La reforma política para la CdMx en su parte de mayor interés para la ciudadanía, es sin duda la elección de los Concejales. Esta figura sin duda resulta de la mayor importancia, debido a que es una forma de representación vecinal que puede ser una verdadera forma de frenar las decisiones unilaterales del Jefe delegacional.
Sin que aún exista una Ley Reglamentaria que nos permita conocer los verdaderos alcances de las atribuciones que habrán de tener y en que materias, sin embargo es de recatarse en principio que en las distintas demarcaciones, los vecinos puedan postular a personas comprometidas con su comunidad y al mismo tiempo, que cuenten con el perfil y el respaldo para que su actuación resulte beneficiosa para el manejo de la administración de ese nivel.
Temas como la seguridad pública, el presupuesto delegacional y las obras públicas a cargo de las delegaciones, serán los principales y en donde partidos o candidatos buscarán esas posiciones para apoyar o vigilar los procesos en la demarcación.
Por ello, resulta importante que exista ya una agenda de temas para que los futuros concejales conozcan las materias que serán de su responsabilidad y aquellas en las que deberá poner énfasis una vez que asuman el cargo.
Deberá aunarse a esta situación, que el futuro Congreso de la Ciudad de México, rompa la inercia de los últimos 20 años, en donde la mayoría actuó como agencia administrativa del Jefe de gobierno, inclusive otorgándole mayores elementos centralizadores en la administración de servicios y ejercicio de recursos, incluyendo que eran las tribus desde las jefaturas delegacionales, quienes lejos de la lógica y la eficiencia administrativa, han utilizado los presupuestos delegacionales para cooptar grupos vecinales, financiar a sus simpatizantes y dejar de lado el desarrollo urbano ordenado y acorde con el entorno de las colonias o los barrios en toda la Ciudad de México.
El hecho de haberse redactado una nueva Constitución, no tendrá efecto sí las autoridades continúan con prácticas administrativas burocráticas y dilatorias, si en lugar de diálogo y acuerdo entre las distintas fuerzas políticas se impone el capricho de la mayoría a favor del interés del grupo gobernante y apartados de el reordenamiento que urge en todas las áreas del gobierno de la Ciudad.
Que exista la capacidad de transitar de lo político a un eficiente desempeño de la administración pública local y que exista una verdadera visión metropolitana de la problemática y los grandes retos de la ciudad, como el uso y aprovechamiento del agua o bien los residuos sólidos y la infraestructura necesaria para que los habitantes gocen de mejores servicios y condiciones para desarrollar sus actividades.
Se espera un alto grado de responsabilidad de los partidos al momento de elegir a sus candidatos, para que no resulte que son los mismos quienes han detenido el avance de la ciudad, quienes han medrado su potencial y atacado si viabilidad ecológica, económica y social, usando al gobierno como nicho de intereses personales.
La sociedad no quiere incondicionales torpes y corruptos de los líderes partidistas, ya es una demanda abierta dar paso a personas honorables y calificadas para generar cambios inaplazables antes que la ciudad siga manteniendo un crecimiento desmedido, desorganizado y propiciado por las acciones clientelares de los gobernantes. Al tiempo.
Exlegislador / Jorgeschiaffinoisunza@yahoo.com.mx