Por: Óscar de Jesús Martínez Treviño / Vicepresidente Nacional de Estado de Derecho, Justicia y Seguridad de Coparmex
Que diferente sería México si cada uno de nosotros, en lugar de dar excusas, nos enfocáramos en cumplir con nuestras responsabilidades. Sin duda, muy diferente sería nuestro país si existiera una cultura de rechazo a las explicaciones como medio para justificar la falta de resultados.
Y aunque la situación descrita afecta, en mayor o menor medida, a todos los niveles y sectores de nuestra sociedad, desafortunadamente, la existencia de este fenómeno entre nuestros gobernantes es un mal crónico que, por su impacto en la vida de tantos millones de mexicanos, es donde más preocupante resulta.
Para muestra basta un botón. En el tema de seguridad, que es uno de los más sensibles y de preocupación para la sociedad, los resultados son magros y crecientemente negativos. A pesar de ello, nuestras autoridades se preocupan más en buscar buenas explicaciones de la falta de resultados, que en trabajar con realismo en el diseño de estrategias que resuelvan el problema.
Y en esta lógica, que raya en la locura, es que hemos superado los 180 mil homicidios dolosos en lo que va del sexenio, el número más alto para un sexenio desde que se lleva este registro. El robo a los transportistas ha alcanzado ya la muy costosa cifra dedos asaltos por hora y el delito de extorsión ha aumentado más del 50% en lo que va de la actual administración.
Y, sin embargo, más allá de lo que pudieran pensar nuestros políticos, a la ciudadanía poco nos importa si el descontrol en materia de seguridad comenzó con la llamada “guerra de Calderón” o si este es el resultado de la política de “abrazos no balazos”. Lo único que a la ciudadanía nos importa, son los resultados.
Es por esto que, en el marco del proceso electoral que estamos viviendo, debemos unirnos como sociedad para exigir a los distintos candidatos y, en especial a las candidatas y el candidato a la presidencia de la República, que nos expliquen a detalle los planes y propuestas con los que se comprometen a resolver el tema de inseguridad que nos aqueja.
Como sociedad, debemos demandar soluciones y negarnos a aceptar explicaciones que a nada conducen. Nuestros políticos, sin distingo de colores, tienen una deuda con la sociedad y quien llegue a la presidencia de la República tiene la obligación de enfrentar, con determinación y realismo, el cáncer de la inseguridad.
Que se revise lo que se tenga que revisar y que se acuerde una nueva estrategia de Estado en materia de seguridad que nos permita solucionar de una vez por todas este grave problema. No se trata de pedir un favor o de pedir algo extraordinario, se trata de exigir que el gobierno cumpla con su primera obligación: dar seguridad.
Independientemente de los resultados del 2 de junio, a la sociedad lo que nos corresponde es ser ciudadanos vigilantes de quienes resulten ganadores y que, a partir del 3 de junio, comencemos en México un cambio cultural en donde se reconozcan a quienes cumplan con sus responsabilidades y se rechacen a quienes simplemente den excusas para justificar su mediocridad y falta de compromiso.
Porque un gobierno que no sirve para dar seguridad y paz a sus ciudadanos, simple y llanamente, ¡no sirve para nada! #Opinión Coparmex #SeguridadJusticiaYPaz