/ sábado 23 de noviembre de 2024

La moviola / “Wicked” y “Como agua para chocolate”: Adaptar las narrativas

@lamoviola

Son tiempos interesantes en los medios. Tiempos de adaptar las narrativas a las necesidades de la industria, pero sobre todo lo más importante, del público actual. En estos días se puede ver un claro reflejo, tanto en el cine como en la televisión streaming. Por un lado, llega a la cartelera el esperado estreno, tal vez uno de los más importantes del año de “Wicked” (Jon M. Chu, 2024), basado, adaptado o tal vez sólo traducido, de manera más que efectiva, del musical autoría de Stephen Scwartz en la música y Willie Holzman en el libreto.

Presentado en 2003, en México lo protagonizó la licenciada Dana Paola, que veloz, alcanzó rápida difusión en los medios. De hecho, lo hizo bastante bien.

Por otro lado, podemos ver en estos días, una nueva adaptación de “Como agua para chocolate”, en MAX, basada en la famosa novela de Laura Esquivel. No se puede dejar de lado, el filme de 1992, dirigido por Alfonso Arau y que en su momento puso el debate sobre si a principios de la década venía una época para el cine nacional.

Contribuyó en algo, pero la película ha sido colocada en su justo lugar. Una manufactura superior a la mayoría de lo hecho en la época, por mucho tal vez, pero no fue definitivo para la definición de una ruta en nuestra cinematografía.

La serie de MAX, que cuenta los avatares de “Tita” (Azul Guaita, excepcional) y su amor por “Pedro” (Andrés Baida), en medio de costumbres familiares, fuertes y arraigadas, a principios del siglo XX, que les impedirán realizar su amor, sabe adaptar el ritmo que se requiere, muy diferente al cinematográfico y literario, y aunque respeta la premisa de la novela de Esquivel, toma su propio rumbo.

“Como agua para chocolate”, sigue la línea de historias basadas en la literatura, que la voracidad de la industria streaming tiene que tomar para alimentar su demanda.

Ya no mencionemos pues “Pedro Páramo” (Rodrigo Prieto, 2024), hasta este momento la mejor adaptación de la novela de Rulfo o el próximo lanzamiento de “Cien años de soledad”. Lo que no se atrevió la industria audiovisual durante décadas, las plataformas lo hacen, con el dinero por delante, y una suerte de seguridad que la da el talento del que se rodea.

“Como agua para chocolate”, pasa muy bien la prueba y de hecho visto en perspectiva, el texto es más cercano a la narrativa convencional televisiva, que a la formalidad cinematográfica.

En el caso de “Wicked”, el tema es de sensibilidad, partimos de la base de que a estas alturas, la obra forma parte de la cultura pop. Se rodea del entorno clásico hollywoodense, una súper producción que recuerda a su época de oro y un star sistem intachable: Cynthia Erivo, Arianna Grande, Michel Yeo, en fin. Cuanta los avatares de mundo de “Oz”, surgido de la imaginación de L. Frank Baum, pero inmortalizado gracias a la película de 1939.

La película actual, juega a tener el potencial del mega clásico. Lo hace bien y de hecho está exenta de la corrección de buscar la justificación de la maldad. No tiene desperdicio y es un camino de gozo para quienes aman lo clásico.

En corto

En esta ruta de ver a las nuevas generaciones, ha sido un verdadero placer asistir al evento del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación (CECC), con más cuatro décadas en la formación de comunicólogos, publirrelacionistas cineastas, este año dedicado a la moda retro futurista.

Fíjese usted qué buena idea, tan es así que llevan más de dos décadas haciéndola: los estudiantes arman una pasarela de moda, en la que entra fashion, producción, relaciones públicas, cine. Les queda tan bien, que los boletos del evento son peleados por la comunidad estudiantil, lo cual claro, deja orgullosos a los realizadores. Se llevó a cabo el 21 de noviembre y quien esto escribe agradece la invitación. Fue un lujo ver el trabajo de los futuros colegas.


@lamoviola

Son tiempos interesantes en los medios. Tiempos de adaptar las narrativas a las necesidades de la industria, pero sobre todo lo más importante, del público actual. En estos días se puede ver un claro reflejo, tanto en el cine como en la televisión streaming. Por un lado, llega a la cartelera el esperado estreno, tal vez uno de los más importantes del año de “Wicked” (Jon M. Chu, 2024), basado, adaptado o tal vez sólo traducido, de manera más que efectiva, del musical autoría de Stephen Scwartz en la música y Willie Holzman en el libreto.

Presentado en 2003, en México lo protagonizó la licenciada Dana Paola, que veloz, alcanzó rápida difusión en los medios. De hecho, lo hizo bastante bien.

Por otro lado, podemos ver en estos días, una nueva adaptación de “Como agua para chocolate”, en MAX, basada en la famosa novela de Laura Esquivel. No se puede dejar de lado, el filme de 1992, dirigido por Alfonso Arau y que en su momento puso el debate sobre si a principios de la década venía una época para el cine nacional.

Contribuyó en algo, pero la película ha sido colocada en su justo lugar. Una manufactura superior a la mayoría de lo hecho en la época, por mucho tal vez, pero no fue definitivo para la definición de una ruta en nuestra cinematografía.

La serie de MAX, que cuenta los avatares de “Tita” (Azul Guaita, excepcional) y su amor por “Pedro” (Andrés Baida), en medio de costumbres familiares, fuertes y arraigadas, a principios del siglo XX, que les impedirán realizar su amor, sabe adaptar el ritmo que se requiere, muy diferente al cinematográfico y literario, y aunque respeta la premisa de la novela de Esquivel, toma su propio rumbo.

“Como agua para chocolate”, sigue la línea de historias basadas en la literatura, que la voracidad de la industria streaming tiene que tomar para alimentar su demanda.

Ya no mencionemos pues “Pedro Páramo” (Rodrigo Prieto, 2024), hasta este momento la mejor adaptación de la novela de Rulfo o el próximo lanzamiento de “Cien años de soledad”. Lo que no se atrevió la industria audiovisual durante décadas, las plataformas lo hacen, con el dinero por delante, y una suerte de seguridad que la da el talento del que se rodea.

“Como agua para chocolate”, pasa muy bien la prueba y de hecho visto en perspectiva, el texto es más cercano a la narrativa convencional televisiva, que a la formalidad cinematográfica.

En el caso de “Wicked”, el tema es de sensibilidad, partimos de la base de que a estas alturas, la obra forma parte de la cultura pop. Se rodea del entorno clásico hollywoodense, una súper producción que recuerda a su época de oro y un star sistem intachable: Cynthia Erivo, Arianna Grande, Michel Yeo, en fin. Cuanta los avatares de mundo de “Oz”, surgido de la imaginación de L. Frank Baum, pero inmortalizado gracias a la película de 1939.

La película actual, juega a tener el potencial del mega clásico. Lo hace bien y de hecho está exenta de la corrección de buscar la justificación de la maldad. No tiene desperdicio y es un camino de gozo para quienes aman lo clásico.

En corto

En esta ruta de ver a las nuevas generaciones, ha sido un verdadero placer asistir al evento del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación (CECC), con más cuatro décadas en la formación de comunicólogos, publirrelacionistas cineastas, este año dedicado a la moda retro futurista.

Fíjese usted qué buena idea, tan es así que llevan más de dos décadas haciéndola: los estudiantes arman una pasarela de moda, en la que entra fashion, producción, relaciones públicas, cine. Les queda tan bien, que los boletos del evento son peleados por la comunidad estudiantil, lo cual claro, deja orgullosos a los realizadores. Se llevó a cabo el 21 de noviembre y quien esto escribe agradece la invitación. Fue un lujo ver el trabajo de los futuros colegas.