/ jueves 16 de mayo de 2024

La sepulturera 

“Los pobres no tienen ideas propias, ellos nada más van a tratar de seguir atacándome, porque los pobres no tienen pensamiento propio, ese es su problema. Yo ni hablo casi de ellos en mis eventos, yo ni les dedico un minuto, o sea la verdad…”

Xóchitl Gálvez

Después de esta declaración (y todos sus múltiples “malos momentos” pasados y presentes, como el chicle pegado en la mano de su trabajadora) no parece tan difícil imaginar que un personaje de esta naturaleza también pueda ser la principal responsable del entierro político del PRIANPRD. Cuando escucho y veo a esta candidata con atención, percibo que pudiéramos estar asistiendo a un funeral.

Muy probablemente, esta coyuntura preelectoral sea el mejor momento para que la ciudadanía comprenda la inminente necesidad de despedirse de un conjunto de partidos podridos y corruptos que sobrevive sólo por el “botox” excesivo en el rostro de sus dirigencias. Piense usted en “Alito” Moreno quien, ya por varios lustros, le debe su permanencia en libertad a la brutal ausencia de una fiscalía y un poder judicial capaces de llevar a la justicia a esos hampones que, disfrazados de políticos, muchos de ellos se han apropiado impunemente de los recursos públicos y han robado a mano armada sin que todavía nadie haya podido juzgar y castigar de manera definitiva el estado de impunidad que les ha permitido tal sobrevivencia y longevidad. Pero si muchos pensábamos que el cambio vendría de afuera, lo interesante es que como la podredumbre está ya en sus entrañas, va destruyendo desde adentro las propias estructuras de esas instituciones que habían sobrevivido más de 80 años de desastrosa existencia para todos los mexicanos.

El prianato es una ilusión que se sostiene todavía de algunos factores que van desde las narrativas de los medios convencionales que ayudan a que mucha gente no entienda o no parezca haberse enterado aún del nivel de podredumbre de esa mafia que estando en el poder destruyó y vendió casi por completo los bienes públicos de nuestro país. Una coalición de poderes corruptos que se ha sostenido también en una suprema corte de injusticia fundada y articulada por el bloque opositor que hoy la reorganiza y un INE que no se acaba de recomponer. Al lado están los “órganos autónomos” que nada más y prácticamente han servido de flotadores y salvavidas para la supervivencia de esa impune e infame bloque que hoy aspiraba a regresar al poder. Afortunadamente algo grande se ha interpuesto en el logro de esa intención: gracias a Xóchitl, Alito, Marko, Zambrano Lily y Kenia, entre muchos otros, el prianato nos está hoy demostrando, mejor que nunca antes, que ya va a escribir un nuevo capítulo en la historia nacional. El pueblo les debe negar y les niega ya el derecho de admisión en un nuevo pasaje de la historia. Si todo sigue como parece se podrá decir que después de todo, AMLO los exterminó.

El tema ahora no es sólo que gane Morena (quien con algunos importantes errores, sobre todo en la selección de candidatos, les ha dado un poco de respiración artificial) ¡NO! el prianprd está muerto, y ahora hay que informar de ello a todos. La actuación de esa candidata con aroma de sepulturera lo demuestra claramente. Ella no tiene sentido, ni de sí misma, menos de la historia. Todo lo que dice y hace tiene como un tufo antihumano, anti ella misma, anti política, anti religiosidad: alguien que actúa y dice lo que ella piensa, bien puede ser la sepulturera política del prianismo. Ella tiene una misión y lo está haciendo muy bien. Ahora sólo falta que se den cuenta: parece que la propia historia está haciendo sus ajustes necesarios. El prian está muerto. Xóchilt resultó en efecto, su sepulturera.


“Los pobres no tienen ideas propias, ellos nada más van a tratar de seguir atacándome, porque los pobres no tienen pensamiento propio, ese es su problema. Yo ni hablo casi de ellos en mis eventos, yo ni les dedico un minuto, o sea la verdad…”

Xóchitl Gálvez

Después de esta declaración (y todos sus múltiples “malos momentos” pasados y presentes, como el chicle pegado en la mano de su trabajadora) no parece tan difícil imaginar que un personaje de esta naturaleza también pueda ser la principal responsable del entierro político del PRIANPRD. Cuando escucho y veo a esta candidata con atención, percibo que pudiéramos estar asistiendo a un funeral.

Muy probablemente, esta coyuntura preelectoral sea el mejor momento para que la ciudadanía comprenda la inminente necesidad de despedirse de un conjunto de partidos podridos y corruptos que sobrevive sólo por el “botox” excesivo en el rostro de sus dirigencias. Piense usted en “Alito” Moreno quien, ya por varios lustros, le debe su permanencia en libertad a la brutal ausencia de una fiscalía y un poder judicial capaces de llevar a la justicia a esos hampones que, disfrazados de políticos, muchos de ellos se han apropiado impunemente de los recursos públicos y han robado a mano armada sin que todavía nadie haya podido juzgar y castigar de manera definitiva el estado de impunidad que les ha permitido tal sobrevivencia y longevidad. Pero si muchos pensábamos que el cambio vendría de afuera, lo interesante es que como la podredumbre está ya en sus entrañas, va destruyendo desde adentro las propias estructuras de esas instituciones que habían sobrevivido más de 80 años de desastrosa existencia para todos los mexicanos.

El prianato es una ilusión que se sostiene todavía de algunos factores que van desde las narrativas de los medios convencionales que ayudan a que mucha gente no entienda o no parezca haberse enterado aún del nivel de podredumbre de esa mafia que estando en el poder destruyó y vendió casi por completo los bienes públicos de nuestro país. Una coalición de poderes corruptos que se ha sostenido también en una suprema corte de injusticia fundada y articulada por el bloque opositor que hoy la reorganiza y un INE que no se acaba de recomponer. Al lado están los “órganos autónomos” que nada más y prácticamente han servido de flotadores y salvavidas para la supervivencia de esa impune e infame bloque que hoy aspiraba a regresar al poder. Afortunadamente algo grande se ha interpuesto en el logro de esa intención: gracias a Xóchitl, Alito, Marko, Zambrano Lily y Kenia, entre muchos otros, el prianato nos está hoy demostrando, mejor que nunca antes, que ya va a escribir un nuevo capítulo en la historia nacional. El pueblo les debe negar y les niega ya el derecho de admisión en un nuevo pasaje de la historia. Si todo sigue como parece se podrá decir que después de todo, AMLO los exterminó.

El tema ahora no es sólo que gane Morena (quien con algunos importantes errores, sobre todo en la selección de candidatos, les ha dado un poco de respiración artificial) ¡NO! el prianprd está muerto, y ahora hay que informar de ello a todos. La actuación de esa candidata con aroma de sepulturera lo demuestra claramente. Ella no tiene sentido, ni de sí misma, menos de la historia. Todo lo que dice y hace tiene como un tufo antihumano, anti ella misma, anti política, anti religiosidad: alguien que actúa y dice lo que ella piensa, bien puede ser la sepulturera política del prianismo. Ella tiene una misión y lo está haciendo muy bien. Ahora sólo falta que se den cuenta: parece que la propia historia está haciendo sus ajustes necesarios. El prian está muerto. Xóchilt resultó en efecto, su sepulturera.