/ jueves 15 de diciembre de 2022

La no intervención

Raúl Carranca

La no intervención, término acuñado en la política exterior mexicana, deriva del pensamiento jurídico, político y diplomático para aplicarse en la áspera y compleja realidad. La no intervención es tan simple, toda proporción guardada, como decir que no me incumbe lo que pasa o pase en la casa de mi vecino. No se niega una correlación de intereses, pero siempre aparece y priva, debe privar, el de mayor peso moral y social. Suponer lo contrario sería ignorar la libertad y dignidad de los miembros y personas humanas, tanto del vecino en su propia casa -amo y señor de ella- como de las de uno ya que tal persona humana vive y convive en una sociedad cuyas reglas o principios básicos son fundamentales para la completitud o realización cabal de nuestro destino. Por ello el vecino y uno -nosotros- conformamos una unidad que aparte de distinguirse por su singularidad se expresa por lo humano.

Procedo a explicarme. Si yo ignoro a mi vecino me estoy ignorando a mí mismo. Se trata de la humanidad que me orilla moralmente, también jurídica y políticamente, a respetar las decisiones de cada una de esas partes, habida cuenta de que otra cosa irrumpiría en el espacio de una libertad (dignidad) consubstancial a nuestro destino social y moral y por ende político en el más elevado sentido de la palabra. Hugo Grocio sostiene en el Leviathan la idea de un Derecho Natural algo así como cósmico o universal (la expresión es mía) que se reduce y sintetiza, si cabe el término, en una idea muy sencilla (sencilla complejidad), a saber, la libertad, insisto, de trazar el contorno de una libertad que únicamente incumbe a quien la concibe. Lo cual el gran Francisco de Vitoria, genial maestro universitario salmantino, vio como un Derecho Natural consubstancial a todo el mundo perceptible, trazando la ruta de la no intervención. Por esto no se puede analizar tan “fácilmente” un asunto que viste el ropaje de la legalidad pero con pliegues, repito una vez más, que llegan a lo cósmico o universal. Lo dicho lo estudió de Vitoria con singular profundidad y estilo poético en el caso de nuestros pueblos indígenas. En consecuencia la no intervención introducida en la diplomacia mexicana por Genaro Estrada tiene raíces que no se pueden soslayar o ignorar. Y a mi juicio lo que ha sucedido en Perú, país con enormes similitudes con México (compartimos virreyes y episodios de lucha a favor de la libertad) ha de servir para actuar con cautela y conocimiento. Sobre todo teniendo al frente la ferocidad consabida de un capitalismo que no oculta su apetito consumista y colonialista.

PROFESOR EMÉRITO DE LA UNAM

PREMIO UNIVERSIDAD NACIONAL

Sígueme en Twitter: @RaulCarranca

Y Facebook: www.facebook.com/despacho raulcarranc

ÚLTIMAS COLUMNAS

viernes 09 de junio de 2023

Derecho y justicia

Raúl Carranca

miércoles 10 de mayo de 2023

El origen del homenaje a la madre

Raúl Carranca

martes 11 de abril de 2023

El agua del molino | La resurrección

Raúl Carranca

jueves 02 de febrero de 2023

El agua del molino | Fe en la justicia

Raúl Carranca

jueves 19 de enero de 2023

Año nuevo

Raúl Carranca

jueves 22 de diciembre de 2022

El cristianismo

Raúl Carranca

jueves 15 de diciembre de 2022

La no intervención

Raúl Carranca

jueves 08 de diciembre de 2022

El agua del molino | Hay algo más allá de la violencia

Raúl Carranca

jueves 10 de noviembre de 2022

La Presidencia no tiene sexo

Raúl Carranca