/ miércoles 31 de julio de 2024

La muerte del bus - bici de la muerte

Lograr que tanto Eje Central como Eje 7 Sur operaran como carril bus bici, compartiendo el espacio con el trolebús fue, hasta cierto punto, un logro, en un momento en que las ciclovías a penas se abrían paso en la Ciudad de México. Ahora, sin embargo, el ambiente es muy distinto. Poco a poco, las avenidas de la capital mexicana están siendo cubiertas con una amplia red de ciclovías y los carriles compartidos con el transporte público son tan inseguros como despreciables.

El carril del Eje Central primero se conformó como compartido pero sin confinamiento, hace unos 10 años. Fue confinado a inicios de esta administración pero sin respetar las medidas reglamentarias, que en términos generales exigen que el rebase del transporte público pueda llevarse a cabo a un metro de distancia del ciclista. El resultado es una ruta funcional pero incómoda y peligrosa para los usuarios de la bicicleta, en la que los conductores de trolebús, desesperados por cumplir con un patrón de servicios, suelen ejercer presión hacia el ciclista que no se quita.

El primer carril compartido con transporte público que tuvo las medidas reglamentarias fue el de Zapata - Municipio Libre - Félix Cuevas - Extremadura. Allí sí puede darse un rebase con una buena separación del trolebús y el ciclista. Sin embargo, en la zona más comercial de este corredor, entre Metro Zapata e Insurgentes, las invasiones de automovilistas son constantes y los cruceros peligrosos.

En el Eje 2 Norte, recién establecido el carril bus - bici, hubo un accidente en el que un repartidor perdió las dos piernas. Lamentablemente no ha sido el único incidente con consecuencias irreparables. Entre 2020 y 2023 han ocurrido por lo menos 6 muertes de ciclistas en carriles compartidos.

La diferencia en centímetros entre una ciclovía y un carril bus bici es pequeña. Un carril de autobús debe medir por lo menos 3 metros, idealmente un poco más, pongamos 3.40. Si le sumamos un separador de 40 centímetros y una ciclovía de 1.80 centímetros, requerimos 5.60 centímetros. Si hacemos un mal carril compartido, como el que hizo la administración saliente en el Eje Central, el ancho será de 3.90 más 30 centímetros del separador. Allí la diferencia es de 1.40; pero si el carril se hace bien, las medidas deben ser de 4.30 por lo menos más 40 centímetros del separador, es decir 90 centímetros de diferencia. El resultado es un espacio más seguro.

Actualmente, el Gobierno de la Ciudad de México está ampliando el servicio del Trolebús Línea 10 (Trolebús elevado de Constitución de 1917 a Casa Libertad) tanto a Santa Martha como hacia Mixcoac. En el caso del tramo de Constitución a Mixcoac el servicio será a nivel y están considerando establecer un bus - bici, como de hecho ya existe en un pequeño tramo de Eje 8 Sur, de Universidad a Insurgentes, en el que hubo un muerto en 2020.

Considerando que faltan dos meses para que termine la administración actual, lo más sensato sería posponer la decisión para que Clara Brugada instruya lo más responsable. Una ciclovía por Ermita - José María Rico - Popocatépetl será muy útil para la población de Iztapalapa. Reemplazarla por un carril compartido para proteger los carriles de los automovilistas de Benito Juárez no sólo no suena muy sensato, es contrario a la política que ha mostrado la Jefa de Gobierno Electa. Confiemos en que ella decida bien.

Lograr que tanto Eje Central como Eje 7 Sur operaran como carril bus bici, compartiendo el espacio con el trolebús fue, hasta cierto punto, un logro, en un momento en que las ciclovías a penas se abrían paso en la Ciudad de México. Ahora, sin embargo, el ambiente es muy distinto. Poco a poco, las avenidas de la capital mexicana están siendo cubiertas con una amplia red de ciclovías y los carriles compartidos con el transporte público son tan inseguros como despreciables.

El carril del Eje Central primero se conformó como compartido pero sin confinamiento, hace unos 10 años. Fue confinado a inicios de esta administración pero sin respetar las medidas reglamentarias, que en términos generales exigen que el rebase del transporte público pueda llevarse a cabo a un metro de distancia del ciclista. El resultado es una ruta funcional pero incómoda y peligrosa para los usuarios de la bicicleta, en la que los conductores de trolebús, desesperados por cumplir con un patrón de servicios, suelen ejercer presión hacia el ciclista que no se quita.

El primer carril compartido con transporte público que tuvo las medidas reglamentarias fue el de Zapata - Municipio Libre - Félix Cuevas - Extremadura. Allí sí puede darse un rebase con una buena separación del trolebús y el ciclista. Sin embargo, en la zona más comercial de este corredor, entre Metro Zapata e Insurgentes, las invasiones de automovilistas son constantes y los cruceros peligrosos.

En el Eje 2 Norte, recién establecido el carril bus - bici, hubo un accidente en el que un repartidor perdió las dos piernas. Lamentablemente no ha sido el único incidente con consecuencias irreparables. Entre 2020 y 2023 han ocurrido por lo menos 6 muertes de ciclistas en carriles compartidos.

La diferencia en centímetros entre una ciclovía y un carril bus bici es pequeña. Un carril de autobús debe medir por lo menos 3 metros, idealmente un poco más, pongamos 3.40. Si le sumamos un separador de 40 centímetros y una ciclovía de 1.80 centímetros, requerimos 5.60 centímetros. Si hacemos un mal carril compartido, como el que hizo la administración saliente en el Eje Central, el ancho será de 3.90 más 30 centímetros del separador. Allí la diferencia es de 1.40; pero si el carril se hace bien, las medidas deben ser de 4.30 por lo menos más 40 centímetros del separador, es decir 90 centímetros de diferencia. El resultado es un espacio más seguro.

Actualmente, el Gobierno de la Ciudad de México está ampliando el servicio del Trolebús Línea 10 (Trolebús elevado de Constitución de 1917 a Casa Libertad) tanto a Santa Martha como hacia Mixcoac. En el caso del tramo de Constitución a Mixcoac el servicio será a nivel y están considerando establecer un bus - bici, como de hecho ya existe en un pequeño tramo de Eje 8 Sur, de Universidad a Insurgentes, en el que hubo un muerto en 2020.

Considerando que faltan dos meses para que termine la administración actual, lo más sensato sería posponer la decisión para que Clara Brugada instruya lo más responsable. Una ciclovía por Ermita - José María Rico - Popocatépetl será muy útil para la población de Iztapalapa. Reemplazarla por un carril compartido para proteger los carriles de los automovilistas de Benito Juárez no sólo no suena muy sensato, es contrario a la política que ha mostrado la Jefa de Gobierno Electa. Confiemos en que ella decida bien.