Tanto en Chihuahua como en el mundo entero, el tema de la sequía es cada vez un problema mayor, y demanda con urgencia que gobiernos y líderes atiendan este fenómeno.
Expertos en la materia han afirmado que, en los últimos años, la temperatura planetaria ha aumentado de 3 a 5 grados; esto significa un desajuste mayor en el delicado equilibrio para los ciclos vitales de los seres vivos, especialmente en zonas desérticas como la nuestra, a las que convierte en más extremas todavía.
En el caso de México, son 14 los estados que mantienen niveles de sequía extrema o excepcional, y el Estado de Chihuahua es uno de los mayores afectados.
No solo hablamos de disminuciones del 40% de las lluvias en nuestro territorio, que, además, el calor demanda un mayor consumo del agua disponible para las plantas, animales y seres humanos.
Chihuahua es una tierra acostumbrada a lidiar con la escasez hídrica, y a la menor señal de alarma nos movilizamos para proteger y gestionar de mejor manera el líquido vital. Sin embargo, el complicado panorama para el próximo año nos exige mayor atención y diligencia, pues estamos ante un escenario ampliamente retador.
En este gobierno del estado, nuestra intención no es generar alarma innecesaria en la sociedad chihuahuense, sino, a partir de la claridad de nuestra realidad en materia hídrica, suscitar un ambiente de responsabilidad, para llevar a cabo acciones a tiempo, y no reacciones desesperadas.
Fue con esa visión con la que, hace unos días emitimos ante el Consejo Estatal de Protección Civil una nueva declaratoria de emergencia para la sequía de este año 2024, de manera que atendamos esta situación emergente con todos los mecanismos y recursos que dispongamos.
Desde años pasados, hemos invertido cifras históricas para combatir a la sequía, siendo el 2024 el año en el que habremos desplegado al menos 600 millones de pesos. Sin embargo, nuestro compromiso para el 2025 es lograr una inversión de más de mil millones de pesos, que será posible ya que contamos con una gran cartera de proyectos y acciones para atender a todos los chihuahuenses que se han visto severamente afectados por los efectos de esta sequía.
Lo primero y más importante es que ningún chihuahuense pase hambre, como quienes dependen de sus cosechas para alimentar a sus familias. Fue por eso que este año
llegamos a 39 mil familias con paquetes de maíz y frijol, con el compromiso de mantener estas entregas, especialmente en la zona serrana.
Así mismo, seguimos invirtiendo en infraestructura hidráulica para llevar el líquido vital a todas las zonas que lo necesiten. Hasta ahora, este gobierno ha beneficiado a más de 150 mil personas de la zona serrana con infraestructura para el acceso al agua.
Y también, mantendremos el apoyo en favor de nuestros productores del campo, para mitigar los efectos de la sequía, con insumos agropecuarios, caminos rurales y, por supuesto, con acciones de reforestación para la conservación del suelo y evitar su resecamiento. Este último año beneficiamos a más de 35 mil productores con estas acciones.
Como en el pasado, los chihuahuenses nos mantendremos firmes ante la adversidad. Como gobierno, seguiremos desplegando todos los recursos que tengamos al alcance, para combatir este fenómeno, a la par que buscamos el apoyo y trabajo colaborativo con la administración federal entrante; pero para ser más efectivos, todos tenemos que dejar de ignorar la sequía, tratarla como un asunto urgente y tomar una actitud responsable desde nuestros hogares.
La sequía es una realidad, pero estoy segura de que los chihuahuenses habremos de tomar el camino correcto para combatirla, como tantas veces lo hemos hecho en el pasado.