Por Yussef Núñez Menéndez
El 17 de marzo, el presidente ruso Vladimir Putin aseguró su victoria en las elecciones rusas en un proceso altamente orquestado por el Estado, obteniendo el 87.3% de los votos, según reportó la Comisión Electoral Central rusa. Esta victoria garantiza el mandato de Putin hasta al menos 2030, marcando una tercera década consecutiva en el poder. Pero, ¿qué implica esto para Norteamérica, y en especial, para México?
La continuidad de Putin en el poder suscita preocupaciones sobre sus intenciones respecto a Ucrania y su confrontación con Occidente, exacerbando las tensiones geopolíticas y representando una amenaza constante al orden internacional posterior a la Guerra Fría. Aunque se han criticado las elecciones por su falta de imparcialidad, la comunidad internacional ha evitado rechazar abiertamente la victoria de Putin, anticipando el resultado bajo una simulación democrática. Sin embargo, las implicaciones de la prolongación del mandato de Putin en los asuntos mundiales y en el futuro de las relaciones internacionales siguen siendo inciertas, lo que invita al estudio del impacto potencial en la seguridad regional europea y en el equilibrio de poder en Norteamérica.
Con miras a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, Putin está en condiciones de replicar la intervención exterior de Rusia, favoreciendo una vez más al expresidente Trump. Putin ha insinuado que el interés de Rusia radica en la reelección de Joe Biden, presentándolo como más “predecible”. Esta retórica pretende influir en los votantes estadounidenses indecisos para que apoyen a Trump, utilizando tácticas básicas de psicología inversa. Los esfuerzos rusos por interferir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos pueden reflejar lo que se observó en 2016, como campañas de desinformación en redes sociales, sondeo de bases de datos de votantes estatales, pirateo de sistemas de la campaña demócrata, organización de eventos físicos en Estados Unidos, reuniones con la campaña de Trump e intentos de reclutar a personas asociadas con el expresidente.
Asimismo, ha aumentado el debate sobre el papel de la desinformación en las elecciones de 2024 en México. Se han observado anuncios de un medio de noticias ruso de propiedad estatal, Russia Today (RT), en la Ciudad de México. RT opera principalmente por medio de las redes sociales, en particular X. Algunos expertos en ciberseguridad han señalado que es probable que se trate de una forma de que Rusia manipule la opinión pública e intervenga en las próximas elecciones, como ha hecho en las elecciones generales de la Unión Europea. RT también estuvo presente en México de cara a las elecciones de 2018 y ahora parece redoblar su estrategia propagandística con una campaña publicitaria multimillonaria. Según observadores, una victoria de Morena es esencial para mantener a México como punto de espionaje hacia Estados Unidos, ya que el partido ha permitido la entrada a México de más funcionarios de inteligencia (85) que cualquier otro país.
La reelección de Putin consolida su poderío nacional e internacional, pero también tiene ramificaciones significativas para las relaciones internacionales, especialmente en Norteamérica. Con la mirada puesta en las próximas elecciones estadounidenses, la influencia de Rusia se entrelaza con eventos políticos en Estados Unidos, lo que plantea preocupaciones sobre la interferencia extranjera y la estabilidad geopolítica en la región. Además, el aumento de la presencia mediática rusa en México sugiere una estrategia más amplia para influir en la política regional y potencialmente afectar las relaciones con Estados Unidos. En este contexto, la continuación del liderazgo de Putin abre un período de incertidumbre y desafíos para Norteamérica, que requerirá una respuesta coordinada de los actores internacionales.
Analista de riesgos políticos y política internacional. Es maestro por la London School of Economics (LSE) e internacionalista por la Universidad Anáhuac México, donde es titular de la asignatura Globalización Económica. Asociado COMEXI.