Juan José Sierra Álvarez | Vicepresidente Nacional de Centros Empresariales de Coparmex
Si en la vida política, económica y social del país aplicamos las cabañuelas -tal como lo hacen los agricultores, campesinos y ganaderos para predecir las condiciones meteorológicas que prevalecerán en el año- el “pronóstico del tiempo” para 2023 sería de violencia, de incertidumbre legal y económica, de maniobras electorales y de atentados a la democracia -y quizá sería acertado- por ello debemos trabajar para que el futuro de México no quede al azar.
En los primeros días del 2023, la violencia nos sacudió. Chihuahua, Veracruz, Colima y Sinaloa registraron hechos de violencia que pusieron en riesgo a la población y afectaron el desarrollo de actividades familiares, sociales y económicas.
De acuerdo con el reporte diario de homicidios dolosos generado por el equipo interdisciplinario que integran la SSPC, la Sedena, la SEMAR y la PGR, en 22 días de enero suman ya más de mil 600 víctimas de este delito en el país.
Por si esto fuera poco, lamentamos la pérdida de vidas humanas y lesionados por un accidente en la línea tres del metro de la Ciudad de México; situación dolorosa que derivó en la asignación elementos de la Guardia Nacional para vigilar las instalaciones del transporte colectivo, para evitar más accidentes.
En materia electoral hemos sido testigos involuntarios de la pasarela de corcholatas en todo el país; la reintegración de alianzas partidistas para alcanzar el poder en los estados que tendrán elecciones en este año y, claramente, la utilización de los pobres como estrategia política rumbo al 2024.
A esto hay que sumar que al cierre de 2022 el Indicador de Confianza Empresarial (ICE) general cayó 2.99 por ciento a tasa mensual en diciembre pasado.
Pero no todo ha sido malo, el dólar bajó y los ministros eligieron a Norma Piña como presidente de la SCJN.
Además, nuestro país fue sede de la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN) en la que, pese a que no se profundizó en las consultas por el T-MEC, sí se habló de temas que conciernen a los tres países, como la migración, el libre comercio, la seguridad, entre otros.
Si los acuerdos de la CLAN y los del T-MEC se cumplen, si existe certeza para la inversión, seguramente sí se logrará consolidar a Norteamérica como la región productiva más importante del mundo, y México tiene una gran tarea al respecto; por ejemplo, en no seguir frenando las inversiones, pues se sabe que se han negado permisos a empresas privadas para generar energía eólica y solar.
Ya hemos pasado 23 días y faltan por transcurrir 342 del 2023; para nadie sería benéfico que la situación de violencia persista, que continúen los ataques a la democracia y se dé paso a elecciones de Estado, o que las condiciones del T-MEC se incumplan o peor aún, que sigamos transitando sin una estrategia integral de seguridad en la que se incluya la participación ciudadana, fundamental para implementar estrategias efectivas de prevención del delito.
Que el arranque del año no define cómo serán los días por venir, pero sí nos ayuden a detallar cuáles serán las acciones que, como sociedad, debemos llevar a cabo para que en los próximos 12 meses México enderece el rumbo y las cabañuelas no se cumplan.
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