/ sábado 19 de octubre de 2024

La moviola / “A cielo abierto”: Dolor y redención

@lamoviola

Historia de crecimiento, dolor, perdón y redención, “A cielo abierto” (Mariana y Santiago Arriaga, 2023), va más allá de ser una coming of age. Por principio de cuentas, el filme, con guion de Guillermo Arriaga, sigue la estructura interna que suele manejar el también director y ex colaborador de González Iñárritu: personajes de riqueza interna y magulladuras a punto de reventar, pero en buena parte contenidas hasta el punto de ya no poder más, momento donde viene el renacer o la duda permanente.

Si en “El búfalo de la noche”, novela escrita en 1999, con una adaptación fílmica de resultados más bien regulares, dirigida por Jorge Hernández Aldana en 2007 la redención final es el reconocimiento de la soledad como condición ineludible, “A cielo abierto”, aborda el perdón como camino, pero no como respuesta final.

Arriaga, en su papel de guionista toca el universo de la juventud, sin las complacencias del género. La vida interna de los personajes fluye en la pantalla en medio de paisajes desolados de carretera.

Los hermanos encontraron el guion en un cajón y lo rescataron para su ópera prima, presentada en la edición pasada del Festival Internacional de Cine Morelia y que tuvo una buena corrida festivalera previa. En realidad, es una historia previa a los grandes éxitos del escritor, guionista y director ya que cuando lo escribió no rebasaba los 35 años, pero ya se perciben los personajes que fluyen en torno al dolor interno. Aspecto ineludible de las construcciones de Arriaga.

La fotografía, de Julián Apezteguía, resulta esencial para el relato de una búsqueda interna apenas percibida por los personajes. Pero latente y presente en sus dudas, acciones y omisiones: dos adolescentes, junto con su hermana, y el novio bobón de esta, deciden buscar al hombre que en un accidente automovilístico es el responsable de la muerte del padre de los hermanos. Protagonizan Máximo Hollander, Theo Goldin, Sergio Mayer Mori y Federica García.

Road Movie de dolor interno, los trazos de la carretera marcan también la vida interior de los protagonistas con momentos de una aparente normalidad –dentro del leiv motiv del viaje–, pero que desnuda poco a poco la naturaleza de los protagonistas: la proclividad a renacer, aun y cuando esta no sea el camino para salir del dolor.

En “Cielo abierto”, no habrá, tal vez un final feliz pero sí de cierta esperanza. Un camino de madurez duro y al principio infranqueable, pero esa construcción que siembra dudas y no respuestas, como lo que alude al arte, es uno de los pilares del filme y la obra de Arriaga, que da el banderazo de salida al trabajo de los jóvenes directores.

Un cine no complaciente. Duro y esperanzador a la vez.

En corto

Y sí inicia un año el Festival Internacional de Cine de Morelia. Este año viene fuerte porque no sólo estará Francis Ford Coppola para presentar la polémica “Megalópolis”, o la lauredada “Emilia Pérez”, sino lo más reciente del cine nacional a través de una de sus secciones más importantes: Largometraje Mexicano en Competencia.

El arte, la cultura, crea tejido social y buena falta nos hace. Veamos pues buen cine y discutámoslo, platiquemos, debatamos. Por supuesto, aquí les diremos cómo va la fiesta.


@lamoviola

Historia de crecimiento, dolor, perdón y redención, “A cielo abierto” (Mariana y Santiago Arriaga, 2023), va más allá de ser una coming of age. Por principio de cuentas, el filme, con guion de Guillermo Arriaga, sigue la estructura interna que suele manejar el también director y ex colaborador de González Iñárritu: personajes de riqueza interna y magulladuras a punto de reventar, pero en buena parte contenidas hasta el punto de ya no poder más, momento donde viene el renacer o la duda permanente.

Si en “El búfalo de la noche”, novela escrita en 1999, con una adaptación fílmica de resultados más bien regulares, dirigida por Jorge Hernández Aldana en 2007 la redención final es el reconocimiento de la soledad como condición ineludible, “A cielo abierto”, aborda el perdón como camino, pero no como respuesta final.

Arriaga, en su papel de guionista toca el universo de la juventud, sin las complacencias del género. La vida interna de los personajes fluye en la pantalla en medio de paisajes desolados de carretera.

Los hermanos encontraron el guion en un cajón y lo rescataron para su ópera prima, presentada en la edición pasada del Festival Internacional de Cine Morelia y que tuvo una buena corrida festivalera previa. En realidad, es una historia previa a los grandes éxitos del escritor, guionista y director ya que cuando lo escribió no rebasaba los 35 años, pero ya se perciben los personajes que fluyen en torno al dolor interno. Aspecto ineludible de las construcciones de Arriaga.

La fotografía, de Julián Apezteguía, resulta esencial para el relato de una búsqueda interna apenas percibida por los personajes. Pero latente y presente en sus dudas, acciones y omisiones: dos adolescentes, junto con su hermana, y el novio bobón de esta, deciden buscar al hombre que en un accidente automovilístico es el responsable de la muerte del padre de los hermanos. Protagonizan Máximo Hollander, Theo Goldin, Sergio Mayer Mori y Federica García.

Road Movie de dolor interno, los trazos de la carretera marcan también la vida interior de los protagonistas con momentos de una aparente normalidad –dentro del leiv motiv del viaje–, pero que desnuda poco a poco la naturaleza de los protagonistas: la proclividad a renacer, aun y cuando esta no sea el camino para salir del dolor.

En “Cielo abierto”, no habrá, tal vez un final feliz pero sí de cierta esperanza. Un camino de madurez duro y al principio infranqueable, pero esa construcción que siembra dudas y no respuestas, como lo que alude al arte, es uno de los pilares del filme y la obra de Arriaga, que da el banderazo de salida al trabajo de los jóvenes directores.

Un cine no complaciente. Duro y esperanzador a la vez.

En corto

Y sí inicia un año el Festival Internacional de Cine de Morelia. Este año viene fuerte porque no sólo estará Francis Ford Coppola para presentar la polémica “Megalópolis”, o la lauredada “Emilia Pérez”, sino lo más reciente del cine nacional a través de una de sus secciones más importantes: Largometraje Mexicano en Competencia.

El arte, la cultura, crea tejido social y buena falta nos hace. Veamos pues buen cine y discutámoslo, platiquemos, debatamos. Por supuesto, aquí les diremos cómo va la fiesta.