/ lunes 25 de noviembre de 2024

La pobreza y la hambruna

El hambre es un grave y doloroso problema provocado por la pobreza, marginalidad y desigualdad social, los estragos del cambio climático, las guerras y los desplazamientos por la inseguridad y la violencia. 281 millones de personas han dejado sus hogares y países.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO fue creada para influir ante los gobiernos en acuerdos para erradicar el hambre; no es asunto menor cuando son 733 millones de personas que la padecen. La falta de alimentos causa estragos irreversibles a la salud física y mental de niñas y niños.

Desde Naciones Unidas se han diseñado compromisos que todos los gobiernos del mundo han aceptado implementar y evaluarlos a partir de cumplir metas concretas, estos son los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS. La clave para la resolución de la pobreza y desigualdad social es el enfoque integral; desde dónde y cómo se vive, qué alternativas para reconstruir y revitalizar, cómo garantizar agua potable, escuelas, centros de salud, vacunación infantil y caminos para la integración social, atender a las mujeres embarazadas y parturientas; erradicar la violencia; también reciclar basuras y cuidar el medio ambiente, bosques y arroyos; también implica empleos, vivienda digna, espacios seguros. Observar las necesidades de manera integral, conlleva respuestas económicas, sociales y medioambientales de manera equilibrada, sustentables y sostenibles.

Las guerras entre países y los conflictos armados internos, son un tremendo obstáculo para lograr detener los estragos que provoca la falta de desarrollo y no se sufra hambre. Por eso es interesante la propuesta de reducir el 1% del gasto militar planteado por la Presidenta Sheinbaum en la reunión del G20 celebrada en Brasil.

Más allá de la retórica dicha en esta reunión que dista mucho de la realidad, llama la atención que decidiera llevar como un ejemplo para remontar la pobreza -y la hambruna- el programa Sembrando Vida, que según ella ha sido muy exitoso, ya que se apoya a 430 mil familias. Con el 1% del gasto en armas se sembrarían 100 mil millones de árboles y se apoyaría a 6 millones de sembradores, dijo.

En esta reunión con los Jefes de Estado de los países más ricos del mundo, presentar este programa clientelar es poco serio.

Coneval -que ya lo desaparecieron desde el Congreso dominado por Morena, seguramente porque no les gustó la imparcialidad de sus evaluaciones- sobre Sembrando Vida señala que cuando hay condiciones de mayor vulnerabilidad en quienes reciben este apoyo, su situación de pobreza no ha cambiado, también cuando es mayor el número de integrantes del hogar, o cuando hay menores o nulos fuentes de recursos complementarios a los montos que el gobierno les otorga. Esto quiere decir que la situación de pobreza no se resuelve, a menos de que haya un enfoque para la resolución integral de la pobreza, ya que en el momento que se deje de recibir el apoyo económico, no lograrán la sostenibilidad de sus sistemas productivos y por lo tanto el fenómeno de la pobreza puede volver.

México participó y coadyuvó en el diseño de los 17 ODS, por lo tanto es inaceptable que no se tomen en cuenta por el gobierno como metas para resolver la hambruna y pobreza de manera integral y sostenible. Qué va a informar la Presidenta en 2030 sobre su cumplimiento, si todos sus programas sociales son clientelares.