En estos momentos de crisis que vivimos a nivel mundial, corremos el riesgo de agudizar posturas aislacionistas que harían que la recuperación de los retos de salud y económicos sean más complejos. Recientemente diversas voces, como el Foro Económico Mundial, la ONU y la OECD, han expresado su preocupación por el riesgo de agudizar la crisis si no somos capaces de encontrar la mejor manera de cooperar en la búsqueda del bien común a nivel global, no de cada país en lo individual.
En junio, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, advirtió“la falta de coordinación entre países”, donde parece que la competencia es para ver quién llega primero a tener una vacuna. Especialmente entre Estados Unidos, China y Rusia. Y no un enfoque en una vacuna para el mundo. Algunos expertos lo han llevado a una comparación de la guerra armamentista o del espacio que existía entre EU y la Unión Soviética en el siglo pasado. Había que ganar a toda costa. Nada más peligroso en estos momentos que trabajar de manera egoísta y aislada. México ha puesto el ejemplo de cómo la cooperación internacional es indispensable para abatir esta problemática tan compleja cuando en abril nuestra misión ante la ONU promovió y se aceptó por unanimidad de la Asamblea General la necesidad de “Cooperación Internacional para garantizar el acceso mundial a los medicamentos, vacunas y equipo médico para hacer frente al Covid-19”. Un ejemplo congruente y claro que debemos cooperar para salir adelante de esta crisis. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó: “Nadie está seguro si todos no estamos seguros”. Un ejemplo de liderazgo positivo que llama a todos a la acción. Esta es la mentalidad que debe de prevalecer.
Así como es evidente que necesitamos cooperación internacional para enfrentar los temas de salud, también es indispensable para salir adelante en lo económico. La semana pasada el FMI nos hablaba de la necesidad de cooperación global para salir adelante y sobre la lección clave de la crisis financiera de 2008: “La coordinación no se debía al desinterés entre las partes, sino precisamente porque era de interés para cada una de las partes trabajar juntas”. Y aunque los gobiernos de la mayoría de los países del G-20 están inyectando recursos en sus economías para la recuperación de cada país, la OCDE ha dicho que no solo la coordinación entre los países haría que las medidas de estímulo fueran "considerablemente más efectivas", sino que "una acción descoordinada o unilateral exacerbaría los costos sociales y económicos generales".
La economía mundial está tan interconectada que una crisis financiera en uno de los países importantes afecta a los mercados en todo el mundo. Nadie puede dudar que esta crisis histórica nos afecta a todos. El Gobierno federal debe y puede hacer más para apoyar la recuperación de nuestra economía. Además, nuestro país necesita seguir ese ejemplo de cooperación internacional que hemos buscado en el área de salud, para tomar un rol más participativo también en los mercados económicos internacionales. Tenemos herramientas a nuestro alcance como el T-MEC que debemos aprovechar al máximo. Es momento de liderazgos decisivos.
* Dir Gral de Strategy Primus y
Presidente Comisión Nacional de Educación de Coparmex
@LuisEDuran2