/ sábado 29 de enero de 2022

La moviola | El callejón de las almas perdidas: lo bello y monstruoso

Todas las películas, son una película, dijo alguna vez Guillermo Del Toro. La obra de un artista, como parte de un testimonio personalísimo, individual, se mide en su conjunto.

El trabajo del director, es una clara confirmación de lo anterior. Obsesiones, amores, equilibrios, desequilibrios. Incluso clichés. Lo monstruoso, lo bello de la otredad en medio de personajes de capas caracterizan también parte de la filmografía del tapatío, creador de cintas como La invención de Cronos, El espinazo del Diablo o La forma del agua.

En su reciente cinta, El callejón de las almas perdidas (Del Toro, 2022), lo audiovisual, se funde con lo interno. En lo primero, hay un discurso estético, desde la perspectiva de lo filosófico en un film noir que respeta en su conjunto el canon, en un cine de género sin melindres ni mezquindades, que honra la confesa afición del director por el género. En el segundo, vemos personajes en su límite, a veces dubitativos, repelentes y por lo tanto, en clara empatía con el espectador. El discurso del otro, convertido en uno.

Sin mucha fortuna en la taquilla estadounidense, lo cual no dice gran cosa si analizamos los filmes que alcanzan el top, El callejón de las almas perdidas, es un trabajo referencial a lo clásico, formativo, incluso, pero que no renuncia al sello personal de Guillermo del Toro.

La película, es el engranaje de una obra que entre otras cosas se decanta por el amor al cine como discurso. Género –film noir– y corriente, con guiños al expresionismo, se funden para mostrar un largometraje de necesario rigor pero sin ataduras.

Basada en la novela Nightmare Alley de William Lindsay Greshman publicada en 1946 y de la cual hay una versión anterior de 1947, protagonizada por Tyron Power, la actual mirada tiene sus entramados psicológicos y resulta en su conjunto un largometraje que tal vez no encaje con el gusto deformado por lo meramente comercial, hueco, que en el consumo no encuentra ya el camino a casa en medio de lo superficial, pero que en el amor al cine sostiene uno de sus leit motiv.

Un estafador impresionado por su experiencia en un circo, Stanton Carlisle (Bradley Cooper), se une a seres marginales, igual que él, para engañar a los incautos con deseos de tener una ilusión. Y en medio de las épocas que vivimos, la trama adquiere especial importancia, como todo film noir que se respete.

Actúan Cate Blanchett, Rooney Mara, Tony Colette, William Dafoe. Trabajo íntegro que forma parte de una obra, un testimonio personalísimo de vida.


En corto

Por cierto que el director ya lanzó una primera mirada a Pinocho, pero en Netflix. Así las cosas en la industria del entrenamiento, el streaming y la gran pantalla se tendrán que adaptar a convivir, y para esto se requerirá de la colaboración de todos los participantes de la industria, sin mezquindades. Creativos, publirelacionistas, medios, etcétera. Ojalá así se entienda. Pero de algunos de los actores, tengo mis dudas.