraso de la sentencia del juicio sobre el soborno que se posterga hasta septiembre en lugar del jueves próximo. Estos son elementos que le allanan el camino para que en la convención republicana que iniciará el 15 de julio se convierta en el marco para reafirmar y oficializar su tercera candidatura a la Casa Blanca y cada vez más con un panorama favorable si no hay reacción del otro contendiente. La decisión hoy es de Joe Biden.


El panorama político en los Estados se vuelve cada día más complejo tras el primer debate presidencial de la semana pasada que enfrentó a un dubitativo y desconectado Joe Biden frente a un Donald Trump sólido con sus dichos más cercanos a la mentira y amplificado por las luces del estudio de televisión que es su catapulta para hacerse de más adeptos o al menos restarle seguidores a su competidor.

Más allá de las verdades a medias, datos falsos o agresiones directas, Donald Trump se alzó con la victoria en este ejercicio de cara a la opinión pública nacional e internacional ya que mostró el peor escenario para el actual presidente Biden. Su desconcentración, la lentitud en las reacciones, las respuestas sin conexión mostraron a un posible candidato con problemas y se sumaron a la crítica de quienes han visto en el demócrata pocas habilidades para conducir la Casa Blanca un período más

La prensa y los medios electrónicos en los Estados Unidos, no dejaron de utilizar palabras como: pánico, pesadilla, knock out, desastre, momento crítico, incoherente, perdido, ansioso, miedo, para mostrar su sorpresa ante el desempeño de Biden que se refleja en la pérdida entre 3 y 6 puntos de la confianza de los posibles electorales, lo que llevó a diferentes miembros del Partido Demócrata a plantearse la posibilidad de un cambio de candidatura durante la Convención partidista a mediados del mes de agosto.

Si bien hay una línea de cerrar filas en distintos espacios en torno al presidente, quien ha dicho que estaba cansado de sus viajes al extranjero en los días previos al debate, de ahí su desempeño. La realidad es que algunos periódicos como The New York Times, articulistas, militantes y analistas consideran que si los demócratas quieren ganar las elecciones presidenciales es el momento que Biden de un paso al lado y se decidan por una persona que pudiera renovar no solo la imagen de eficiencia para una nueva administración, sino que aliente a votar por los demócratas o al menos no elegir a Trump.

Si bien los temas del debate eran importantes y controversiales, quedaron en un segundo plano para ser discutidos más adelante. Hoy solo se habla de quiénes podrían ser los posibles relevos del presidente en su campaña electoral. Desde la vicepresidenta Kamala Harris, hasta el gobernador de California, Gavin Newsom, parecen integrar esta lista.

Sin embargo, en el lado republicano parecen encontrar terreno fértil para su virtual candidato que no solo salió bien librado del debate televisivo sino que en el terreno de la justicia, la resolución de inmunidad frente a actos oficiales del presidente, parecen revertir las acusaciones por su accionar en la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021, lo que era un obstáculo más para consolidar su candidatura junto con el retraso de la sentencia del juicio sobre el soborno que se posterga hasta septiembre en lugar del jueves próximo. Estos son elementos que le allanan el camino para que en la convención republicana que iniciará el 15 de julio se convierta en el marco para reafirmar y oficializar su tercera candidatura a la Casa Blanca y cada vez más con un panorama favorable si no hay reacción del otro contendiente. La decisión hoy es de Joe Biden.